Según informa Retraction Watch, la revista PLOS ONE corregirá unos 1.000 artículos en los próximos meses y añadirá medidas para verificar la autoría, algo que nunca había hecho la revista.
Las correcciones son por “errores en los nombres de los autores, afiliaciones, títulos y referencias; para hacer pequeñas actualizaciones en los agradecimientos, declaraciones de financiación y declaraciones de disponibilidad de datos, entre otras cuestiones menores”, nos dijo el jefe de comunicaciones de PLOS ONE, David Knutson, quien también añadió:
Esta serie de correcciones no refleja un cambio reciente en los estándares o procesos de control de calidad de la revista. Se trata más bien de eliminar un retraso acumulado a lo largo de un período de dos años, en el que se restó prioridad a las correcciones menores y los recursos se desviaron a otras áreas. PLOS ONE está en proceso de implementar una medida para verificar la autoría, para que en el futuro tales errores puedan ser identificados y abordados antes de su publicación.
Los lectores más antiguos de Retraction Watch recordarán que, en 2016, un investigador observó que la tasa de corrección de PLOS ONE era mucho mayor que la de otras revistas [1]. Él y otros lo atribuyeron a que no verificaban la contribución de los autores, que es común en otras revistas. Knutson explicó por qué la revista estaba cambiando la política:
Nos estamos planteando añadir este servicio para los autores porque el volumen de solicitudes de corrección en los últimos años ha inclinado la balanza hasta el punto de que hemos decidido priorizar los recursos y el tiempo necesarios para hacerlo, con el fin de evitar correcciones menores y garantizar que los lectores obtengan la información correcta en el momento de la publicación. Para una megarevista como PLOS ONE, esto no es una decisión trivial, en vista del volumen de publicaciones, los recursos necesarios para apoyar este servicio y el impacto de este paso adicional en el tiempo de publicación, que es una prioridad para la revista.
Según Knutson, PLOS ONE distingue entre “correcciones estándar” y “correcciones éticas de publicación”, como la que ha dado lugar a una retractación [2]:
Las correcciones estándar se suelen referir a errores de información o de composición, como errores tipográficos, enlaces rotos (que por ejemplo dirijan a conjuntos de datos con repositorios públicos) o falta de información sobre financiación. Estos son los tipos de correcciones representados en los próximos lotes de gran volumen.
Por el contrario, las correcciones éticas de publicación (como la que usted mencionó) abordan las preocupaciones planteadas sobre los artículos publicados, por ejemplo, en relación con el cumplimiento de la política, la integridad o cuestiones de validez científica, que requieren un proceso editorial diferente y para las que podemos emitir correcciones, expresiones de preocupación o retractaciones en función de la naturaleza, gravedad e impacto de los problemas y el grado en que pueden ser abordados.
Referencias