ENSAYOS CLÍNICOS
Investigaciones
Sesgo de notificación en la investigación médica – Una revisión narrativa
Natalie McGauran, Beate Wieseler, Julia Kreis, Yvonne-Beatrice Schüler, Heike Kölsch y Thomas Kaiser
Traducido por Salud y Farmacos de: Reporting Bias in Medical Research – A Narrative Review,Trials 2010; 11:37
Resumen
El sesgo de notificación representa un problema importante en la evaluación de las intervenciones sanitarias. Se han descrito varios casos destacados en la literatura científica, incluyendo casos relacionados con la notificación de ensayos clínicos de antidepresivos, antiarrítmicos de clase I, e inhibidores selectivos de la COX-2. El objetivo de esta revisión narrativa es obtener una visión general del sesgo de notificación en la literatura médica, centrándonos en el sesgo de publicación y la notificación selectiva de resultados. Exploramos si estos tipos de sesgo se han presentado en áreas diferentes a las mencionadas anteriormente para tener una perspectiva de la extensión del problema. Para este fin, seleccionamos artículos sobre el sesgo de notificación que el Instituto Alemán de Calidad y Eficiencia Sanitaria había identificado previamente al producir sus informes de evaluación de tecnología sanitaria y otros trabajos de investigación, junto con las listas de referencias de estos artículos.
Identificamos el sesgo de notificación en 40 indicaciones que comprendían unas 50 intervenciones farmacológicas, quirúrgicas (por ejemplo, terapia de cicatrización asistida por vacio), diagnósticas (p. ej., ultrasonidos), y preventivas (p. ej., vacunas contra el cáncer) diferentes. Sobre las intervenciones farmacológicas, los casos de sesgo de notificación se identificaron, por ejemplo, en el tratamiento de las siguientes enfermedades: depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos de ansiedad, trastorno de hiperactividad y déficit de atención, enfermedad de Alzheimer, dolor, migraña, enfermedades cardiovasculares, úlcera gástrica, síndrome del colon irritable, incontinencia urinaria, dermatitis atópica, diabetes mellitus tipo2, hipercolesterolemia, trastornos tiroideos, síntomas menopáusicos, varios tipos de cáncer (p. ej., cáncer de ovario y melanoma), varios tipos de infecciones (p. ej., VIH, gripe y hepatitis B), y trauma agudo. Muchos casos suponen la ocultación de datos por parte de los fabricantes y las agencias reguladoras, o los intentos activos de los fabricantes para evitar la publicación. Los efectos establecidos del sesgo de notificación incluyeron la sobreestimación de la eficacia y la minusvaloración de los riesgos de seguridad de las intervenciones. En conclusión, el sesgo de notificación es un fenómeno extendido en la literatura médica. Es importante introducir a nivel mundial los registros prospectivos obligatorios de los ensayos y facilitar el acceso público a los datos de los estudios a través de la creación de bases de datos de resultados. Esto permitirá hacer revisiones independientes de los datos de las investigaciones, ayudará al cumplimiento de las obligaciones éticas con los pacientes, y permitirá tener una base de información fiable para la toma de decisiones en el sector salud.
Introducción
La notificación de los hallazgos de las investigaciones puede depender de la naturaleza y la dirección de los resultados, a lo que llamamos “sesgo de notificación” [1,2]. Por ejemplo, a veces no se publican estudios en los que las intervenciones se demuestran inefectivas, lo que significa que es posible que solo esté disponible un subconjunto de las evidencias relevantes sobre un determinado tema [1,2]. Existen varios tipos de sesgos de notificación (Cuadro 1), incluyendo el sesgo de publicación y el sesgo de notificación de resultados, por lo que podemos hablar de sesgo por falta de datos a 2 niveles: el nivel estudio, es decir cuando, “no se publican los resultados del estudio, ya sea porque no se acepte la publicación o porque no se produzcan documentos para publicar”, y el nivel resultados, por ejemplo cuando “los estudios publicados seleccionan la información que publican" [3].
