Los medicamentos como factor de riesgo de caídas en mujeres mayores de Brasil. | |
Rozenfeld S et al. Rev Panam Salud Pública 2003; 13(6):369-375 |
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Objetivo: Determinar la prevalencia de caídas en mujeres mayores de Río de Janeiro, Brasil, y su asociación con el consumo de medicamentos. Desde el punto de vista de la salud pública, las caídas de adultos mayores están cobrando mayor importancia en Brasil y muchos otros países en desarrollo debido al rápido crecimiento de su población de mayor edad.
Métodos: Se realizó un estudio transversal con mujeres de 60 años o más que participaban en actividades educativas, culturales y sanitarias de la Universidad Abierta de la Tercera Edad (UATE), un grupo dedicado a promover el bienestar de adultos mayores en Río de Janeiro. Las mujeres del estudio podían caminar, no tenían problemas cognitivos y vivían en sus comunidades (es decir, no vivían en colectividades especiales para adultos mayores). Se recopiló mediante un cuestionario aplicado en entrevistas personales la información sobre las caídas que estas mujeres habían sufrido en los 12 meses anteriores a la entrevista, los medicamentos que tomaban en los 15 días previos, los trastornos de salud pasados y en el momento de la entrevista, así como sus características demográficas. A las mujeres entrevistadas personalmente se les tomó también la presión arterial. Se definieron dos variables de interés: 1) personas que sufrieron una o más caídas; 2) personas que sufrieron más de una caída (por comparación con las que sufrieron una caída o ninguna).
Resultados: Del total de 634 mujeres entrevistadas personalmente en las instalaciones de la UATE, 23,3% informaron haber sufrido una caída en el año previo y 14,0% manifestaron haber sufrido dos o más caídas en ese período. De las 634, solo 9,1% no habían tomado ningún medicamento, ni de venta libre ni recetado, mientras que 52,7% tomaban de 1 a 4 medicamentos; 34,4% tomaban de 5 a 10; y 3,8% tomaban entre 11 y 17. En comparación con las que no tomaban diuréticos, las mujeres que los tomaban y también sufrían de enfermedades osteomusculares tuvieron 1,6 más probabilidades de haber sufrido una caída en el año anterior, aun después de ajustar los datos en función de la presencia de enfermedades cardiovasculares. Las mujeres que tomaban bloqueadores beta informaron 2,0 veces más caídas recurrentes que las que no los consumían, aun habiendo ajustado los datos según la presencia de enfermedades cardiovasculares. El riesgo de caídas recurrentes entre mujeres que sufrían de hipotensión postural y tomaban ansiolíticos o sedantes fue 4,9 veces mayor que entre las que no los tomaban.
Conclusiones: Estos resultados indican que existe una asociación entre las caídas, ya sean una sola o más, y algunos grupos de medicamentos. Algunas caídas podrían evitarse mediante un uso más racional de los medicamentos, por lo que se deben desarrollar e implementar medidas para fomentarlo. |