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Utilización

Los medicamentos recetados son la principal causa de muerte, y los tratamientos psiquiátricos son la tercera causa de muerte

Peter C. Gøtzsche, MD
Mad in America, 16 de abril de 2024
https://www.madinamerica.com/2024/04/prescription-drugs-are-the-leading-cause-of-death/

Los medicamentos matan a muchas personas y la tasa de mortalidad está aumentando. Es extraño que hayamos permitido que continúe esta prolongada pandemia de medicamentos, y más aún porque la mayoría de las muertes por medicamentos se pueden prevenir fácilmente.

En 2013, estimé que nuestros medicamentos de vetna con receta son la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardíacas y el cáncer [1] y en 2015, que los medicamentos psiquiátricos por sí solos también son la tercera causa de muerte [2]. Sin embargo, en EE.UU. se suele afirmar que los medicamentos son “sólo” la cuarta causa de muerte [3,4]. Esta estimación se derivó de un metaanálisis de 1998 que incluyó a 39 estudios estadounidenses donde se registraron todas las reacciones adversas a los medicamentos que ocurrieron mientras los pacientes estaban en el hospital, o que fueron el motivo de la admisión hospitalaria [5].

Esta metodología claramente subestima las muertes por medicamentos. La mayoría de las personas que mueren a causa de los medicamentos lo hacen fuera de los hospitales, y en el metaanálisis, en promedio del tiempo que las personas pasan en los hospitales fue de sólo 11 días [5]. Además, el metaanálisis solo incluyó a pacientes que murieron por medicamentos recetados adecuadamente, no a aquellos que murieron como resultado de errores en la administración de medicamentos, incumplimiento, sobredosis o abuso de medicamentos, y muertes en las que la reacción adversa al medicamento fue solo posible [5].

Muchas personas mueren debido a errores, por ejemplo, el uso simultáneo de medicamentos contraindicados, y muchas posibles muertes por medicamentos son reales. Además, la mayoría de los estudios incluidos son muy antiguos (el año medio de publicación es 1973) y las muertes por medicamentos han aumentado espectacularmente en los últimos 50 años. A modo de ejemplo, se notificaron a la FDA 37.309 muertes por medicamentos en 2006 y 123.927 diez años después, lo que supone 3,3 veces más [6].

En los registros hospitalarios y los informes forenses, a menudo se considera que las muertes relacionadas con medicamentos recetados se deben a causas naturales o desconocidas. Esta idea errónea es particularmente común en el caso de las muertes causadas por medicamentos psiquiátricos [2,7]. Incluso cuando los pacientes jóvenes con esquizofrenia mueren repentinamente, se le llama muerte natural. Pero no es natural morir joven y es bien sabido que los neurolépticos pueden provocar arritmias cardíacas letales.

Muchas personas mueren a causa de los medicamentos que toman sin que surja ninguna sospecha de que pueda tratarse de un efecto adverso del medicamento. Los medicamentos para la depresión matan a muchas personas, principalmente a los ancianos, porque pueden causar hipotensión ortostática, sedación, confusión y mareos. Los medicamentos duplican el riesgo de caídas y fracturas de cadera de manera dosis-dependiente [8,9] y durante el año posterior a una fractura de cadera, aproximadamente una quinta parte de los pacientes habrán muerto. Como las personas mayores suelen caer de todos modos, no es posible saber si esas muertes se deben a muertes por el consumo de medicamentos.

Otro ejemplo de muertes por medicamentos no reconocidas son los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Han matado a cientos de miles de personas [1], principalmente a través de ataques cardíacos y úlceras estomacales sangrantes, pero es poco probable que estas muertes se codifiquen como reacciones adversas a los medicamentos, ya que dichas muertes también ocurren en pacientes que no toman los medicamentos.

El metaanálisis estadounidense de 1998 estimó que 106.000 pacientes mueren cada año en el hospital debido a los efectos adversos de los medicamentos (una tasa de mortalidad del 0,32%) [5]. Un estudio noruego cuidadosamente realizado analizó 732 muertes que ocurrieron durante un período de dos años que finalizó en 1995 en un departamento de medicina interna, y encontró que había 9,5 muertes por medicamentos por cada 1.000 pacientes (una tasa de mortalidad del 1%) [10]. Esta es una estimación mucho más confiable, ya que las muertes por medicamentos han aumentado notablemente. Si aplicamos esta estimación a EE.UU., obtenemos 315.000 muertes anuales por medicamentos en los hospitales. Una revisión de cuatro estudios más recientes, realizados entre 2008 y 2011, estimó que hubo más de 400.000 muertes por medicamentos en los hospitales de Estados Unidos [11].

