Según la oficina de la procuradora general de Nueva York, Letitia James, tres distribuidores de opioides resolvieron una demanda con el estado de Nueva York por una suma de más de mil millones de dólares.
En una negociación de acuerdo que duró hasta altas horas de la noche del lunes, según una fuente familiarizada con las discusiones, McKesson Corporation, Cardinal Health Inc. y Amerisource Bergen Drug Corporation acordaron pagar US$1.100 millones que se invertirán en programas para reducir el consumo de opioides en el estado de Nueva York, según la declaración.
Esto, según la oficina del Fiscal General, efectivamente pone fin a su participación en una demanda civil que se estaba procesando en Nueva York.
“Durante más de dos décadas, la epidemia de opioides ha causado estragos en innumerables comunidades de Nueva York y en el resto de la nación, matando a cientos de miles de nuestros amigos y familiares y convirtiendo en adictos a millones más”, dijo James en un comunicado el martes. “Y en el transcurso de estas últimas dos décadas, McKesson, Cardinal Health y Amerisource Bergen distribuyeron opioides sin tener en cuenta que estaban ayudando a alimentar una crisis nacional”.
“Hoy los hacemos responsables, deberán entregar más de US$1.000 millones a las comunidades de Nueva York que han sido devastadas por los opioides, para que los inviertan en estrategias de tratamiento, recuperación y prevención”, agregó James. “Si bien ninguna cantidad de dinero compensará jamás los millones de adicciones, los cientos de miles de muertes o las innumerables comunidades diezmadas por los opioides, este dinero será vital para prevenir futuros problemas”.
El acuerdo del martes también incluye fondos para pagar los honorarios de los abogados de Nueva York.
El dinero se pagará en el transcurso de los próximos 17 años, y el primer pago se realizará en septiembre.
Los tres distribuidores también acordaron que en futuro monitorearan sus envíos de opioides, con la ayuda de un tercero, un organismo de control independiente, externo, que supervisará la información sobre las entregas que hayan hecho las tres empresas a cada una de las farmacias.
McKesson, Cardinal y Amerisource Bergen fueron demandadas por el estado de Nueva York en 2019, como parte de una demanda generalizada contra una larga lista de fabricantes y distribuidores farmacéuticos. En ese momento, James acusó a las empresas de participar en “años de marketing engañoso sobre los riesgos de los opioides e incumplimiento de su deber de informar sobre comportamientos sospechosos”.
El mes pasado, Johnson & Johnson llegó a un acuerdo con el estado, pagando US$230 millones para resolver la demanda. Varios otros acusados en la demanda inicial, incluyendo Purdue Pharma y la distribuidora Rochester Drug Cooperative, se han declarado en quiebra y los casos en su contra se gestionarán a través del sistema judicial de quiebras.
Tres fabricantes de opioides adicionales, Endo Health Solutions, Teva Pharmaceuticals USA, Inc. y Allergan Finance, LLC, siguen impugnando las afirmaciones que ha hecho el estado durante el juicio.
Según el comunicado de James, el acuerdo del martes se negoció en coordinación con la iniciativa por llegar a un “acuerdo global”, cuyo objetivo es resolver miles de casos de opioides en todo el país. Estas negociaciones están en curso.