Sesgo de notificación a nivel estudio
Los resultados de las investigaciones clínicas están notablemente infranotificados o se notifican con retraso. Varios análisis de protocolos de investigación enviados a las juntas de revisión institucional y los comités de ética de investigación en Europa, Estados Unidos y Australia han documentado que, como media, solo se publican los resultados de aproximadamente la mitad de los protocolos aprobados, con mayores tasas de publicación en los países anglosajones [4-10].
Se han realizado análisis similares de los ensayos enviados a las autoridades reguladoras: un estudio de cohortes de ensayos que apoyaban nuevos fármacos aprobados por la FDA identificó más de 900 ensayos de 90 fármacos en las revisiones de la FDA; solo el 43% de los ensayos fueron publicados [11]. Hay variaciones muy amplias en las tasas de publicación para indicaciones específicas [12-16]. También se ha descrito el envío selectivo de los ensayos clínicos con resultados positivos a las autoridades reguladoras [17]. Incluso si se publicaban los ensayos, el lapso de tiempo hasta la publicación podía ser considerable [8,18,19].
No se puede clasificar un ensayo clínico simplemente como “publicado” o “no publicado”, ya que existen varios grados de publicación. Esto oscila desde publicación a texto completo en revistas de revisión por pares, que son fácilmente identificables mediante una búsqueda en las bases bibliográficas de datos, a información de los estudios introducida en los registros de ensayos, también llamada literatura gris (p. ej., resúmenes y documentos de trabajo), y los datos de los archivos en las compañías farmacéuticas y las agencias reguladoras, que pueden proporcionarse o no a las agencias de evaluación de tecnologías sanitarias (AETS) o a otros investigadores bajo petición. Si se transfieren dichos datos, entonces pueden publicarse en su totalidad o no; por ejemplo, el Instituto Alemán para la Calidad y la Eficiencia Sanitaria (Institut für Qualität und Wirtschaftlichkeit im Gesundheitswessen, IQWT) publica todos los datos utilizados en sus informes de evaluación [20], mientras que el Instituto Nacional Británico para la Excelencia Clínica (NICE, por sus siglas en inglés) puede aceptar datos “comerciales confidenciales” que no da a conocer [21].
Incluso si los estudios se presentan en congresos, esto no significa necesariamente que se vaya a publicar a texto completo con posterioridad: un análisis de casi 30.000 resúmenes de congresos de varias disciplinas identificó una tasa de publicación del 63% para los ensayos clínicos aleatorizados o controlados [22].
Cuadro 1: Definiciones de algunos tipos de sesgo de notificación1
Tipo de sesgo de notificación | Definición |
Sesgo de publicación | La publicación o no publicación de los hallazgos de investigación, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de intervalos cronológicos | La rapidez o el retraso de la publicación de los hallazgos de investigación, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de publicación múltiple (duplicado) | La publicación múltiple o singular de los hallazgos de investigación, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de localización | La publicación de los hallazgos de investigación en publicaciones con diferente facilidad de acceso o niveles de indexación en las bases de datos habituales, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de citación | La citación o no citación de los hallazgos de investigación, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de idioma | La publicación de los hallazgos de investigación en un determinado idioma, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
Sesgo de notificación de resultados | La notificación selectiva de algunos resultados pero no de otros, dependiendo de la naturaleza y la dirección de los resultados |
1Tabla 10.1.a, Capítulo 10 del Manual Cochrane para Revisiones Sistemáticas de Intervenciones [2]. (c) The Cochrane Collaboration. |
Sesgo de notificación a nivel resultados
La notificación selectiva dentro de un estudio puede implicar: (a) la notificación selectiva de análisis o (b) la notificación selectiva de resultados. Esto puede incluir, por ejemplo, la notificación de (a) análisis por protocolo (PP) frente a intención de tratar (IT) o análisis ajustados frente a no ajustados; y (b) resultados en diferentes puntos temporales o de resultados estadísticamente significativos frente a resultados no significativos [3,23].
