Publican recomendaciones para prevenir errores de medicación
Noticias AIS-LAC, julio 2008
Información reciente sobre posibles beneficios y riesgos de las estatinas
Traducido y editado por Boletín Fármacos de: Belluck P. Cholesterol-fighting drugs show wider benefit. The New York Times, 10 de noviembre de 2008; Parker-Pope, A call for caution in the rush to statins, The New York Times, 18 de noviembre de 2008.
El sobrepeso lleva a los jóvenes a los medicamentos para adultos
Traducido por Boletín Fármacos de: Stephanie Saul, Weight Drives the Young to Adult Pills, Data Says, New York Times, 26 de julio de 2008.
Los niños y los medicamentos para la tuberculosis: Acortar las distancias en la investigación
Traducido y editado por Boletín Fármacos de: Suzanne Hill et al., Children and tuberculosis medicines: bridging the research gap, Bulletin of the World Health Organization, 9 de septiembre de 2008.
Medicamentos que contienen sodio e hipertensión
Editado por Boletín Fármacos
Medicamentos para la tos y el resfriado en los niños: FDA todavía no decide qué hacer. EE.UU.
Resumido por Boletín Fármacos de: FDA sin decidir medicinas para infantes, Associated Press, 2 de octubre 2008; La FDA desea más tiempo para estudiar los medicamentos para el resfriado para niños, Health Day News / Dr. Tango, 2 de octubre 2008.
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Publican recomendaciones para prevenir errores de medicación
Noticias AIS-LAC, julio 2008
El Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos de España (Institute for Safe Medication Practices, ISMP), organización dedicada a promover la seguridad y mejorar la calidad en el proceso de utilización de medicamentos, ha publicado en su Boletín Nº 27, una serie de recomendaciones para prevenir errores de medicación.
Los sistemas de utilización de medicamentos son procesos complejos debido a las diferentes etapas que intervienen (desde la selección hasta la administración o monitoreo), aumentando el riesgo de presentarse errores que puedan dañar al paciente. Los errores de medicación son “cualquier incidente prevenible que pueda causar daño al paciente o de lugar a una utilización inapropiada de los medicamentos, cuando éstos están bajo el control de los profesionales sanitarios o del paciente o consumidor” (National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention, NCC MERP).
Ante esto, el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos, ha implementado el Sistema de Notificación y Aprendizaje de Errores de Medicación, el cual recoge las comunicaciones enviadas por profesionales sanitarios de España, y los publica a fin de evitar que estos errores de medicación vuelvan a producirse.
Puede acceder al boletín ISMP –España, a través de la siguiente dirección:
www.ismp-espana.org/ficheros/index/3
Más información: www.ismp-espana.org/
(regresa a prescripción, farmacia y utilización)
Información reciente sobre posibles beneficios y riesgos de las estatinas
Traducido y editado por Boletín Fármacos de: Belluck P. Cholesterol-fighting drugs show wider benefit. The New York Times, 10 de noviembre de 2008; Parker-Pope, A call for caution in the rush to statins, The New York Times, 18 de noviembre de 2008.
Un artículo en el New York Times dio a conocer los resultados de un nuevo estudio patrocinado por AstraZeneca que sugiere que millones de personas podrían beneficiarse de las estatinas, incluso los que tengan niveles bajos de colesterol, al disminuir de forma significativa el riesgo de infartos de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte.
El estudio, llamado Júpiter, involucró a 18.000 personas de todo el mundo y consistió en tratar con estatinas a hombres y mujeres de 50 años o 60 años o más, respectivamente, sin niveles elevados de colesterol ni historia de enfermedad cardiovascular pero con niveles elevados de proteína-C reactiva (PCR), un indicador de que hay un proceso inflamatorio en el cuerpo.
El estudio se publicó en el NEJM y documentó que el riesgo de que las personas tratadas sufrieran un accidente cerebrovacular o necesitaran una angioplastia o cirugía de bypass se redujo en casi la mitad, y sus probabilidades de morir durante el estudio se redujeron en un 20%.
