Desde julio de este año, más de 10 medicinas tienen nuevos precios en Ecuador, según los administradores de farmacias consultados por El Comercio. Un administrador de farmacia señala que las farmacéuticas nunca explican el por qué del registro de los nuevos precios. Los incrementos se registran de centavo en centavo, llega hasta 30 centavos por cada fármaco, y se registra en productos simples como Finalín (terramicina) hasta los sueros para la deshidratación [1].
Sin embargo, la directora ejecutiva de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (Alafar), Juana Ramos, indicó que este organismo no ha pedido incremento de los precios desde el 2000. “Para nosotros es una sorpresa ver las notas de prensa donde se habla de nuevos precios de fármacos” [1].

Según la funcionaria, los pocos casos de elevación son aquellos que el Consejo de Fijación de Precios (compuesto por el Ministerio de Salud, de Industrias y Alafar) autorizó durante el 2003 y que por diversas razones no se ejecutaron sino hasta el momento” [1].

Esta explicación es válida, según Magda Saltos, representante del Ministerio de Salud ante el Consejo de Fijación de Precios. Mientras no se sobrepase el techo fijado por el Consejo -dice Saltos- las farmacéuticas todavía están dentro del precio oficial. Pese a este comentario, el Ministerio de Salud dispuso a las 22 direcciones provinciales del país que refuercen los controles [1].

Magda Saltos dijo que las direcciones tienen la facultad para sancionar a las farmacéuticas que irrespeten el precio. La sanción va desde la amonestación verbal, hasta la multa pecuniaria [1].

En Nicaragua las autoridades del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) confirmaron que revisarán las solicitudes de incremento en el precio de las medicinas que varios distribuidores han hecho. A su vez, ratificaron que la cartera legalizó un ajuste en los precios de los fármacos, por deslizamiento del córdoba respecto al dólar, de un 3,75%, que Andiprofa aplicó sin autorización en sus productos de abril a septiembre, a cambio de que desistiera de un nuevo ajuste solicitado en octubre [2].

También reconocieron que firmaron un acuerdo con la Asociación Nicaragüense de Distribuidoras de Productores Farmacéuticos (Andiprofa), en la que deja sin efecto las multas que el Mific les aplicó en abril de este año, a 19 empresas distribuidoras de medicamentos y a tres laboratorios nacionales que aumentaron los precios de los fármacos sin su autorización [2].

Según se dio a conocer, hay una lista de solicitudes acumuladas de revisión de precios de nuevos productos, pero el Mific no se las ha podido atender por razones de tiempo y por presentación de información incompleta. Se supone que se va a completar esta información y el Mific se comprometió a revisar las solicitudes pendientes [2].

Mientras tanto, el Mific pretende crear una comisión para revisar la estructura de costo de las medicinas que deberá estar lista a más tardar el 10 de diciembre, y en la cual incluirá a los actores involucrados en el tema de las medicinas, como el Ministerio de Salud, Minsa, Andiprofa, consumidores y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), por ser uno de los grandes consumidores [2].

Por su parte, Alberto Lacayo, Presidente de la Asociación de Farmacias Unidas de Nicaragua (AFUN), expresó que desafortunadamente el Mific ha permitido que prevalezca el criterio de Andiprofa, y prueba de ello es que se han reunido de manera bipartita, sin incluir a los demás sectores involucrados. Para colmo, dejó sin efecto la multas que el Mific impuso a las distribuidoras que ajustaron sus precios sin su autorización añadió Lacayo. Agregó que las distribuidoras tienen la capacidad de asumir el ajuste por deslizamiento del córdoba respecto del dólar, con tan sólo reducir las regalías que ofrecen a las farmacias que se encuentran en zonas privilegiadas como Las Colinas y Villa Fontana, a las que les ofrecen hasta un descuento del 30% [2].

Otro tema que ha tenido ocupadas a las autoridades nicaragüenses es la de los medicamentos vencidos que se han encontrado en instalaciones hospitalarias. Por ejemplo, en los depósitos del Hospital Alemán Nicaragüense (HAN) se localizaron aproximadamente siete toneladas de medicamentos vencidos cuando se buscó espacio para nuevos fármacos. Según informó Alfredo Borge Palacios, Director del HAN, algunos de éstos están vencidos desde 1991 [3].

Se estima que es una basura con costo millonario, pues se encuentran desde medicamentos ginecológicos, quirúrgicos, hasta material de reposición [3].

El director del HAN explicó que por sus precios etiquetados en dólares podría ser que estos medicamentos pertenecían a donaciones que realizaban ONG o casas comerciales en administraciones pasadas. Señalaba además que muchas veces se donan productos que están próximos a vencer o que no son de los de mayor consumo. Así los donantes se liberan de un problema y mejoran su imagen publicando sus millonarias donaciones, pero las instituciones receptoras muchas veces se ven envueltas en otro problema [3].

Ante esta situación en que, como explica el director del HAN, los donantes quedan como los buenos y las autoridades sanitarias como los malos administradores, por una resolución del Ministerio de Salud se determinó que las administraciones de los hospitales no deben aceptar cosas que estén próximas a vencerse antes de un año para evitar que se acumulen en los depósitos [3].

Estás tareas de remoción y ordenamiento de los depósitos ya se realizaron en otros hospitales de Managua, pero parece ser que el caudal de elementos vencidos o ya fuera de uso que encontraron en el HAN es el mayor. Las tareas de limpieza llevaron como tres meses y se realizaron con la ayuda de una ONG [3].

Siguiendo la norma aceptada a nivel mundial, se decidió que la mejor manera de deshacerse de estos medicamentos era la incineración [3]. Sin embargo, las gestiones para lograr la incineración llevaron alrededor de tres meses. Una cementera se ofreció a hacerlo en sus hornos [4].