Varias revisiones han documentado que la notificación selectiva en las publicaciones de estudios es frecuente [3,14,24-28]. Por ejemplo, comparaciones de publicaciones con protocolos de estudio han mostrado que se habían introducido nuevos resultados principales, o bien omitido o cambiado indicadores de impacto en aproximadamente el 40-60% de los casos [3,24]. La notificación selectiva afecta particularmente a la infranotificación de eventos adversos [12,29-32]. Por ejemplo, un análisis de 192 ensayos aleatorizados de fármacos para varias indicaciones mostró que solo el 46% de las publicaciones indicaba la frecuencia de los motivos específicos de la retirada del tratamiento debido a la toxicidad [29]. Los resultados no solo se notifican de forma selectiva, sino que los resultados negativos se notifican de forma positiva y a menudo las conclusiones no se apoyan en los datos de los resultados [16,26,33-35]. Así, una comparación de la información sobre los estudios incluida en las Solicitudes de Comercialización de Nuevos Fármacos (ANF) presentadas a la FDA con la información publicada en revistas académicas mostró que en las publicaciones se habían modificado 9 de 99 conclusiones, todas a favor del nuevo fármaco [26].
Factores asociados con el sesgo de notificación
Características de los estudios publicados. El hecho de que los estudios con resultados positivos o favorables tengan más posibilidades de ser publicados que aquellos con resultados negativos o desfavorables ya se discutió en los años 50 [36], y desde entonces ha sido ampliamente confirmado [3,6-8,14,37-40]. Estudios con resultados positivos o favorables se han asociado con varios otros factores como una publicación más rápida [8,18,19,37], publicación en revistas con un factor de impacto mayor [7,41], un mayor número de publicaciones [7] (incluyendo publicaciones duplicadas encubiertas [42]), una citación más frecuente [43-45], y una mayor probabilidad de publicación en inglés [46].
Otros factores se han relacionado con una publicación exitosa, por ejemplo, calidad metodológica [47], tipo de estudio [47], tamaño muestral [5,7,48], estudios multicéntricos [5,6,41] y financiación no comercial [5,6,49,50]. Sin embargo, para algunos factores, estas asociaciones son inconsistentes [6,37].
Envío y rechazo de los estudios. Al parecer, uno de los motivos principales para que no se publiquen estudios negativos es que los investigadores no envían los manuscritos a los editores, y no tanto el rechazo de los manuscritos por parte de las revistas médicas. Un seguimiento de los estudios aprobados por las juntas de revisión institucional de EE. UU. mostró que solo 6 de los 124 estudios no publicados habían sido realmente rechazados para su publicación [6]. Un estudio de cohortes prospectivas de 745 manuscritos enviados a la revista JAMA no mostró diferencias estadísticamente significativas en las tasas de publicación entre los estudios con resultados positivos y aquellos con resultados negativos [51], lo cual se ha confirmado por análisis posteriores de otras revistas [47,52]. En encuestas efectuadas a los autores se ha mostrado que los motivos más comunes para no enviar los documentos fueron los resultados negativos y la falta de interés, tiempo u otros recursos [39-41,53].
El papel de la industria farmacéutica. Se ha mostrado una asociación entre el patrocinio de la industria o la afiliación a la industria de los autores con la notificación de resultados y conclusiones positivas de la investigación, tanto en publicaciones de estudios primarios como en revisiones sistemáticas [49,54-63]. Por ejemplo, en una revisión sistemática del alcance y el impacto de los conflictos interés de tipo económico en la investigación biomédica, al agregar los resultados de ocho análisis de la relación entre el patrocinio de la industria y los resultados de los estudios mostró una asociación estadísticamente significativa entre el patrocinio de la industria y las conclusiones pro-industria [55]. Una comparación de la calidad metodológica y las conclusiones en las revisiones Cochrane y en los meta-análisis realizados con apoyo de la industria mostró que estos últimos eran menos transparentes, menos críticos de las limitaciones metodológicas de los ensayos incluidos, y llegaban conclusiones más favorables [57]. Asimismo, en investigaciones patrocinadas por la industria se han identificado clausulas que limitaban la libertad de publicación e intentos activos para impedir la publicación de algunos resultados [55,64-68]. Otros aspectos realcionados con el comportamiento de la implicación de la industria, como el sesgo de diseño, van más allá del alcance de este artículo.