Algunos científicos han dicho que los resultados de este estudio son muy importantes y podrían cambiar la práctica médica en cardiología. Un tema que ahora debe debatirse es quién debería hacerse la prueba de PCR y bajo qué circunstancias las personas que presenten niveles elevados deberían recibir tratamiento con estatinas. Como la enfermedad cardiaca es una enfermedad compleja, con muchos factores de riesgo – tabaquismo, hipertensión y sobrepeso – muchos investigadores han comentado que no se deberían prescribir estatinas en ausencia de enfermedad cardiaca, simplemente por tener una PCR elevada.
Otros opinaron que ni siquiera se debería hacer la prueba de PCR si no hay otros factores de riesgo, y añadieron que hay que hacer más investigación para determinar las características de los pacientes en quienes los beneficios de las estatinas son más importantes que los riesgos. No se puede olvidar que las estatinas – en raras condiciones – pueden deteriorar el músculo y/o el riñón, y algunos pacientes han notado una pérdida de la memoria. Otros dijeron que había que aumentar el uso de la prueba de PCR y prescribir estatinas en forma más agresiva.
Mientras el director del estudio opinó que si se aumentase el consumo de estatinas en EE.UU. en cinco años se podrían evitar 250.000 casos de infarto de miocardio, accidentes cerebrovaculares, cirugías vasculares y muertes por problemas de corazón; otros médicos y expertos que trabajan con grupos de defensa del consumidor cuestionaron la necesidad de tratar con estatinas a personas relativamente sanas y de aumentar el gasto en salud.
Este estudio utilizó rosuvastatina (Crestor de AstraZeneca) –la estatina más poderosa que se comercializa. Public Citizen solicitó que Crestor fuese retirado del mercado porque tiene mayores probabilidades de producir daño muscular y problemas renales que otras estatinas pero la FDA denegó la petición. En el estudio Júpiter, no se constató que los pacientes tratados con rosuvastatina experimentasen más problemas musculares o renales que los que estaban en el grupo placebo; sí se observó un pequeño aumento en la incidencia de diabetes (3% versus 2,4% en el grupo placebo). Los expertos consideran que otras estatinas aportarían los mismos beneficios que la rosuvastatina pero quizás se requerirían tratamientos más largos para observar beneficios semejantes.
Un indicador importante de la utilidad de este medicamento es el número de personas que hay que tratar para que se beneficie una persona, pero hay desacuerdo en las cifras. Una editorial del NEJM concluyó que había que tratar a 120 personas durante dos años para que una de ellas se beneficiase. Los autores del estudio Júpiter utilizaron criterios distintos y obtuvieron el número de 95. Otros piensan que el número es mucho menor. Los autores del estudio dijeron que bastaría con tratar a 25 personas durante 5 años para prevenir un problema cardiovascular grave.
Aunque muchos médicos consideraron que el estudio ha arrojado datos importantes, un análisis más profundo indica que las estatinas no son píldoras mágicas; mientras pueden salvar la vida de personas que han sufrido un infarto de miocardio y otros problemas cardiovasculares serios, los beneficios para las personas sanas son pocos.
En el estudio Júpiter, se escogieron 17.802 pacientes de 90.000. Esto significa que el 80% de las personas reclutadas fueron excluidas del estudio por una variedad de razones –tener otra enfermedad inflamatoria como artritis, estar consumiendo otros medicamentos, ser hipertensos, tener historia de cáncer etc. Según el Dr. Nieca Goldberg, al extrapolar esta información se constata que no hay mucha gente con las características de las personas que participaron en el estudio; lo que se puede prever es que podría aumentar mucho el número de personas que quieran hacerse el prueba de PCR y demanden una receta de estatinas, sin que haya evidencia de que se puedan beneficiar.
