La industria realizó 85.087.744 pagos a 826.313 médicos por más de US$12.130 millones entre 2013 y 2022. El 93,8% de estos pagos se asociaron con uno o más insumos médicos comercializados, incluyendo dispositivos médicos, informó Andrew Foy y sus colegas en una carta de investigación publicada en JAMA [1].
Los pagos asociados a rivaroxaban (Xarelto), apixaban (Eliquis) y adalimumab (Humira) fueron por US$176,34 millones, US$102,62 millones y US$100,17 millones, respectivamente.
Los gastos se justificaron como servicios de consultoría, servicios de no consultoría, alimentos y bebidas, viajes y alojamiento, entretenimiento, educación, obsequios, subvenciones, contribuciones caritativas y honorarios.
Las especialidades mejor pagadas fueron: cirugía ortopédica, cuyos especialistas recibieron un total de US$1.360 millones, seguido de neurología y psiquiatría con US$1.320 millones y cardiología con US$1.290 millones.
La mediana de los pagos por especialidad médica osciló entre US$0 y US$2.339, mientras que los pagos al 0,1% de los médicos que recibieron más dinero osciló entre una media de US$194.933 para los médicos hospitalarios y US$4.826.944 para los cirujanos ortopédicos.
La evidencia sugiere que los pagos de la industria, por pequeños que sean, afectan la prescripción médica. A pesar de su impacto negativo en la salud y en el costo de los medicamentos, estos pagos se han normalizado y muchos médicos no reconocen ningún problema en ellos.
Referencias