Fundamento, objetivo y procedimiento
El IQWIG realiza informes de evaluación de tecnología sanitaria sobre intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para el Comité Federal Conjunto, que es el organismo responsable de decidir como se deben utilizar los fondos sanitarios establecidos por ley. El proceso de producción de los informes incluye la solicitud de información sobre los estudios publicados y no publicados de los fabricantes; por desgracia, el cumplimiento por parte de los fabricantes suele ser desigual, como se ha mostrado recientemente con los intentos de ocultar información de los estudios con antidepresivos [69]. El sesgo de notificación en la investigación sobre antidepresivos no es nuevo [16,70]; otros casos conocidos incluyen los fármacos antiarrítmicos de clase I [71,72] y los inhibidores selectivos de la COX-2 [73,74].
El objetivo de esta revisión narrativa fue obtener una descripción general del sesgo de notificación en la literatura médica, centrándonos en el sesgo de publicación y la notificación selectiva de resultados. Quisimos explorar si este tipo de sesgo se había presentado en áreas distintas a la mencionadas anteriormente, para obtener una perspectiva general de la extensión del problema. La revisión se basó en la selección de publicaciones de texto completo sobre el sesgo de notificación que el Instituto había obtenido para la elaboración de sus informes de evaluación de tecnología sanitaria y otros trabajos de investigación o que habían sido identificadas por la selección de las referencias de las publicaciones identificadas. Los ejemplos obtenidos se organizaron de acuerdo con las indicaciones y las intervenciones. También discutimos los efectos del sesgo de notificación, así como las medidas que se habían implementado para solucionar este problema.
El término “sesgo de notificación” tradicionalmente hace referencia a la notificación de ensayos clínicos y otros tipos de estudios; si extendiéramos este término más allá del marco experimental, por ejemplo, e incluyéramos la ocultación de información sobre cualquier innovación médica beneficiosa, entonces un ejemplo precoz del sesgo de notificación sería el señalado por Rosenberg en su artículo “Secretismo en la investigación médica”, que describe la intervención del fórceps obstétrico. Este dispositivo fue desarrollado por los hermanos Chamberlen en Europa en el siglo XVII; sin embargo, se mantuvo en secreto por motivos comerciales durante 3 generaciones y como consecuencia muchas mujeres y neonatos fallecieron durante el parto [75]. En el contexto de nuestro artículo, también consideramos esta ampliación de la definición de sesgo de notificación.
Hallazgos
Identificamos sesgo de notificación en 40 indicaciones que comprendían unas 50 intervenciones diferentes. Se hallaron ejemplos procedentes de varias fuentes, por ejemplo, artículos de revistas de datos publicados frente a no publicados, revisiones de sesgo de notificación, editoriales, cartas al editor, informes periodísticos, informes de expertos y gubernamentales, libros, y fuentes online. El siguiente texto resume la información presentada en estos ejemplos. Se pueden ver más ejemplos en el Anexo.
Trastornos mentales y conductuales. El sesgo de notificación es común en la investigación psiquiátrica. Esto también incluye el sesgo de patrocinio por la industria [76-82].