La forma como se informaron los resultados también puede provocar que personas sanas tengan una percepción exagerada de los beneficios de las estatinas. Mientras muchos investigadores informaron de que se había reducido en un 50% el riesgo de problemas cardiovasculares entre los usuarios de estatinas, en realidad todos los participantes en el estudio tenían un riesgo bajo. Solo el 1,8% de las personas en el grupo placebo y el 0,9 % de los que consumieron estatinas experimentaron un problema vascular durante el periodo del estudio –es decir, que en términos absolutos, el riesgo disminuyó en menos de un 1%.
Por otra parte, como el estudio se interrumpió tempranamente para que los que estaban en el grupo placebo pudieran beneficiarse del consumo de estatinas, no se ha obtenido suficiente información sobre la seguridad del tratamiento y tampoco se sabe si los beneficios de la estatina persisten a largo plazo.
Algunos médicos, como el Dr. Nissen de la Cleveland Clinic, dicen que empezarán a mirar los niveles de PCR y cuando esté elevada trataran a los pacientes. Otros médicos, que creen en el uso de las estatinas para la enfermedad cardiovascular, piensan que no hay que tratar a los pacientes sanos y dicen que lo importante es promover los estilos de vida saludables y hacer el despistaje de los factores de riesgo tradicionales como la hipertensión y la hipercolesterolemia.
(regresa a prescripción, farmacia y utilización)
El sobrepeso lleva a los jóvenes a los medicamentos para adultos
Traducido por Boletín Fármacos de: Stephanie Saul, Weight Drives the Young to Adult Pills, Data Says, New York Times, 26 de julio de 2008.
En EE.UU., cada vez es mayor el número de niños que toman medicamentos para diversos problemas crónicos relacionados con la obesidad, según los datos de prescripciones de medicamentos analizados por tres grandes organizaciones.
Las cifras, emanadas de los planes de salud Medco Health Solutions y Express Scripts, y de Verispan, empresa de datos para marketing, indican que cientos de miles de niños toman medicamentos para el tratamiento de la diabetes Tipo 2, hipertensión arterial, colesterol elevado y reflujo ácido – todos problemas vinculados a la obesidad de los que prácticamente no se oía hablar hace dos décadas en relación con pacientes infantiles.
La información, revelada públicamente en los últimos meses o proporcionada a solicitud del New York Times, señala que ya es una realidad la preocupación de que los niños reciban medicamentos para adultos – inquietud que se agravó tras la conflictiva recomendación de una organización nacional de pediatras.
Este mes, la Academia Americana de Pediatría aconsejó la prescripción de medicamentos para reducir el colesterol en niños a partir de los ocho años. La recomendación desató la inmediata reacción de algunos expertos, quienes se oponen a ella por considerarla una suerte de salvoconducto que habilitaría el tratamiento de pacientes pediátricos con medicamentos destinados a los adultos.
Es cierto que los medicamentos ayudan a tratar los distintos problemas vinculados a la obesidad. Sin embargo, algunos médicos temen que su utilización sea simplemente un método rápido para solucionar un problema que podría abordarse mejor con ejercicio y dieta. Aún así, algunas empresas farmacéuticas están desarrollando nuevas versiones de medicamentos de adultos, incluso algunas saborizadas, destinadas a la población infantil.
Si bien los tres análisis registraron algunos aumentos porcentuales significativos, los médicos sostienen que la prescripción de estos medicamentos entre los niños todavía representa menos del uno por ciento de sus ventas.
Con el propósito de obtener una estimación de cuántos niños estarían tomando este tipo de medicamentos, Express Scripts y Medco desarrollaron la extrapolación de sus datos -que abarcaron un total de más de cuatro millones de niños- a una población más amplia.
Aunque las empresas partieron de distintos supuestos para llegar a sus estimaciones, los datos encontrados sugieren que por lo menos varios cientos de miles de niños están recibiendo medicamentos para diversos problemas relacionados con la obesidad.
El mayor aumento -registrado por Medco- correspondió a los fármacos para el control de la diabetes Tipo 2, con un salto del 151% entre 2001 y 2007.
Según los datos de Medco, publicados en mayo pasado, el uso de medicamentos en niños con problemas de reflujo ácido, a menudo agravados por la obesidad, aumentó un 137% en un período de siete años. El análisis también registró, para el mismo período, un incremento del 18 por ciento en medicamentos para tratar la hipertensión arterial, y del 12% en medicamentos para controlar los niveles de colesterol elevado.
