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Grupo de salud y propiedad intelectual de la OMS cierra reunión con sustancial progreso
William New, Intellectual Property Watch, 14 de noviembre de 2007
Los Estados miembros de la OMS culminaron una intensa semana de negociaciones sobre las formas de mejorar el acceso al cuidado de la salud para las poblaciones más pobres con un significativo avance dentro de un marco. Pero queda pendiente un trabajo arduo para la próxima sesión, dijeron los participantes.
“El nivel de compromiso me ha causado una impresión muy favorable”, expresó en la sesión de clausura Margaret Chan, Directora General de la OMS. “En la Secretaría, nos encaminamos a hacer más”, agregó.
El Grupo de Trabajo Intergubernamental sobre Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual (IGWG) debe procurar una estrategia y un plan de acción antes de la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2008. El objetivo es abordar el desarrollo y la investigación insuficientes para enfermedades que aquejan a los pobres de manera desproporcionada.
La próxima reunión del IGWG se acordó tentativamente para el 28 de abril al 3 de mayo. Hasta ese momento, la Secretaría preparará un documento sobre el trabajo. Incluirá el texto que se acordó, el que se dejó entre paréntesis (que se debatió pero no se acordó) y el que aún no se ha debatido. Los miembros tienen tiempo hasta enero para hacer comentarios sobre la sección no debatida y la Secretaría expedirá un documento sobre dichos comentarios. Por otro lado, en cuanto al trabajo del subgrupo sobre el plan de acción, se preparará una nota en forma separada y se planea una reunión de dos o tres días para llevarse a cabo inmediatamente después de la reunión de enero del Consejo Ejecutivo.
Chan reafirmó el compromiso de la Secretaría de la OMS, y su compromiso personal, con el trabajo del grupo y prometió más.
En la sesión de clausura del sábado, Ahmed Ogwell, Jefe de Relaciones Sanitarias Internacionales del Ministerio de Salud de Kenya, estableció un tono serio para la continuación de la reunión.
“Permítanme recordar que la razón por la cual nos reunimos e intercambiamos ideas es precisamente que los sistemas actuales no han respondido a las necesidades de salud de los pobres”, afirmó Ogwell. “Los productos de salud existentes son demasiado caros para los pobres, y las llamadas enfermedades de Tipo II y III no son objeto de desarrollo e investigación. Espero, Presidente, que nadie ponga entre paréntesis esa frase”. Así aludió a los paréntesis que encierran el texto de las negociaciones aún no acordadas.
“El sector de la salud es el sendero final común del esfuerzo humano”, continuó Ogwell. “Si cualquier sector falla, ya sea de transporte, medioambiente, comercio o incluso política, se transforma en un problema de salud”.
“Además, para nosotros no quedan dudas”, agregó en comentarios preparados, “de que los regímenes de propiedad actuales también han generado importantes problemas de salud para África y el mundo. Si se evita enfrentar los problemas reales, no se solucionarán los problemas originales que condujeron al establecimiento del IGWG”. Ogwell luego mencionó la importancia de encontrar modelos de financiamiento sostenible para la investigación y el desarrollo.
Los miembros, tanto pública como privadamente, acentuaron el buen espíritu de la reunión. Surgieron preguntas acerca de si hubo tácticas de demora implementadas a través de debates semánticos con el fin de extender el impulso en un proceso que podría conducir a un cambio significativo en el sistema existente de investigación y desarrollo.
Un funcionario de un país desarrollado señaló que se está buscando un plan de acción sustantivo y que, aunque esperaban terminarlo esta semana, la máxima prioridad para tales países es lograr un buen resultado.
Sin embargo, un funcionario de un país en desarrollo declaró a Intellectual Property Watch: “El hecho es que se necesita mucho tiempo y esfuerzo para quitar los inmensos paréntesis con los cuales la industria ha encerrado a la palabra ‘salud’ y a la OMS como el órgano de Naciones Unidas a cargo de fomentarla para el beneficio de la humanidad, por encima de consideraciones relacionadas con los intereses comerciales o el interés de los titulares de derechos de propiedad intelectual”.
Los grupos industriales señalan que comparten la preocupación acerca de lograr mejoras sustantivas en la salud de las poblaciones pobres. Pero una cuestión central es el “mantenimiento general del modelo de incentivos” basado en las patentes, y la construcción sobre él más que en su reemplazo, expresó Harvey Bale, Director General de la Federación Internacional de Asociaciones de Industriales Farmacéuticos (IFPMA).
“Confío en que el IGWG, al fin y al cabo, buscará medios especiales y no socavará el sistema” a través de medidas menos estrictas que el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio, afirmó Bale en una entrevista.
A modo de ejemplo de pensamiento complementario, Bale citó la sección 11.02 de la renovación del mandato de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos aprobado en septiembre, el cual permite el tratamiento expeditivo de medicamentos desarrollados para enfermedades tropicales. Si se tarda menos en llegar al mercado, se puede ayudar a las empresas a recuperar costos más pronto, expresó.
Sin embargo, algunos participantes afirmaron que la reunión mostró que crece el apoyo de cambios más sustanciales, aunque ninguno dijo que existiera presión para desmantelar el sistema de patentes.
Mientras la industria y los gobiernos de países desarrollados buscan agregados para el sistema existente, tales como más asociaciones público privadas, una porción consensuada del texto manifiesta que las iniciativas adoptadas en los últimos años “no son suficientes para vencer los desafíos de alcanzar la meta de garantizar el acceso y la innovación de los dispositivos médicos y productos de salud que se necesitan”.