Depresión. Turner et al compararon las revisiones de la FDA de ensayos sobre antidepresivos que incluían más de 12.000 pacientes con las publicaciones correspondientes y hallaron que 37 de los 38 ensayos observados como positivos por la FDA fueron publicados [16]. De los 36 ensayos con resultados negativos o cuestionables según la FDA, 22 no fueron publicados y 11 de los 14 estudios publicados expresaron un resultado positivo. Según las publicaciones, el 94% de los ensayos presentaron resultados positivos, lo cual contrastaba con la proporción expuesta por la FDA (51%). El incremento general del tamaño del efecto en los ensayos publicados fue del 32%. En un meta-análisis de los datos de los ensayos sobre antidepresivos enviados a la FDA, Kirsch et al solicitó los datos de 6 antidepresivos a la FDA bajo la Ley de Libertad de Información. Sin embargo, la FDA no reveló datos relevantes de 9 de los 47 ensayos. Ninguno de estos ensayos logró mostrar un beneficio estadísticamente significativo en comparación con el placebo. Los datos de cuatro de estos ensayos estaban disponibles en la página web de GlaxoSmithKline (GSK). En total, los datos faltantes representaban el 38% de los pacientes en los ensayos sobre sertralina y el 23% de los pacientes en los ensayos sobre citalopram. El análisis de los ensayos que investigaban los 4 antidepresivos restantes mostraron que las diferencias fármaco-placebo en términos de eficacia fueron relativamente pequeñas, incluso para los pacientes con depresión severa [83].
Trastorno bipolar
Esquizofrenia
Trastorno de pánico
Trastornos del sistema nervioso
Enfermedad de Alzheimer
Dolor agudo
Migraña
Trastornos del sistema circulatorio
Enfermedad coronaria (profilaxis de hemorragias durante la cirugía de bypass)
Prevención de arritmias
Trastornos del sistema digestivo
Síndrome del colon irritable
Trastornos del sistema genitourinario/medicina perinatal
Incontinencia urinaria
Trastornos del sistema musculoesquelético
Osteoartritis
Trastornos cutáneos
Dermatitis atópica
Trastornos endocrinos y metabólicos
Diabetes mellitas tipo 2
Hipercolesterolemia
Enfermedades tiroideas
Síntomas de la menopausia
Neoplasmas. La oncología es otra área en la que el sesgo de notificación es común [40,50,54,120-127]. Una revisión de más de 2000 ensayos oncológicos registrados en ClinicalTrials.gov mostró que menos del 20% de los ensayos estaban disponibles en PubMed, con diferencias sustanciales entre los ensayos patrocinados por las redes de ensayos clínicos y aquellos patrocinados por la industria tanto en las tasas de publicación (59% vs. 6%) como en la proporción de ensayos con resultados positivos (50% vs. 75% entre los patrocinados por la industria) [50].
Cáncer de ovario
Mieloma múltiple
Trastornos hematológicos
Talasemia mayor
Infecciones bacterianas, fúngicas y virales
Gripe
VIH/sida
Trauma agudo
Daño agudo de la médula espinal
Shock
Vacunas
Otras indicaciones
Calambres nocturnos en las piernas
Otras áreas de investigación
También se ha mostrado sesgo de notificación en otras áreas de investigación, como genética [137, 138], efectos sobre el fumador pasivo [139,140], efectos de la nicotina [141,142], y los efectos de la polución ambiental [143].
Discusión
Los numerosos ejemplos identificados muestran que el sesgo de notificación no solo afecta a las terapias mencionadas anteriormente como los antidepresivos, los analgésicos o los fármacos para el cáncer, sino que también se han documentado para un amplio abanico de indicaciones e intervenciones. Muchos casos se producen porque los fabricantes y las agencias reguladoras ocultan los datos del estudio o por los intentos activos por parte de los fabricantes para impedir su publicación, que o bien provocan retrasos sustanciales de la publicación (sesgo de intervalos cronológicos) o bien estos no se publican.