Por su parte, Express Script constató un aumento del 15%, para un período de tres años, en el uso de medicamentos para tratar el colesterol y otras sustancias grasas presentes en la sangre, categoría que incluye principalmente a las estatinas, un grupo de fármacos usados para disminuir el colesterol en sus distintas formas.
“Nos sorprende la rapidez con que han crecido las tasas de uso de medicamentos,” dijo la Dra. Donna R. Halloran, profesora asistente en la Universidad de St. Louis, quien participó en el análisis de Express Scripts, presentado en noviembre en un encuentro de la Asociación Americana de Salud Pública.
Los datos de Verispan registraron un aumento del 13%, ubicado en el período 2005-2007, en las prescripciones para la hipertensión correspondientes al grupo de menores de 19 años de edad. Sin embargo, en el mismo período, las cifras muestran un aumento de menos del 1% en los medicamentos para bajar los niveles de colesterol en niños.
Los médicos y algunos analistas financieros afirman que, comparado con otros fármacos, el aumento menos pronunciado en el consumo de medicamentos para el colesterol –dato observado en los tres análisis– refleja cierta cautela por parte de algunos médicos a la hora de prescribir esas medicinas a los menores.
Algunos expertos han observado con preocupación que el aumento en el uso de medicamentos para tratar problemas relacionados con la obesidad puede reflejar una falla sistémica, que lleva a los médicos y a los padres a contemplar el uso de fármacos ya que, modificar el estilo de vida en los niños con problemas obesidad, les resulta sumamente difícil.
“Creo que mucha gente en pediatría, incluido yo mismo, se enfrenta al problema de dar con la forma adecuada de tratar a estos niños,” dijo el Dr. Russell L. Rothman, profesor asistente en la Universidad de Vanderbilt, quien recientemente realizó una investigación entre los médicos y constató grandes variaciones en la forma en que se aborda el tratamiento de estos pacientes.
“Uno ve la presión arterial alta, o niveles elevados de azúcar, o colesterol elevado, y prueba con ejercicio y dieta, pero no se ven mejoras,” dijo el Dr. Rothman. “Me preocupa que algunos médicos y algunas familias estén buscando la solución rápida y decidan recurrir de inmediato a la medicación.” Algunos pediatras afirman que desde hace varios años vienen utilizando estatinas en el tratamiento de sus pacientes.
El Dr. David Collier, director de un centro pediátrico para el control del peso en la Universidad East Carolina, en Greenville, Carolina del Norte, una región donde el 45 por ciento de los niños tienen sobrepeso, está entre los médicos que apoyan las recientes recomendaciones sobre el uso de estatinas como un método seguro en algunos niños a partir de los ocho años de edad. “Usamos estatinas desde hace dos o tres años,” dijo. Y agregó que una de sus pacientes era una niña de 6 años de edad.
El Dr. Collier, que se refiere a su región como “justo en el centro del cinturón del ictus” [a], cree que la terapia agresiva es necesaria para prevenir una crisis de salud. “Es difícil exagerar demasiado el problema,” dijo.
La Dra. Francine R. Kaufman, endocrinóloga pediátrica en Los Ángeles, recuerda una paciente de 13 años de edad, cuyo peso había aumentado rápidamente a 267 libras (121 Kg). La joven parecía destinada a la misma suerte que su abuela, quien había perdido una de sus piernas a causa de la diabetes Tipo 2.
“Para controlar el alto nivel de azúcar en la sangre, su hipertensión, y colesterol elevado, esta joven adolescente salió de mi consultorio con cinco medicamentos,” dijo la Dra. Kaufman a una subcomisión del Senado, durante las audiencias sobre obesidad infantil realizadas la semana pasada.
Hace más de 10 años, la niña se destacaba como un caso excepcional. Hoy, en cambio, vemos cada vez más niños con la misma serie de problemas, afirma la Dra. Kaufman, quien se desempeña en el Centro de Diabetes del Hospital de Niños de los Ángeles.
