Hay mano de obra calificada, costos competitivos e infraestructura para propiciar el nearshoring en la industria farmacéutica y de dispositivos médicos.
En los últimos años, la industria farmacéutica y el sector de dispositivos médicos han experimentado un auge importante, implicando una mayor participación en la economía mexicana, la cual puede prosperar aún más con el nearshoring.
Un informe de KPMG apunta que ante el crecimiento de la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, se han desarrollado clústeres (grupos) especializados en lugares estratégicos del país, un plus para aprovechar el fenómeno de la relocalización de empresas.
En 2021, el sector salud representó 6.2% del producto interno bruto (PIB), alcanzando una aportación de 1,590 millones de pesos.
También en 2021, la industria farmacéutica representó 1.8% del PIB manufacturero, siendo una de las principales beneficiadas por este tipo de actividad.
Hasta 2022, se encontraban establecidas 925 empresas locales y multinacionales enfocadas en la producción y comercialización de medicamentos, según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue) del Inegi.
Asimismo, la Asociación de Dispositivos Médicos de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) espera que la industria mundial de dispositivos médicos alcance los 612,700 millones de dólares para 2025.
Uno de los estados que se vislumbra puede beneficiarse más es Jalisco, pues la Asociación Nacional de Proveedores de la Salud (Anaps) ha identificado 78 intenciones de inversión de empresas asiáticas que buscan reubicar su producción en la entidad, la cual es la tercera del país con mayor producción del sector.
Las ventajas que México ofrece, siendo un país manufacturero, están relacionadas con plantillas laborales, las cuales poseen los conocimientos técnicos requeridos y están familiarizadas con la industria, especialmente en aquellos estados con mayor presencia de unidades económicas.
De acuerdo con el Inegi y el Denue, en 2022 se identificaron 149 unidades económicas para la fabricación de instrumentos de medición, control, navegación y equipo médico.
Algunas de las facilidades para la relocalización de empresas del sector salud en México incluyen, además de mano de obra calificada, costos competitivos, facilidad para hacer negocios, una amplia red de tratados comerciales, infraestructura y calidad de vida.
México cuenta con costos de manufactura hasta 25% más bajos que Estados Unidos y alrededor de 6% más bajos que China.
“Todos estos factores son determinantes para propiciar el nearshoring de la industria farmacéutica y el sector de dispositivos médicos”, señala la consultora.