Limitaciones de la revisión
La revisión no proporciona una descripción general completa del sesgo de notificación en la investigación clínica. Aunque nuestros esfuerzos para identificar la literatura relevante fueron más allá de los esfuerzos habituales aplicados en las revisiones narrativas, la revisión no es sistemática y hemos enfatizado esta característica en el título del artículo. Teníamos a nuestra disposición una cantidad considerable de literatura relevante interna y se obtuvo literatura relevante adicional mediante la selección de las referencias. Prescindimos de nuestro plan inicial de llevar a cabo una revisión sistemática para identificar casos de sesgo de notificación cuando nos dimos cuenta de que muchos casos no eran identificables mediante la selección de títulos y resúmenes de las citas de las bases de datos bibliográficas, sino que estaban “ocultas” en las secciones de discusión de los artículos de las revistas o se mencionaban en otras fuentes como periódicos, libros, informes gubernamentales o páginas web. Como una búsqueda en las bases bibliográficas e Internet mediante palabras claves relacionados con el sesgo de notificación produciría miles de resultados potencialmente relevantes, habríamos tenido que obtener y leer consecuentemente una excesiva cantidad de textos completos para asegurarnos de que no omitíamos ningún ejemplo. Esto no era factible debido a las limitaciones de recursos. No obstante, dentro del marco de trabajo de una publicación previa [144] hemos llevado a cabo una búsqueda en PubMed, y algunas de las citas obtenidas formaron la base de nuestros datos para la revisión actual. A pesar de este enfoque no sistemático, pudimos identificar docenas de casos de sesgo de notificación en numerosas indicaciones.
Otra posible limitación de la revisión es la validez de las fuentes que describen los casos de sesgo de notificación. Aunque la mayoría de los ejemplos se identificaron en publicaciones de revisión por pares, varios casos se basaron en la información procedente de otras fuentes como los artículos periodísticos o las páginas web. Sin embargo, también consideramos estas fuentes como fuentes válidas ya que proporcionaban una descripción general amplia del sesgo de notificación más allá de los ejemplos conocidos, y también ofrecen un punto de partida para una investigación más sistemática sobre los ejemplos adicionales identificados.
Efectos del sesgo de notificación
La evidencia publicada tiende a sobreestimar la eficacia y minusvalorar los riesgos de seguridad. Normalmente se desconoce el alcance de estos errores de estimación. Las pocas comparaciones que cuantificaban las sobreestimaciones de los efectos del tratamiento en los estudios que se habían publicado completos con los datos no publicados o parcialmente publicados mostraban amplias variaciones en sus resultados. Los análisis agregados de los datos publicados comparado con el análisis agregados de los datos no publicados de la FDA mostraban un mayor efecto del tratamiento; entre el 11% y el 69% para los antidepresivos individuales, 32% para la clase de antidepresivos [16], y más del 100% para un agente para el tratamiento de los calambres nocturnos de las piernas [136]. Además, los estudios publicados han mostrado un aumento del efecto del tratamiento del 9% al 15% en comparación con los estudios de literatura gris [145,146]. De este modo, las conclusiones de las revisiones sistemáticas y los meta-análisis basadas únicamente en evidencias publicadas pueden ser erróneas [5,7,38]. Esto resulta preocupante cuando estos documentos se van a utilizar con mayor frecuencia para apoyar la toma de decisiones en el sistema sanitario. Por tanto, el sesgo de notificación puede producir decisiones sanitarias inadecuadas por parte de los políticos y clínicos, dañando a pacientes, malgastando recursos y desviando la investigación futura [4,5,34].
Registro de ensayos y acceso público a los datos de los estudios
Existe la obligación ética de publicar los hallazgos de las investigaciones [120,147-150]. Por ejemplo, los pacientes que participan en los ensayos clínicos están convencidos de que contribuyen al progreso médico, y esto solo será posible en el caso de que se publiquen los ensayos. La notificación no selectiva o selectiva deliberada representa un comportamiento inmoral y una mala praxis científica [34,147]. El acceso público a los datos de los estudios también puede ayudar a identificar problemas de seguridad en un estadio precoz, que en el pasado las autoridades reguladores han detectado, aunque no siempre es el caso [151-153]. Dos conceptos pueden ayudar a solventar el asunto del sesgo de notificación: en primer lugar, el registro obligatorio y prospectivo de los ensayos clínicos, en segundo, la publicación obligatoria de los resultados completos de los estudios en las bases de datos de resultados tras la finalización del mismo.