En primer lugar, se intenta con dieta y ejercicio, pero el “estilo de vida es realmente duro,” dijo la Dra. Kaufman. Algunos de sus pacientes viven en barrios sin almacenes de comestibles y los niños asisten a escuelas que no ofrecen programas de educación física.
“Estos niños merecen un tratamiento,” agregó. “Creo que el punto de vista que ha adoptado la mayoría de los medios de comunicación es que los pediatras se apresuran a medicar a los niños. Eso no es cierto en modo alguno. Dado que el cambio de estilo de vida es tan difícil, no tenemos otra opción que recurrir a la farmacoterapia.”
Tony Sparber, propietario de Camp Pocono Trails, en Reeders, Pensilvania, un campamento especializado en sobrepeso al que asisten alrededor de 700 niños cada verano, explicó que los niños llegan al lugar con sus medicación, toda una farmacopea que incluye estatinas y medicamentos para la diabetes.
“Basta con mirar las fichas médicas de estos niños,” dijo Sparber. Hay niños con altos niveles de riesgo. Niveles de colesterol muy por encima de los 200.”
Los expertos afirman que la tendencia observada podría disparar los costos de atención de la salud. El 30 por ciento de los niños del país tiene sobrepeso. Y los pacientes que empiezan a tomar estos medicamentos desde edades tan tempranas, muchas veces tienen que seguir tomándolos por el resto de su vida, y cuando son adultos, son propensos a sufrir problemas de salud.
A pesar de la iniciativa de la FDA para fomentar la investigación de medicamentos pediátricos, los expertos creen que muchos de los estudios clínicos en niños no han sido lo suficientemente amplios. Y las dosis usadas en adultos muchas veces no son apropiadas para el paciente pediátrico.
La FDA publica una lista de medicamentos para los cuales son necesarias las versiones pediátricas. Hasta ahora, las características limitadas del mercado pediátrico en cuanto a su tamaño y rentabilidad, no han sido un atractivo que lleve a los laboratorios a desarrollar fórmulas de medicamentos pediátricos para trastornos que comúnmente aparecen junto a la obesidad y las dietas con alto contenido de grasas. No obstante, parece que eso está cambiando.
Madeira Therapeutics, con sede en Leawood, Kansas, está formulando una estatina líquida para niños que saldrá a la venta con sabores de uva y cereza, dijo el director ejecutivo de la empresa, Peter R. Joiner.
Madeira se interesó en desarrollar el medicamento para tratar niños con una predisposición genética al colesterol elevado (hipercolesterolemia familiar), que afecta a 1 de cada 500 niños, independientemente de su dieta. Según Peter R. Joiner, la reciente recomendación de la Academia Americana de Pediatría también está contribuyendo al mercado potencial.
La empresa, cuya estatina líquida podría estar a la venta a fines del 2010, también mostró interés en desarrollar un medicamento líquido de administración oral para la diabetes.
“Frente a la epidemia de obesidad en EE.UU., consideramos que la diabetes es otra área importante en la que podemos contribuir,” dijo Joiner.
También el Instituto para la Innovación en Pediatría, una organización sin fines de lucro en Cambridge, Massachusetts, está trabajando para incentivar la reformulación de medicamentos destinados a los niños. El Dr. Stephen P. Spielberg, ex decano de la Escuela de Medicina de Dartmouth, lidera la iniciativa.
“Lo que hemos aprendido en todos estos años es que, indudablemente, la forma en que el organismo procesa las medicinas, la vida media de una medicina, cómo se metaboliza, cómo el organismo la elimina, varía a lo largo de los años desde la infancia hasta la adolescencia,” dijo el Dr. Spielberg.
Los medicamentos para la hipertensión presentan la dificultad particular de la dosificación en los niños. “Incluso en los ensayos clínicos donde se administran píldoras trituradas para adultos y el resultado es que por ello muchas veces ni siquiera se puede demostrar que el medicamento funciona”, agregó.