El consumo de medicamentos es ahora tan común que se podría esperar que en EE UU, los recién nacidos en 2019 tomen medicamentos recetados durante aproximadamente la mitad de sus vidas [12]. Además, la polifarmacia ha ido en aumento [12].

¿Cuántas personas mueren a causa de los medicamentos psiquiátricos?
Si queremos estimar el número de muertes por medicamentos psiquiátricos, la evidencia más confiable que tenemos son los ensayos aleatorios controlados con placebo. Pero debemos considerar sus limitaciones.

En primer lugar, normalmente duran sólo unas pocas semanas, aunque la mayoría de los pacientes toman los medicamentos durante muchos años [13,14].

En segundo lugar, la polifarmacia es común en psiquiatría y esto aumenta el riesgo de morir. A modo de ejemplo, la Junta Danesa de Salud ha advertido que añadir una benzodiazepina a un neuroléptico aumenta la mortalidad entre un 50% y un 65% [15].

En tercer lugar, la mitad de todas las muertes no aparecen en los informes de ensayos publicados [16]. En el caso de la demencia, los datos publicados muestran que por cada 100 personas tratadas con un neuroléptico más nuevo durante diez semanas, un paciente muere [17]. Esta es una tasa de mortalidad extremadamente alta para un medicamento, pero los datos de la FDA sobre los mismos ensayos muestran que es el doble, es decir, dos pacientes muertos por cada 100 después de diez semanas [18]. Y si ampliamos el período de observación, el número de muertos aumenta aún más. Un estudio finlandés con 70.718 residentes en la comunidad recién diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer informó que los neurolépticos matan a entre 4 y 5 personas por cada 100 anualmente en comparación con los pacientes que no recibieron tratamiento [19].

Cuarto, el diseño de los ensayos de fármacos psiquiátricos está sesgado. En casi todos los casos, los pacientes ya estaban en tratamiento antes de ingresar al ensayo [2,7] y, por lo tanto, algunos de los asignados al azar al placebo experimentarán efectos de abstinencia que aumentarán su riesgo de morir, por ejemplo, debido a acatisia. No es posible utilizar los ensayos controlados con placebo en esquizofrenia para estimar el efecto de los neurolépticos sobre la mortalidad debido al diseño de abstinencia del fármaco. La tasa de suicidio en estos ensayos poco éticos fue de 2 a 5 veces mayor que la norma [20,21]. Uno de cada 145 pacientes que participaron en los ensayos de risperidona, olanzapina, quetiapina y sertindol murió, pero ninguna de estas muertes fue mencionada en la literatura científica y la FDA no exigió que se mencionaran.

Quinto, se ignoran los acontecimientos posteriores a la interrupción del ensayo. En los ensayos de Pfizer con sertralina en adultos, la proporción de riesgo de suicidios e intentos de suicidio fue de 0,52 cuando el seguimiento fue de sólo 24 horas, pero de 1,47 cuando el seguimiento fue de 30 días, es decir, un aumento en los eventos suicidas [22]. Y cuando los investigadores volvieron a analizar los datos de los ensayos de la FDA sobre medicamentos para la depresión e incluyeron los daños ocurridos durante el seguimiento, encontraron que, en comparación con el placebo, los medicamentos duplican el número de suicidios en adultos [23,24].

En 2013, estimé que, en personas de 65 años o más, los neurolépticos, las benzodiacepinas o similares y los medicamentos para la depresión matan a 209.000 personas anualmente en EE UU [2]. Sin embargo, utilicé estimaciones bastante conservadoras y datos de uso de Dinamarca, que son mucho más bajos que los de EE. UU. Por lo tanto, actualicé el análisis basándome en los datos de uso de EE. UU., centrándome nuevamente en los grupos de mayor edad.

Para los neurolépticos, utilicé la estimación del 2% de mortalidad de los datos de la FDA [18].

En el caso de las benzodiacepinas y fármacos similares, un estudio de cohorte emparejado demostró que los fármacos duplicaban la tasa de mortalidad, aunque la edad promedio de los pacientes era sólo de 55 años [25]. El exceso de tasa de mortalidad era de alrededor del 1% anual. En otro gran estudio de cohorte emparejado, el apéndice del informe del estudio muestra que los hipnóticos cuadruplicaron la tasa de mortalidad (cociente de riesgo 4,5) [26]. Estos autores estimaron que las pastillas para dormir matan a entre 320.000 y 507.000 estadounidenses cada año [26]. Por lo tanto, una estimación razonable de la tasa de mortalidad anual sería del 2%.