Iniciativas no procedentes de la industria
Uno de los primeros registros internacionales informatizados disponible para consulta fue introducido en Estados Unidos en 1967; desde entonces, se han creado varios registros de ensayos nacionales e internacionales [154], como el registro de ensayos del gobierno de Estados Unidos y la base de datos de resultados ClinicalTrials.gov (consultar Tsee et al para informarse más sobre este registro [151,156]). Las distintas controversias sobre el sesgo de notificación, particularmente la ocultación de datos de seguridad, aceleró el movimiento del registro de ensayos y la creación de las bases de datos de resultados. Numerosos investigadores, organizaciones, autoridades reguladoras y gubernamentales comenzaron varias iniciativas para el logro de estos objetivos [148,157-165].
En el año 2004, el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE, por sus siglas en inglés) anunció que establecería el registro de los ensayos clínicos en un registro público como condición para considerar los artículos para su publicación [158]; esta declaración ha sido actualizada desde entonces [166,167].
En el año 2006, la OMS creó la Plataforma Internacional de Registro de Ensayos Clínicos (ICTRP). Se trata de una iniciativa para reunir los registros nacionales de ensayos en una red global que proporcione un punto sencillo de acceso a los ensayos registrados [157]. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido consenso entre las partes involucradas sobre las características de los ensayos que deben hacerse públicas en el registro [168].
La Sección 801 de la Ley de Enmiendas de la FDA de 2007 (FDAAA, [169]) requiere el registro al inicio de todos los ensayos clínicos que involucren a productos farmacológicos, biológicos o dispositivos regulados por las FDA. Los ensayos deben registrarse en ClinicalTrials.gov y un conjunto definido de resultados debe alojarse en el mismo registro a los 12 meses tras la finalización del estudio. Las excepciones son los ensayos farmacológicos de fase I y los ensayos sobre la prefactibilidad de dispositivos. El incumplimiento de estos requisitos conlleva una sanción económica [163-170].
En 2004, la Agencia Europea para la Evaluación de los Productos Medicinales (ahora llamada Agencia Europea del Medicamento) lanzó la base de datos de ensayos clínicos europea EudraCT (eudract.emea.europa.eu) para proporcionar a las autoridades nacionales un conjunto común de información sobre los ensayos clínicos llevados a cabo en la Unión Europea. Inicialmente la base de datos solo iba a estar disponible para las autoridades responsables de los estados miembros, así como para la Comisión Europea y la Agencia Europea del Medicamento [171]. En 2006, se publicó la regulación sobre productos médicos de uso pediátrico, lo cual requirió que la información sobre los ensayos clínicos pediátricos europeos de productos médicos en investigación estuviera públicamente disponible en EudraCT [172,173], y en febrero de 2009, la Comisión Europea publicó una guía que incluyó la lista de los campos de datos que se harían públicos [174]. En la misma fecha, se publicó una lista similar para todos los ensayos [175]. Sin embargo, la obligación legal de publicar información sobre los ensayos en adultos no está totalmente clara, y tampoco se sabe cuándo estará disponible al público toda la información relevante de EudraCT.
Con la introducción de la legislación mencionada anteriormente, las agencias reguladoras contribuyen por un lado a solucionar el problema del sesgo de notificación, pero por otro también son parte del problema: varios de los ejemplos identificados hacen referencia a la no publicación o a la ocultación activa de los datos de los estudios por parte de las agencias reguladoras [83, 94, 109, 133]. Esto se debe parcialmente a las regulaciones de confidencialidad existentes como la Exención 4 de la Ley de Libertad de Información de EE.UU. [176]. Para solucionar los problemas resultantes de esta situación, la legislación actual debe modificarse para permitir la publicación por parte de las agencias reguladoras de información exhaustiva sobre los métodos de estudio y los resultados. En su ensayo “Un registro de ensayos clínicos patrocinado por los contribuyentes”, Turner solicitó incrementar el acceso a las fuentes de información de la FDA, los que al menos posibilitaría el acceso a la evaluación de fármacos comercializados en EE.UU. [92]. Aunque la FDA publica algunas revisiones de la evaluación de productos para determinar si se pueden comercializar, tal como dice la Ley de Libertad de Información Electrónica [177], la disponibilidad de estas revisiones es limitada [92]. Además, de acuerdo con la Ley de Enmiendas de la FDA (FDAAA, por sus siglas en inglés), los resultados de ensayos de fármacos anteriormente aprobados o de fármacos que nunca fueron aprobados no necesitan divulgarse [170], por lo que es importante que se haga un registro retrospectivo y una base de datos de resultados también retrospectiva [178].