Por otra parte, Medco advirtió que los datos correspondientes a la hipertensión pueden llevar a conclusiones erróneas debido a que algunos niños que sufren el trastorno por déficit de atención son tratados con medicamentos para la hipertensión.
El aumento más significativo en el uso de medicamentos en niños corresponde a medicación oral para el tratamiento de la diabetes Tipo 2. Y algunos médicos creen que muchas de esas prescripciones correspondieron a un uso fuera de las indicaciones aconsejadas (off-label use) de la metformina, un medicamento -para tratar la prediabetes, que afecta a dos millones de niños en todo el país.
Sin embargo, algunos médicos se oponen al uso de metformina para ese propósito en niños, aun cuando los estudios indican que puede prevenir la diabetes en adultos jóvenes.
“No hay estudios de este tipo en niños,” dijo la Dra. Tamara S. Hannon, endocrinóloga pediátrica en el Hospital de Niños de Pittsburgh.
“Bajo el argumento de que sabemos lo que ocurre en los adultos, se pretende suponer que lo mismo va a ocurrir en los niños. Varios casos en la historia de la medicina han demostrado que ese argumento es falso.”
Nota del traductor:
a. En inglés “stroke belt”: área del Sureste de EE.UU. con las tasas más altas de mortalidad por accidente cerebrovascular.
(regresa a prescripción, farmacia y utilización)
Los niños y los medicamentos para la tuberculosis: Acortar las distancias en la investigación
Traducido y editado por Boletín Fármacos de: Suzanne Hill et al., Children and tuberculosis medicines: bridging the research gap, Bulletin of the World Health Organization, 9 de septiembre de 2008.
La incidencia y la prevalencia de la tuberculosis (TB) en niños aumentan y se convierten en un problema especial en los países que también son afectados por la epidemia de VIH [1]. La TB en niños ha sido considerada como difícil de diagnosticar pero, al menos en países desarrollados, relativamente fácil para tratar. Sin embargo, en niños con VIH, con frecuencia la TB es más severa y esto ha llevado a una nueva evaluación de los regímenes de tratamiento.
En adultos, el tratamiento de la primera línea de TB está bien establecido. El éxito depende de la capacidad de proveer un régimen corto de quimioterapia con cuatro medicamentos (isoniazida, rifampicina, etambutol y pirazinamida) durante 2 meses, luego se hace con 2, 3 o 4 medicamentos durante 4 o 5 meses, dependiendo de las características de la infección que presentan los resultados del laboratorio y las circunstancias del paciente (especialmente la historia del tratamiento previo).
Para mejorar la adherencia, que es fundamental para un tratamiento satisfactorio, se recomienda el empleo de combinación a dosis fija como tratamiento estándar. Sin embargo, hay actualmente muy pocos productos de combinación a dosis fija disponibles que sean de buena calidad y formulados para tratar a niños.
En 2006, la OMS revisó sus recomendaciones sobre el uso de etambutol en niños, realizando una revisión extensa de eficacia y seguridad [2]. El resultado de aquella revisión debía corregir la dosis diaria recomendada de etambutol para los niños de todas los edades a 20mg/kg, con un margen de 15-25mg/kg. El proceso de realizar aquella revisión y corregir las recomendaciones destacó dos cuestiones: primero, que los niños metabolizan los medicamentos para TB de manera diferente a adultos, y la segunda, que había evidencias disponibles para informar recomendaciones de dosificación sobre “viejos” medicamentos.
Ninguna de estas conclusiones es nueva, pero es importante la consideración sistemática de ellas para que la OMS las incluya en sus recomendaciones.
Para asegurar el tratamiento óptimo de TB en los niños, las recomendaciones de dosificación para otros medicamentos de primera línea requieren una evaluación equivalente. En particular, los estudios farmacocinéticos de otros medicamentos de primera línea necesitan ser recopilados para determinar si la actual recomendación de la OMS sobre dosificación tiene la capacidad de conseguir las concentraciones suficientes de plasma que son necesarias para producir un efecto terapéutico en niños de todas las edades. En una reunión en julio de 2008 se compiló y consideró la evidencia farmacocinética existente sobre pirazinamida, isoniazida y rifampicina, tanto en adultos como en niños (PR Donald, datos no publicados, 2008).