En el caso de los ISRS, un estudio de cohorte del Reino Unido con 60.746 pacientes deprimidos mayores de 65 años demostró que provocaban caídas y que los fármacos matan al 3,6% de los pacientes tratados durante un año [27]. El estudio se realizó muy bien, por ejemplo, los pacientes eran su propio control en uno de los análisis, lo cual es una buena manera de eliminar el efecto de los factores de confusión. Pero la tasa de mortalidad es sorprendentemente alta.

Otro estudio de cohorte con 136.293 mujeres posmenopáusicas estadounidenses (de 50 a 79 años) que participaron en el estudio Women’s Health Initiative, encontró que los medicamentos para la depresión se asociaron con un aumento del 32% en la mortalidad por todas las causas, después de ajustar por factores de confusión, que correspondieron al 0,5% de las mujeres muertas por ISRS tras recibir tratamiento durante un año [28]. Es muy probable que se subestimara la tasa de mortalidad. Los autores advirtieron que sus resultados deben interpretarse con mucha cautela, ya que la forma en que se determinó la exposición a los fármacos antidepresivos conllevaba un alto riesgo de clasificación errónea, lo que haría más difícil encontrar un aumento de la mortalidad. Además, los pacientes eran mucho más jóvenes que en el estudio del Reino Unido y la tasa de mortalidad aumentó notablemente con la edad y fue del 1,4% para las que tenían entre 70 y 79 años. Finalmente, las mujeres expuestas y no expuestas eran diferentes en muchos factores de riesgo importantes asociados a muerte prematura, mientras que las personas de la cohorte del Reino Unido eran su propio control.

Por estas razones, decidí utilizar el promedio de las dos estimaciones, una tasa de mortalidad anual del 2%.

Estos son mis resultados para EE.UU. para estos tres grupos de medicamentos para personas de al menos 65 años de edad (58,2 millones; el uso es sólo en pacientes ambulatorios) [29-32].

Uso por 65+ Tasa de mortalidad Muertes anuales
Neurolepticos 1,5% 2% 17460
Benzodiacepinas 13,0% 2% 151320
Antidepresivos 19,0% 2% 221160
Total 389940

Una limitación de estas estimaciones es que sólo se puede morir una vez y muchas personas reciben polifarmacia. No está claro cómo deberíamos adaptarnos a esto. En el estudio de cohorte del Reino Unido de pacientes deprimidos, el 9% también tomó neurolépticos y el 24% tomó hipnóticos/ansiolíticos [27].

Por otro lado, los datos sobre las tasas de mortalidad provienen de estudios en los que muchos pacientes en el grupo de comparación también tomaban varios medicamentos psiquiátricos, por lo que no es probable que esto sea una limitación importante, considerando también que la polifarmacia aumenta la mortalidad más allá de lo que causan los medicamentos individuales.

Las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades enumeran estas cuatro causas principales de muerte [33]
Enfermedades cardíacas: 695.547
Cáncer: 605.213
Covid-19: 416.893
Accidentes: 224.935

Las muertes por covid-19 están disminuyendo rápidamente, y muchas de esas muertes no son causadas por el virus, sino que simplemente ocurrieron en personas que dieron positivo porque la OMS recomendó que todas las muertes en personas que dieron positivo deberían llamarse muertes por covid.

Los jóvenes tienen un riesgo de muerte mucho menor que los ancianos, ya que rara vez se caen y se rompen la cadera, razón por la cual me he centrado en los ancianos. He tratado de ser conservador. Mi estimación pasa por alto muchas muertes por medicametnos en personas menores de 65 años; sólo incluye a tres clases de fármacos psiquiátricos; y no incluye las muertes hospitalarias.

Por tanto, no tengo ninguna duda de que los fármacos psiquiátricos son la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.

Otros grupos de medicamentos y muertes hospitalarias
Los analgésicos también son una de las principales causas de muerte. En Estados Unidos, unas 70.000 personas murieron en 2021 por una sobredosis de un opioide sintético [34].

El uso de AINE también es elevado. En EE UU, el 26% de los adultos los utilizan regularmente, el 16% de los cuales los obtienen sin receta [35] (principalmente ibuprofeno y diclofenaco) [36].