Iniciativas de la industria
En 2002, las compañías miembro de la Asociación de Investigación y Fabricantes Farmacéuticos de Estados Unidos (PhRMA, por sus siglas en inglés) se comprometieron a registrar todos los ensayos clínicos realizados para probar hipótesis antes de su inicio, y también a la divulgación oportuna de los resultados resumidos, independientemente del resultado [179,180]. PhRMA también lanzó la base de datos de resultados de estudio clínicos ClinicalStudyResults.org en 2004. En 2005, varias asociaciones de la industria farmacéutica efectuaron un compromiso similar [181], que ha sido actualizado desde entonces [182]. Tras el acuerdo extrajudicial en el caso del fármaco paroxetina, GSK creó un registro de ensayos en su página web gsk-clinicalstudyregister.com y posteriormente varias compañías han seguido su ejemplo. En 2008, la Asociación Alemana de Compañías Farmacéuticas basadas en la Investigación (VFA, por sus siglas en alemán) publicó un informe de situación sobre el problema del sesgo de publicación y afirmó que, dado el autocompromiso voluntario de la industria farmacéutica y la introducción de legislación para la notificación de los resultados de los estudios, el sesgo de publicación se había convertido en un tema "histórico" [183]. Sin embargo, incluso después de actualizar el informe de situación en enero de 2009 [184], en Alemania se han producido intentos posteriores de ocultar los datos de los estudios [69], lo que muestra que el autocompromiso voluntario no es suficiente.
Conclusiones
El sesgo de notificación está extendido en la literatura médica y ha dañado a pacientes en el pasado. El registro prospectivo obligatorio de los ensayos y el acceso público a los datos de los estudios a través de las bases de datos de resultados debe introducirse a nivel mundial. Esto ayudaría a cumplir las obligaciones éticas con los pacientes al permitir la publicación proactiva y las revisiones independientes de los datos de los ensayos clínicos, y asegurar una base para una toma de decisiones completamente informada en el sistema sanitario. De otro modo, la toma de decisiones basada en la "mejor evidencia” seguirá siendo una ilusión.
Conflictos de intereses
Conflictos de intereses no económicos: todos los autores son empleados del Instituto Alemán para la Calidad y la Eficiencia en la Salud. Para producir informes no sesgados de evaluación de tecnología sanitaria, el Instituto depende del acceso a todos los datos relevantes sobre el tema a investigar. Por tanto, apoyamos el establecimiento obligatorio a nivel mundial de los registros de ensayos y las bases de datos de resultados de estudios.
Contribuciones de los autores
NM y BW idearon el manuscrito. NM, HK, YBS y JK seleccionaron las listas de referencia. JK y YBS revisaron los títulos y los resúmenes de citas potencialmente relevantes identificadas en el proceso de selección. NM extrajo los ejemplos relevantes de las publicaciones a texto completo. BW y TK comprobaron los ejemplos extraídos. NM realizó el borrador de la primera versión del manuscrito. El resto de autores contribuyeron al importante contenido intelectual de la versión final. Todos los autores aprobaron la versión final.
Agradecimientos
Los autores quisieran agradecer a Dirk Eyding, Daniel Fleer, Elke Hausner, Regine Potthast, Andrea Steinzen, y Siw Waffenschmidt por su ayuda en la selección de las listas de referencia y a Verena Wekerman por el formato de las citas.
Fuente de financiación
Este trabajo fue apoyado por el Instituto Alemán para la Calidad y la Eficiencia en la Salud. Todos los autores son empleados del Instituto.
Datos de los autores
Instituto Alemán para la Calidad y la Eficiencia en la Salud, Dillenburger Str 27, 51105 Colonia, Alemania