Nada nuevo
En dos ensayos clínicos con un total de 926 pacientes con diabetes (principalmente tipo 2, y, en la mayoría de los casos, con un nivel de glucohemoglobina [HbA1c] inferior a 7,5%), el brolucizumab no mejoró la agudeza visual más que el aflibercept, otro inhibidor del VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular). Algunos efectos adversos oculares son un poco más frecuentes con el brolucizumab que con el aflibercept.
BEOVU – brolucizumab en solución para inyección intravítrea
Novartis
La retinopatía diabética se suele acompañar de edema macular, que ocasiona una pérdida importante de agudeza visual. Los inhibidores del factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) ranibizumab y aflibercept se administran en una inyección intravítrea y son útiles para mejorar la agudeza visual. El aflibercept es el tratamiento de primera elección para los pacientes con una disminución visual marcada [1-3].
El brolucizumab es otro inhibidor del VEGF que ya estaba autorizado en la UE para tratar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), a pesar de no haber evidencia de que represente un avance terapéutico. También se lo autorizó para tratar a pacientes con diabetes que tienen una agudeza visual reducida a causa de un edema macular [2,4].
Para este problema, la evaluación clínica del brolucizumab se basa principalmente en dos ensayos clínicos aleatorizados, de doble ciego y de “no inferioridad” que lo compararon con el aflibercept, y cuyos protocolos eran similares. Se inscribió a un total de 926 pacientes, la mayoría de los cuales tenían diabetes tipo 2, con un nivel de glucohemoglobina (HbA1c) no mayor al 10% (mediana de 7,4%). En el inicio, la mitad de los pacientes tenían una agudeza visual de menos de 68 letras según la puntuación del estudio sobre el tratamiento precoz de la retinopatía diabética (ETDRS). Esta puntuación va de 5 a 100 letras, y la agudeza visual “normal” está entre las 80 y las 100 letras. Ninguno de los pacientes había recibido un inhibidor del VEGF antes [1,2,5,6].
En estos dos estudios, la mejora promedio de la agudeza visual después de un año de tratamiento (el criterio principal de valoración) fue de aproximadamente 10 letras en ambos grupos. Se llegó a la conclusión de que el brolucizumab “no era inferior” al aflibercept [2].
El perfil conocido de efectos adversos del brolucizumab es el que comparten los inhibidores del VEGF intravítreos: consiste principalmente en problemas oculares que, en ocasiones, son graves, algunos asociados a la vía de administración. Estos incluyen los siguientes: uveítis y endoftalmitis, desprendimiento de retina, desgarro retiniano, catarata traumática, aumento de la presión intraocular, y hemorragia y trombosis ocular. También se notificaron efectos adversos no oculares con los inhibidores del VEGF, como aumento de la tensión arterial y eventos tromboembólicos arteriales y venosos [4,7].
En los dos ensayos clínicos descritos arriba, se notificaron la mayoría de los efectos adversos de los inhibidores del VEGF intravítreos en ambos grupos. Al igual que en la evaluación original del DMAE, se notificó inflamación intraocular con más frecuencia en los grupos brolucizumab, a saber: en el 3,4% de los pacientes, frente al 1,1% en los grupos aflibercept. Lo mismo ocurrió con la oclusión vascular retiniana, a saber: en el 0,7% frente al 0,3%, incluyendo un caso grave en el grupo brolucizumab que ocasionó una pérdida grave de la agudeza visual, por lo que se interrumpió el tratamiento [2,4].
Los efectos teratogénicos y fetotóxicos de los inhibidores del VEGF implican que el brolucizumab no se debería usar en mujeres que están o pudieran quedar embarazadas. Las mujeres en edad fértil deberían usar anticonceptivos eficaces durante el tratamiento con brolucizumab y durante al menos dos meses después de terminar el tratamiento [2,7].
Notas
Revisión de la literatura hasta el 26 de julio de 2023
En respuesta a nuestra solicitud de información, Novartis nos proveyó información y documentos administrativos.