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Novedades sobre el covid

En EE UU, Merck vende la píldora covid financiada por el gobierno federal a un precio 40 veces superior al costo de fabricación

(Merck sells federally financed covid pill to USA for 40 times what it costs to make)
Sharon Lerner
The Intercept, 5 de octubre de 2021
https://theintercept.com/2021/10/05/covid-pill-drug-pricing-merck-ridgeback/
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Economía y Acceso 2021; 24(4)

Tags: molnupiravir, Merck, financiación pública de la I+D, anticuerpos monoclonales, acceso universal, pandemia, covid, precios asequibles, conducta de la industria, BARDA, subsidios público-privados, Departamento de Defensa

El tratamiento del covid-19, molnupiravir se desarrolló con fondos de los Institutos Nacionales de Salud y del Departamento de Defensa.

Producir un tratamiento de cinco días de molnupiravir, el nuevo medicamento aclamado como un “gran avance” para tratar el covid-19, cuesta US$17,74, según un informe publicado la semana pasada que escribieron expertos en precios de medicamentos de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el King’s College Hospital de Londres. Merck está cobrando al gobierno de EE UU US$712 por la misma cantidad de medicamento, o 40 veces su costo de producción.

El anuncio del viernes pasado de que el nuevo medicamento redujo a la mitad el riesgo de hospitalización entre los participantes en ensayos clínicos con enfermedad moderada o leve podría tener enormes implicaciones para la evolución de la pandemia de coronavirus. Al tratarse de una píldora, a diferencia de los anticuerpos monoclonales, un tratamiento antiviral comparable que se administra por vía intravenosa, se espera que el molnupiravir se use más ampliamente y que, con suerte, reduzca la tasa de mortalidad. En los primeros 29 días del ensayo, no se reportaron muertes entre los 385 pacientes que recibieron el medicamento, mientras que ocho de las personas que recibieron un placebo murieron, según el comunicado publicado por Merck y Ridgeback Biotherapeutics, las dos compañías que lo están comercializando conjuntamente.

Además de tener un gran impacto en la salud, la píldora podría generar grandes beneficios para Merck y para Ridgeback Biotherapeutics. Ridgeback, una pequeña empresa con sede en Miami obtuvo la licencia del medicamento de la Universidad de Emory en 2020, y dos meses después vendió los derechos globales del medicamento a Merck por una suma no revelada. Aunque Ridgeback sigue involucrado en el desarrollo del medicamento, algunos han descrito el trato como una “revolución”.

Al igual que la gran mayoría de los medicamentos que hay en el mercado, el molnupiravir, que originalmente se investigó como un posible tratamiento para la encefalitis equina venezolana, se desarrolló con fondos del gobierno. La Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (The Defense Threat Reduction Agency), una división del Departamento de Defensa donó más de US$10 millones en 2013 y 2015 a la Universidad de Emory, como ha revelado una investigación realizada por la organización sin fines de lucro Knowledge Ecology International. El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, parte de los Institutos Nacionales de Salud, también otorgó a Emory más de US$19 millones en becas adicionales.

A pesar de eso, solo Merck y Ridgeback obtendrán las ganancias del nuevo antiviral, que según Quartz podría generar hasta US$7.000 millones a fines de este año. Después del anuncio de los alentadores resultados del ensayo clínico, el precio de las acciones de Merck subió, mientras que los precios de las acciones de algunos fabricantes de vacunas cayeron. A pesar de la inversión inicial, el gobierno de EE UU parece estar enfrentando un marcado aumento en los precios. En junio, el gobierno firmó un contrato por US$1.200 millones con Merck para suministrar 1.7 millones de tratamientos a un precio de US$712 cada uno. La transacción debe realizarse tan pronto como la FDA otorgue a molnupiravir la autorización para uso en emergencia.

Términos razonables
Quienes defienden las inversiones del gobierno señalan que como las agencias federales gastaron al menos US$29 millones en el desarrollo del medicamento, el gobierno tiene la obligación de garantizar que sea asequible. “El público financió este medicamento y, por lo tanto, el público tiene algunos derechos, incluyendo el derecho de que esté disponible para usted en términos razonables”, dijo Luis Gil Abinader, investigador senior de Knowledge Ecology International.

En una entrevista en CNBC, la cofundadora de Ridgeback, Wendy Holman, señaló que la compañía solicitó, pero “nunca obtuvo fondos del gobierno” para ayudar a fabricar molnupiravir. Rick Bright, ex director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, (Biomedical Advanced Research and Development Authority o BARDA) presentó una demanda de delator en mayo de 2020, describiendo los esfuerzos infructuosos de Ridgeback “para obtener aproximadamente US$100 millones” de BARDA para desarrollar el medicamento como tratamiento para covid-19. El comunicado de prensa de la empresa sobre los resultados del estudio también señaló que “desde que obtuvo la licencia de Ridgeback, todos los fondos que se han utilizado para el desarrollo de molnupiravir provienen de Merck y Wayne y Wendy Holman de Ridgeback”.

