ÉTICA Y DERECHO
Adulteraciones, falsificaciones y decomisos
Una amenaza mundial: el tráfico de medicamentos falsos es mejor negocio que las drogas
Mirada Profesional, 26 de septiembre de 2013
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Lo afirma un informe de una entidad norteamericana, que destaca que traficar fármacos “truchos” ya supera al narcotráfico. En cinco años, el mercado negro creció un 90 por ciento. En la Argentina, se busca fomentar mayores controles, a través de la cooperación regional. Las autoridades locales consideran “un problema sanitario” este tráfico.
El año pasado, en más de 100 países –incluyendo a Argentina –se realizó el operativo bautizado Pangea V 2012, un mega operativo contra el tráfico de medicamentos, que dejó 27.000 productos secuestrados, y el cierre de más de 50 páginas de Internet que se utilizaban para su venta. El hecho dejó al descubierto el auge de este delito, que tiene en China una fuente casi inagotable de recursos, y que prácticamente no deja región del mundo por cubrir. Tal es el volumen del negocio, que un informe difundido esta semana en EE UU asegura que hoy es más lucrativo traficar medicamentos falsos que drogas ilegales, lo que potencia la amenaza. Las autoridades argentinas consideran “un problema sanitario” el aumento del mercado negro.
Desde hace tiempo que la falsificación, adulteración y venta ilegal de medicamentos se metió entre las actividades más lucrativas del delito, junto con hechos graves como la trata de personas, la venta de drogas y las armas. Incluso, una entidad asegura que los fármacos superan en ganancias del narcotráfico. Así lo dijo el informe más reciente del Center for Medicine in the Public Interest, un organismo especializado estadounidense.
El trabajo advierte que “la venta de medicamentos falsos ha aumentado un 90% entre 2005 y 2010, para alcanzar US$75.000 millones”. La actividad sería entre 10 y 25 veces más rentable que el tráfico de droga, dice el centro de estudios. Según Eric Przyswa, el mercado de los medicamentos falsificados está dominado más bien por un tipo de "crimen de cuello blanco que trabaja en el sector de la salud" y se alía a veces con particulares.
Los especialistas afirman que en China se producen la mayor cantidad de medicamentos falsos, seguidos por los de origen indio y ruso. Cualquier tipo de medicamento puede ser objeto de tráfico: antibióticos, anticonceptivos, antipalúdicos e incluso medicamentos contra el cáncer. “El espacio de las organizaciones criminales "clásicas" y de las redes terroristas en este tráfico, difícil de estimar, parece limitado, subraya el informe. Solo el Ejército Republicano Irlandés (IRA) logró, en los años 90, convertir realmente este tráfico en una fuente de financiación, ejemplifica el informe.
En la Argentina, el tráfico de medicamentos sigue generando un importante mercado negro, aunque es fuertemente combatido por las entidades farmacéuticas y el gobierno. El año pasado, durante el operativo Pangea V 2012, la AFIP, que participó a través de la Aduana de la operación, decomisó 26.589 productos entre los que se incluyen antiespamódicos, tranquilizantes, anorexígenos, suplementos dietarios, comprimidos para la disfunción eréctil y remedios para pacientes cardíacos. Los 52 envíos fueron monitoreados a través de 53 sitios web en los que eran comercializados.
Pangea V es la "mayor operación de lucha contra el mercado negro internacional de medicamentos falsos e ilícitos" que se realizó hasta el momento. Además de Interpol, de los procedimientos participaron la Organización Mundial de Aduanas, el Foro Permanente sobre Delitos Farmacológicos Internacionales, los jefes de Agencias de Medicamentos, el Instituto de Seguridad Informática y Europol.
En tanto, desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) se considera el tema como “un problema de la salud pública”. “La falsificación de medicamentos afecta tanto a países en desarrollo cuanto a los desarrollados. La reglamentación de canales de distribución de medicamentos tiene por objetivo garantizar que los medicamentos lleguen al consumidor con la calidad, seguridad y eficacia con la que fueron elaborados. A pesar de la fiscalización continua que se ejerce sobre los establecimientos que comercializan o dispensan medicamentos, muchas veces éstos son infiltrados por productos falsificados o adulterados de una manera deliberada y fraudulenta con el objetivo de obtener lucros ilegales”, denunció el informe elaborado por la entidad con motivo del encuentro realizado en noviembre del 2012 en Buenos Aires, donde se puso en marcha un nuevo mecanismo de lucha contra esta actividad.
El documento, elaborado por María José Sánchez y Sebastián Tobar, expresa que “la mayoría de las autoridades sanitarias del mundo llevan adelante una estrategia proactiva de fiscalización, de manera de vigilar de forma continua el mercado, evitando que lleguen a la población medicamentos ilegítimos (término amplio que abarca falsificados, adulterados, de contrabando, sin registro sanitario o robados)”.
Según la Alianza Europea para el Acceso a los Medicamentos Seguros, un 62% de las pastillas compradas en la red [Internet] en 2011 estaban falsificadas. En los países desarrollados, solo un uno por ciento de los medicamentos son falsificados. Pero en algunos países árabes, Latinoamérica y África, un tercio son falsos, según la OMS.
En estas regiones, más que en cualquier otro lugar, el tráfico es particularmente peligroso: en 2009, 84 niños nigerianos murieron después de ingerir un jarabe para la tos que contenía anticongelante.