Según Bloomberg News [1], la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAHPRA) informó que el jarabe infantil para la tos fabricado por Johnson & Johnson, que contenía niveles peligrosos de un disolvente industrial tóxico, se vendió en seis países africanos.
Además de Sudáfrica, donde se fabricó, el jarabe pediátrico Benylin contaminado se vendió en Eswatini, Ruanda, Kenia, Tanzania y Nigeria. Los reguladores identificaron dos lotes de jarabe contaminados, y ambos han sido retirados del mercado. Previamente, las autoridades nigerianas habían detectado niveles inseguros de dietilenglicol en un solo lote, fabricado en mayo de 2021.
El año pasado, J&J separó su división de salud del consumidor, incluida la fábrica de Ciudad del Cabo que produce Benylin, en una empresa independiente conocida como Kenvue Inc. J&J remitió las consultas sobre Benylin a Kenvue.
No se ha hecho público ningún informe de enfermedad o muerte.
Este es el noveno caso conocido de presencia de disolventes industriales en jarabes infantiles en los últimos años. Cuatro de las intoxicaciones han sido mortales, matando a unos 350 niños en Indonesia, Uzbekistán, Gambia y Camerún.
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