Abinader criticó el hecho de que Ridgeback no reconociera la inversión inicial del gobierno en el medicamento, antes de ser adquirido por la empresa. “Lo que quieren hacer, al parecer, es liderar la narrativa sobre quién pagó por el desarrollo de este medicamento para evitar las solicitudes del público para que esté disponible a precios razonables”, dijo.

En una respuesta enviada por correo electrónico a las preguntas que se hicieron a Ridgeback Biotherapeutics para este artículo, Davidson Goldin escribió: “Ridgeback nunca ha recibido ningún financiamiento gubernamental para molnupiravir, y autofinanció el desarrollo de este medicamento para tratar el SARS-CoV-2 cuando el gobierno no proporcionó apoyo financiero”. Merck no respondió a las consultas sobre este artículo.

Sin condiciones
Merck ha prometido hacer accesible el molnupiravir en todo el mundo, y ya ha entablado acuerdos de licencia con cinco empresas indias que fabrican medicamentos genéricos. “Merck se ha comprometido a brindar acceso oportuno al molnupiravir a nivel mundial, si se autoriza o se aprueba su comercialización, y planea implementar un enfoque de precios escalonados utilizando la clasificación de los países según sus ingresos que utiliza el Banco Mundial, para entender la capacidad relativa de los países para financiar la respuesta del sector salud a la pandemia” dijo la empresa al anunciar los resultados del ensayo. Las empresas indias planean fijar el precio del medicamento a menos de US$12 por tratamiento de cinco días, según informes recientes.

En EE UU, y probablemente en muchos países de ingresos medianos altos y todos los países de ingresos altos, el precio lo determinará el mercado. Al señalar que el tratamiento se puede ofrecer a personas que aún no están gravemente enfermas con covid-19, los defensores de la salud temen que eso significará que algunos en estos países no podrán pagar el nuevo medicamento. “Ofrecerle a alguien un tratamiento de US$700 cuando todavía no se siente enfermo significará que mucha gente no lo va a tomar”, dijo Dzintars Gotham, médico del King’s College Hospital de Londres y coautor del informe sobre el precio del molnupiravir. Según el informe, fijar el precio del molnupiravir en US$19,99 le daría a la empresa un margen de beneficio del 10%.

Melissa Barber, candidata a doctorado en la Escuela de Salud Pública de Harvard y coautora del informe sobre molnupiravir, dijo que, si bien su precio no es tan extremo como el de algunos otros medicamentos, es probable que el antiviral esté fuera del alcance de los que podrían beneficiarse del mismo. “Si no puede pagar un medicamento porque es 1,000 veces más caro de lo que puede pagar, o porque es 100 veces más de lo que puede pagar, no importa”, dijo Barber. “Ambos son malos”.

Barber y Gotham reconocen que el costo de US$17,74 de producir un ciclo de cinco días de píldoras antivirales es una estimación, pero dijeron que el algoritmo que usaron, y que han empleado para estimar los costos de producción de cientos de medicamentos, a largo plazo tiende a sobreestimar los costos.

Mientras tanto, los precios que cobran las empresas privadas por los medicamentos tienden a subir en lugar de bajar. “Para todos estos acuerdos que se han realizado para terapias o vacunas, el precio ha ido aumentando a medida que ha disminuido la incertidumbre”, dijo. “Se da un precio y luego, para la próxima venta, el precio sube. El precio de otros medicamentos y vacunas subió, por lo que me sorprendería mucho que este precio no subiera también”.

La diferencia entre el costo de producción y el precio de venta debería ser motivo para exigir un mejor precio bajo la Ley Bayh-Dole, según Abinader de Knowledge Ecology International. Bayh-Dole, aprobada en 1980, regula la transferencia de invenciones financiadas con fondos federales a empresas comerciales y permite que el gobierno “intervenga” y suspenda el uso de patentes que fueron desarrolladas con fondos gubernamentales si determina que el precio de los productos es excesivo.

“La presión para que se utilice el derecho a intervenir (march -in rights) en el caso de este medicamento va a ser enorme”, predijo Abinader, quien sugirió que el gobierno podría usar la ley para reducir el precio del molnupiravir. “Cuando la administración Biden negocie otro acuerdo de suministro con Merck, probablemente debería aprovechar esos derechos para obtener un mejor precio”, dijo.

Según Gotham, con sede en Londres, la historia corta de molnupiravir ya resume lo mejor y lo peor del sistema farmacéutico de EE UU. “Que el gobierno estadounidense haya financiado a algunos científicos para que desarrollen antivirales es una gran cosa”, dijo. “La gran tragedia es que, después de su gran éxito, simplemente lo regalaron a la industria privada sin aparentemente haber establecido ningún compromiso”.

creado el 6 de Diciembre de 2021