Nada nuevo
Una evaluación no comparativa, por lo que no aporta evidencia sobre posibles ventajas, sobre todo respecto a la supervivencia. El amivantamab acarrea un riesgo de efectos adversos graves, incluyendo necrólisis epidérmica tóxica.
RYBREVANT – amivantamab en concentrado para solución para infusión intravenosa
Janssen Cilag
En aproximadamente un 1% de los pacientes con cáncer pulmonar no microcítico, las células tumorales portan una mutación activadora del gen receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), provocada por una inserción en el exón 20. Esas mutaciones bloquean la acción antineoplásica de la mayoría de los inhibidores de la tirosina cinasa del EGFR, como el gefitinib. Para este problema, cuando el tumor es irresecable, la quimioterapia basada en platino es el tratamiento de referencia. Si el cáncer progresa durante o después de esta quimioterapia, no existe un tratamiento consensuado [1,2].
El amivantamab es un anticuerpo monoclonal biespecífico que se une al receptor EGFR y al MET (transición epitelial mesenquimal), que se encuentran en la superficie de algunas células tumorales. En la UE, se lo autorizó, en monoterapia, para tratar el cáncer pulmonar no microcítico con mutaciones de inserción en el exón 20 del EGFR, cuando hay progresión durante o después de la quimioterapia basada en platino [3,4].
Este permiso se basa en un único ensayo clínico no comparativo que incluyó a 114 pacientes. Todos tenían cáncer pulmonar no microcítico metastásico (ensayo clínico Chrysalis) [1,2,4,5]. En general, el estado de salud de la mayoría era bueno. En casi la mitad, se había descubierto una metástasis al menos 15 meses antes (intervalo máximo de 10 años), lo que indica que, en algunos casos, la enfermedad estaba progresando con lentitud [1,2,4,5].
La mediana general de la supervivencia desde el inicio del ensayo clínico se estimó en 23 meses [1,2]. En este ensayo clínico, no se demostró que el amivantamab alargara la supervivencia, ya que no se usó un control [2,5].
En los informes de las agencias reguladoras de Europa y de EE UU, la evaluación de los efectos adversos del amivantamab se basa en datos de 489 pacientes, que participaron en diferentes ensayos clínicos no comparativos [3,5]. Casi todos los pacientes experimentaron al menos un efecto adverso atribuido al amivantamab, que se consideró grave en el 16% de los casos. El 4% de los pacientes interrumpió el tratamiento con amivantamab debido a un efecto adverso, principalmente reacciones a la infusión o neumonía. Hubo un caso de necrólisis epidérmica tóxica que afectó aproximadamente a un 50% de la superficie corporal [3,5].
A pesar de que se administró un corticoesteroide, un antihistamínico y paracetamol antes de la infusión, dos tercios de los pacientes padecieron al menos una reacción relacionada con la infusión, principalmente disnea, enrojecimiento, escalofríos, molestias torácicas, náuseas y vómitos [1,3,5]. Los eventos adversos que se consideraron asociados a la inhibición de EGFR fueron: erupción cutánea (se notificó en alrededor del 75% de los pacientes), incluyendo erupciones acneiformes que, a menudo, se trataron con un antibiótico y con corticoesteroides sistémicos; inflamación alrededor de la uña (paroniquia) (42%); estomatitis (20%); diarrea (11%); trastornos oculares (12%), incluyendo alteraciones visuales y queratitis; enfermedad pulmonar intersticial (3%); y transaminasas hepáticas elevadas (alrededor del 35%). Los eventos adversos que se consideraron asociados a la inhibición de MET fueron hipoalbuminemia (30%) y edema periférico (22%), por lo que, en algunos casos, fue necesario usar un diurético [1,3,5].
Revisión de la literatura hasta el 1 de septiembre de 2023
En respuesta a nuestra solicitud de información, Janssen Cilag no nos proveyó documentación sobre su producto.