Como no parece haber diferencias importantes entre la capacidad de los fármacos para causar trombosis [37] podemos utilizar los datos del rofecoxib. Merck y Pfizer no informaron los eventos trombóticos en sus ensayos de rofecoxib y celecoxib, respectivamente, hasta tal punto que constituyó un fraude [1], pero en un ensayo, de adenomas colorrectales, Merck evaluó los eventos trombóticos. Hubo 1,5 más casos de infarto de miocardio, muerte súbita cardíaca o accidente cerebrovascular con rofecoxib que con placebo por cada 100 pacientes tratados [38]. Alrededor del 10% de las trombosis son mortales, pero los ataques cardíacos son raros en los jóvenes. Restringiendo el análisis a las personas de al menos 65 años, obtenemos 87.300 muertes anuales.

Se ha estimado que cada año se producen 3.700 muertes en el Reino Unido debido a complicaciones de úlcera péptica en usuarios de AINE [39], lo que corresponde a unas 20.000 muertes cada año en EE UU. Por tanto, la estimación total de muertes por AINE es de unas 107.000.

Si sumamos las estimaciones anteriores, 315.000 muertes hospitalarias, 390.000 muertes por drogas psiquiátricas, 70.000 muertes por opioides sintéticos y 107.000 muertes por AINE, obtenemos 882.000 muertes anuales por medicamentos en EE UU.

Muchos otros medicamentos de uso común además de los mencionados anteriormente pueden causar mareos y caídas, por ejemplo, los medicamentos anticolinérgicos contra la incontinencia urinaria y los medicamentos para la demencia, que son utilizados por el 1% y el 0,5% de la población danesa, respectivamente, aunque no tienen ningún efecto clínicamente relevante [1,2].

Es difícil saber cuál es la cifra exacta de muertes causadas por nuestros medicamentos, pero no cabe duda de que son la principal causa de muerte. Y el número de muertos sería mucho mayor si incluyéramos a las personas menores de 65 años. Además, del número oficial de muertes por enfermedades cardíacas habría que restar las causadas por los AINE, y de los accidentes, las muertes por caídas provocadas por fármacos psiquiátricos y muchos otros medicamentos.

Si una pandemia tan letal hubiera sido causada por un microorganismo, habríamos hecho todo lo posible para controlarla. La tragedia es que fácilmente podríamos controlar nuestra pandemia de drogas, pero cuando nuestros políticos actúan, normalmente empeoran las cosas. La industria farmacéutica los ha presionado tanto que la regulación de los medicamentos se ha vuelto mucho más permisiva que en el pasado [40].

La mayoría de las muertes por medicamentos se pueden prevenir [41], sobre todo porque la mayoría de los pacientes que murieron no necesitaban el medicamento que los mató. En ensayos controlados con placebo, el efecto de los neurolépticos y los medicamentos para la depresión ha estado considerablemente por debajo del efecto clínicamente menos relevante, también en casos de depresión muy grave [2,7]. Y, a pesar de su nombre, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, los AINE no tienen efectos antiinflamatorios [1,42] y revisiones sistemáticas han demostrado que su efecto analgésico es similar al del paracetamol (acetaminofén). Sin embargo, a la mayoría de los pacientes con dolor se les recomienda tomar paracetamol y un AINE de venta libre. Esto no aumentará el efecto, sólo el riesgo de muerte.

Lo más trágico es que los principales psiquiatras de todo el mundo no se dan cuenta de lo ineficaces y peligrosas que son sus medicamentos. Un psiquiatra estadounidense, Roy Perlis, profesor de Harvard, argumentó en abril de 2024 que las pastillas para la depresión deberían venderse sin receta porque son “seguras y eficaces” [43]. Son muy inseguros e ineficaces. Perlis también afirmó que los medicamentos para la depresión no aumentan el riesgo de suicidio en personas mayores de 25 años, lo cual también es incorrecto. Duplican los suicidios en adultos [23,24].

Perlis escribió que “algunos todavía cuestionan la base biológica de este trastorno, a pesar de la identificación de más de 100 genes que aumentan el riesgo de depresión y de los estudios de neuroimagen que muestran diferencias en los cerebros de las personas con depresión”. Ambas afirmaciones son completamente erróneas. Los estudios de asociación genética han fracasado, al igual que los estudios de imágenes cerebrales, que por lo general son muy defectuosos [44]. Las personas están deprimidas porque viven una vida deprimente, no debido a algún trastorno cerebral.

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