El Servicio Nacional de Salud (NHS) de Gran Bretaña y la industria farmacéutica no colaboran de manera efectiva, según un informe que involucra a personas de ambos estamentos. El informe (https://www.abpi.org.uk/media/6978/abpi-confed-ambition-for-collaboration-final-approved-version.pdf) cita, entre las barreras que limitan las colaboraciones intersectoriales efectivas, a la desconfianza.

La Confederación NHS, un organismo para los proveedores de servicios de salud del Reino Unido y el grupo de comercial farmacéutico ABPI elaboraron juntamente el informe hablando con personas que trabajan en el NHS y en la industria farmacéutica. Las conversaciones identificaron barreras duras y blandas para lograr una colaboración efectiva.

Los problemas difíciles incluyen la falta de recursos sostenibles para colaboraciones y que el NHS está configurado para tratar asuntos inmediatos, no para explorar modelos futuros. Otras personas identificaron la dificultad para ampliar los proyectos [a otras áreas geográficas u a otros beneficiarios] como una barrera dura clave, argumentando que el NHS se ha involucrado en una gran cantidad de programas locales exitosos, pero luego no logró difundirlos a todo el país.

A pesar del nombre, los problemas blandos pueden ser aún más difíciles de solucionar. El informe dice que algunos organismos del NHS han recibido órdenes “de los líderes locales de no interaccionar con la industria”, además de la evidencia de que algunos proveedores de atención médica desconfían de las compañías biofarmacéuticas, en parte porque creen que las empresas priorizan las ganancias sobre los pacientes. Los casos de malas prácticas que dan crédito a esta perspectiva empañan a toda la industria.

Este conjunto diverso de barreras significativas ha llevado a que los proyectos no puedan despegar y a que cuando se implementan no cumplan con las expectativas.

“En el pasado, las partes interesadas de la industria y del NHS se han sentido frustradas por el tiempo que tardan en acordar colaboraciones, por las preocupaciones por la gobernanza y las dificultades para alinear las necesidades del sistema con las ofertas de la industria”, escribió Mike Thompson, director ejecutivo de ABPI, en el preámbulo del informe.

El informe identificó más de 10 acciones que el NHS y la industria deberían emprender para mejorar la situación. La lista está encabezada por un llamado a los principales líderes del NHS para dar “una señal clara” de que participar con la industria de las ciencias de la vida es fundamental para la mejora del sistema de salud de Reino Unido. Hay evidencia de que partes del NHS son receptivas a ese mensaje.

Niall Dickson, director ejecutivo de la Confederación NHS, escribió: “Necesitamos hacer más y hacerlo a escala. No todos están de acuerdo con la idea de que la colaboración con la industria y la investigación es crítica para la misión del NHS, y sigue existiendo el peligro de que esta actividad se vea como “algo que está bien” en lugar de “imprescindible”.

Dickson quiere que la Confederación NHS trabaje con sus miembros y la industria para “lograr un cambio radical en la relación entre el servicio de salud y sus proveedores”. Sin embargo, las barreras suaves identificadas en el informe sugieren que puede ser difícil alentar el cambio de arriba hacia abajo. Otras recomendaciones, como el llamado para que el NHS comunique mejor los proyectos exitosos, podrían ayudar a reducir la desconfianza y las percepciones erróneas.