Esto podría interpretarse como que “los miembros han acordado que más de lo mismo no es suficiente”, indicó uno de los participantes.
Sisule Musungu, quien participó en la reunión como experto invitado de la OMS, comentó que la conferencia fue buena y que la sección de la propiedad intelectual pareció ser la más difícil. Pero los prolongados debates que se mantuvieron han llevado a un mejor entendimiento de los problemas y las posiciones, lo cual podría inducir a los miembros líderes a introducir un cambio en el sistema, señaló.
“Creo que avanzan en una dirección en la cual podría producirse una gran repercusión en el tipo de investigaciones sobre las que este grupo debe trabajar, y podrían considerarse muy seriamente las nuevas ideas de las propuestas presentadas”, opinó luego Musungu.
En cuanto al tema de la propiedad intelectual, Noruega presentó un proyecto alternativo al texto de negociación que estaba lleno de paréntesis, lo que implica ausencia de acuerdo. El documento noruego, que quitó algunas de las secciones más controvertidas del texto, aparentemente fue recibido favorablemente por otros Estados miembros.
Nicoletta Dentico, de la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas, quien participó en las negociaciones, dijo luego que “la cultura política que circunda estos problemas está cambiando” y señaló que el máximo nivel dentro de la OMS le ha prestado atención. Dentico afirmó que se realizarían esfuerzos destinados a conservar el impulso del tema hasta la próxima reunión.
El grupo de redacción B adoptó un informe de plan de acción con paréntesis en el que se trabajará nuevamente en enero. La versión del 9 de noviembre mostró progreso en los planes para delinear la investigación y el desarrollo mundiales a fin de identificar las brechas de enfermedades desatendidas, a través del desarrollo de estrategias prioritarias, que incluyen la medicina tradicional, aumentar el financiamiento, mejorar los programas de investigaciones sobre la salud, mediante la cooperación y el fomento de un mayor acceso a los conocimientos y a la tecnología.
El viernes, los negociadores concluyeron el trabajo sobre la sección introductoria del proyecto de la estrategia, con acuerdos casi unánimes sobre el contexto, el objetivo y los principios. Se acordó eliminar una sección en consideración. El proyecto de texto del 9 de noviembre mostró la inclusión de muchos principios, que surgieron de una reunión de países latinoamericanos que tuvo lugar en Río de Janeiro en septiembre, destinados a preservar los aspectos sociales de la propiedad intelectual y la salud pública.
El texto del 9 de noviembre también refleja un extenso debate sobre si la competencia y la reducción o eliminación de aranceles de importación debían tenerse en cuenta como maneras de bajar los precios y aumentar el acceso a productos de salud y dispositivos médicos. La industria de las naciones desarrolladas ha estado presionando a favor de la reducción.
En la sesión de clausura, EE.UU., secundado por Europa, expresó preocupación acerca de que cierto texto introductorio no refleja el debate con precisión. Aparentemente, la percepción general era que podría ser necesario introducir cambios técnicos en el texto.
Reacción positiva de las ONG
“Esta semana, todo el mundo se unió al movimiento de i+a [innovación + acceso]”, dijo luego James Love, Director de Knowledge Ecology International. “Este es un debate muy serio e importante sobre la necesidad de conciliar la innovación y el acceso”.
“El progreso fue lento, pero los problemas son muy arduos”, agregó Love. “El texto es bueno. Me causó una muy buena impresión la gran seriedad con la que cada delegación captó la esencia. Están intentando encontrar el tono adecuado y la dirección correcta, y están trabajando en los problemas más difíciles e importantes”.
“Lo más alentador es que los gobiernos han determinado que los negocios ya no serán el factor decisivo”, declaró Michel Lotrowska, un activista de la Campaña de Acceso a los Medicamentos Esenciales de Médecins sans Frontières. “Están abiertos a explorar nuevas formas de financiar la investigación esencial de salud, de modo tal que los frutos de la innovación sean accesibles a quienes más la necesiten. Un ejemplo es la decisión de continuar los debates acerca de un tratado esencial sobre la investigación y el desarrollo biomédicos y de la salud”.
“Empezamos a sentir que los países están presionando a la OMS para que sea más activa en la resolución de la crisis del acceso a los medicamentos y para que adopte un enfoque pro salud en materia de propiedad intelectual”, explicó Lotrowska. “Y los gobiernos están tomando medidas para abordar las razones fundamentales por las que se carece de inversiones en la innovación para las enfermedades padecidas por los pobres”.
Nota de los editores:
-Recomendamos ver: “Propuesta para facilitar el acceso a los tratamientos contra el cáncer: Pools de patentes para tecnologías médicas”, Ventana Abierta de Judit Rius Sanjuán para el Boletín Fármacos 2007;10(4); “América Latina: Declaración Conjunta de la Sociedad Civil Latinoamericana sobre el Grupo de Trabajo Intergubernamental sobre Salud Pública, innovación y Propiedad Intelectual (IGWG)” e “Informe de KEI: Organización Mundial de la Salud – Grupo de Trabajo Intergubernamental sobre Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual (IGWG)” en la Sección Economía y Acceso del Boletín Fármacos 2007;10(4); “La OMS y los derechos de propiedad intelectual” en la Sección Derechos de Propiedad Intelectual y Libre Comercio del Boletín Fármacos 2006;9(4); y “Un informe de la OMS sobre la propiedad intelectual causa debate y disgusto a la industria” en la Sección Reportes Breves del Boletín Fármacos 2006;9(2).