Objetivo: Revisar la evidencia disponible acerca de los riesgos infecciosos relacionados con los fármacos biológicos utilizados en las enfermedades inflamatorias de origen inmune.
Material y métodos: Se seleccionaron los fármacos biológicos con indicación en enfermedades inflamatorias de origen inmune, que se dispensen desde las Unidades de Farmacia de Pacientes Externos del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Se consultaron las fichas técnicas de los medicamentos y se realizó una búsqueda en Pubmed revisando los artículos y guías más relevantes.
Resultados y conclusiones. El riesgo asociado a las terapias inmunosupresoras se deduce en muchas ocasiones de su mecanismo de acción y establecer una relación causal a veces es complicado. Realizar el cribado de tuberculosis se ha asociado a la reducción del riesgo de reactivación de la tuberculosis latente de hasta 7 veces y, por el momento, se recomienda mantener las recomendaciones basadas para las terapias anti-TNF-a para el resto de terapias biológicas. Aunque el herpes zoster es uno de los efectos adversos más frecuentes con las terapias anti-TNF-a, existe controversia respecto a la causalidad debido a que los pacientes con enfermedades inflamatorias autoinmunes presentan un mayor riesgo del mismo. Se recomienda realizar cribado de VHB y VHC. En pacientes con HBsAg negativo es recomendable administrar la vacuna previamente al inicio de la terapia biológica y los pacientes con HBsAg positivo deben recibir profilaxis. Las vacunas con microorganismos atenuados están contraindicadas durante el tratamiento biológico y se recomienda vacunar frente a la gripe y el neumococo a todos los pacientes que reciban estas terapias. Antes del inicio de la terapia se recomienda realizar cribado de VIH, descartar embarazo, y valorar otras patologías como insuficiencia cardíaca, citopenias, enfermedad pulmonar intersticial, enfermedad desmielinizante o enfermedad tumoral.
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