Los pacientes que toman quinidina deben saber que tiene interacciones clínicamente importantes y potencialmente peligrosas con muchos otros medicamentos de venta con receta.
La FDA aprobó la quinidina, que se comercializa en EE UU desde hace más de seis décadas y que está disponible en forma genérica, para varios tipos de trastornos del ritmo cardíaco, incluyendo ciertas formas de fibrilación auricular (un trastorno frecuente del ritmo cardíaco caracterizado por una frecuencia cardíaca irregular y a menudo rápida) y taquicardia ventricular potencialmente mortal [1]. La agencia también aprobó este medicamento para tratar tipos de malaria potencialmente mortales. El Grupo de Investigación en Salud de Public Citizen ha designado a la quinidina como de Uso Limitado.
La quinidina también se comercializa en combinación con dextrometorfano bajo la marca Nuedexta, y se usa para tratar la afección pseudobulbar (PBA, por sus iniciales en inglés). La afección pseudobulbar ocurre en pacientes con diversos trastornos neurológicos no relacionados y consiste en episodios involuntarios, repentinos y frecuentes de risa o llanto [2]. La dosis diaria típica de Nuedexta proporciona 20 mg de quinidina, lo que es menos del 5% de la dosis diaria de los productos que sólo contienen quinidina, por lo que es mucho menos probable que se produzcan interacciones farmacológicas clínicamente importantes.
Aumento del riesgo de anomalías mortales del ritmo cardíaco [3]
La quinidina puede provocar una prolongación del intervalo QT, un cambio en la actividad eléctrica del corazón que puede dar lugar a una alteración mortal del ritmo cardíaco denominada torsades de pointes, que puede resultar en un paro cardíaco y una muerte súbita.
Numerosos medicamentos orales, cuando se utilizan de forma concomitante (al mismo tiempo) que la quinidina, aumentan aún más el riesgo de prolongación del intervalo QT, ya que aumentan los niveles de quinidina en sangre o provocan directamente la prolongación del intervalo QT (ver ejemplos en el cuadro siguiente). Estos medicamentos incluyen algunos medicamentos para el tratamiento de los trastornos del ritmo cardíaco, la enfermedad de Alzheimer, las infecciones bacterianas, la depresión, las infecciones fúngicas, la infección por el VIH, los espasmos musculares, el trastorno por consumo de opiáceos, el dolor y la psicosis, entre otras enfermedades.
El riesgo de prolongación del intervalo QT y de ritmos cardíacos anormales potencialmente mortales es tan alto para varios de estos medicamentos que no se deben tomar de forma concomitante con la quinidina.
Otras interacciones farmacológicas importantes [4, 5] Colchicina. El uso concomitante de quinidina y colchicina (medicamento para la gota) (COL-Probenecid, Colcrys, Gloperba, Mitigare) puede provocar un aumento de los niveles sanguíneos de colchicina, que pueden llegar a ser tóxicos. La toxicidad de la colchicina suele provocar síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Ésta también puede afectar negativamente la capacidad de la médula ósea para producir glóbulos rojos y blancos, lo que provoca una anemia grave y aumenta el riesgo de infecciones graves, respectivamente.
El uso concomitante de quinidina y colchicina se debe evitar en pacientes con alteraciones de la función renal o hepática debido a la posibilidad de que se produzcan interacciones farmacológicas mortales o que pongan en peligro la vida. La dosis de colchicina se deberá reducir en los pacientes con una función renal y hepática normal que necesiten utilizar quinidina y colchicina de forma concomitante.
Digoxina. El uso concomitante de quinidina y digoxina (Lanoxin) -que se utiliza para tratar la insuficiencia cardíaca y para controlar la frecuencia cardíaca en pacientes con fibrilación auricular- puede dar lugar a un aumento de los niveles sanguíneos de digoxina, que pudiendo alcanzar niveles muy tóxicos. Los síntomas más frecuentes de la toxicidad de la digoxina son pérdida de apetito, náuseas, vómitos y fatiga. La toxicidad de la digoxina puede provocar ritmos cardíacos anormales. Cuando el uso concomitante de quinidina y digoxina es inevitable, usualmente se debe reducir la dosis de digoxina, y se debe hacer un control más frecuente de los niveles de digoxina en sangre, especialmente durante el inicio y la interrupción de la quinidina.
Lo que puede hacer
Si necesita tratamiento con quinidina, revise todos sus otros medicamentos con su médico para evaluar si existen interacciones farmacológicas potencialmente importantes. Si está tomando un medicamento que interactúa con la quinidina, es posible que deba suspender o ajustar la dosis del medicamento que interactúa, someterse a un control más frecuente de los niveles sanguíneos del medicamento que interactúa, o bien su médico puede aconsejarle que tome un medicamento diferente a la quinidina para su problema cardíaco o la malaria. Tenga en cuenta que otros medicamentos no mencionados en este artículo también pueden tener interacciones peligrosas con la quinidina.
Referencias