La revisión resumió los resultados de más de 50 estudios publicados de farmacocinética de medicamentos antituberculosos en niños, incluyendo datos recientes de estudios en niños realizados en India y Sudáfrica. Hay claramente lagunas en el conocimiento que dificultan las recomendaciones basadas en la evidencia y, en general, la calidad total de las pruebas de farmacocinética es baja. A pesar de ser importante, estos estudios no describen correctamente la forma de dosificación de los medicamentos usados en los estudios, el método de administración y el régimen.
No obstante estas limitaciones, es probable que las recomendaciones para las dosis de rifampicina, isoniazida y pirazinamida tendrán que ser modificadas para recomendar dosis más altas por kg por día en niños hasta de edad de 12 años y, lo óptimo sería que estas recomendaciones de dosificación fuesen armonizadas internacionalmente. Antes de que puedan confirmarse los cambios, es necesario realizar una evaluación formal de la seguridad de dosis más altas en niños, así como la identificación de cualquier evidencia para definir el empleo seguro y eficaz de los fármacos en recién nacidos.
Las formas de dosificación vigentes de los medicamentos de primera línea pueden tener que ser modificadas. Hay solamente un número limitado de productos disponibles y no hay por el momento fuentes confiables sobre cómo administrar los medicamentos en niños de diferentes edades de acuerdo a su edad y peso. Tres son los problemas que se señalan: las tabletas de los medicamentos vigentes que no están ranuradas no pueden ser fraccionadas con exactitud; tener que tomar varias pastillas para alcanzar dosis ideales; y los prácticas de administración tales como triturar los medicamentos para mezclarlos con la comida o líquidos sin que se sepan los efectos que esto puede tener sobre la biodisponibilidad. En particular, los productos existentes de combinación a dosis fija, necesitan futuras evaluaciones para determinar cuál es la mejor forma de utilizarlos y si son necesarias dosis más altas para lograr eficacia.
Otras preguntas tienen que ser consideradas. ¿Los fármacos existentes son seguros y eficaces en regímenes de tratamiento intermitente? ¿Qué dosis pueden ser usadas en recién nacidos? ¿Cuáles deberían ser los regímenes de tratamiento para la tuberculosis meníngea? ¿Qué debería utilizarse en niños infectados por el VIH y TB? Mientras más ensayos clínicos pueden proporcionar algunas respuestas, la evidencia existente tiene que ser usada como la base para mejorar las recomendaciones para estos problemas ahora, así como para definir las expectativas futuras de trabajo. Por fin ha comenzado el proceso de mejorar el tratamiento de la tuberculosis en niños y ahora no queda más remedio que seguir avanzando.
Referencias:
1. TB and children [Communicable diseases: tuberculosis fact sheet]. Geneva: WHO; 2008. Available from: www.searo.who.int/en/Section10/Section2097/Section2106_10681.htm
2. Donald PR et al., Ethambutol dosage for the treatment of children: literature review and recommendations, Int J Tuberc Lung Dis 2006;10:1318-30. PMID:17167947.
(regresa a prescripción, farmacia y utilización)
Medicamentos que contienen sodio e hipertensión
Editado por Boletín Fármacos
Nota de los editores:
Ver el contenido en la Sección Advierten de este número del Boletín Fármacos.
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Medicamentos para la tos y el resfriado en los niños: FDA todavía no decide qué hacer. EE.UU.
Resumido por Boletín Fármacos de: FDA sin decidir medicinas para infantes, Associated Press, 2 de octubre 2008; La FDA desea más tiempo para estudiar los medicamentos para el resfriado para niños, Health Day News / Dr. Tango, 2 de octubre 2008.
Nota de los editores:
Ver el contenido en la Sección Advierten de este número del Boletín Fármacos.
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