Según un análisis de Reuters, este año, la industria farmacéutica está comercializando medicamentos nuevos a precios récord, lo que pone de manifiesto su poder de fijación de precios, aun cuando el Congreso se esfuerza por recortar la factura anual de más de US$500.000 millones en medicamentos de venta con receta en EE UU.
Reuters también encontró que algunas empresas farmacéuticas están ofreciendo menos información sobre los precios de los tratamientos, que han sido objeto de mayor escrutinio en los últimos años.
El Dr. Aaron Kesselheim, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital, dijo a Reuters: “En EE UU permitimos que los fabricantes de medicamentos fijen libremente los precios de todos los medicamentos de marca”.
Según la información de Reuters, la mediana del precio anual de 13 medicamentos nuevos que en lo que va de año ha aprobado la FDA para tratar enfermedades crónicas es de US$257.000.
Estos medicamentos no estaban solos: otros siete medicamentos recién comercializados tenían un precio superior a los US$200.000. Había otros tres medicamentos comercializados en 2022 que, por usarse sólo de forma intermitente, no se incluyeron en el cálculo.
Según un estudio publicado recientemente en JAMA [1], el año pasado, la mediana del precio anual de los 30 medicamentos comercializados por primera vez hasta mediados de julio de 2021 ascendió a US$180.000.
Si bien el trabajo de Reuters no replica exactamente ese estudio, éste muestra que la dirección de los precios de los nuevos medicamentos sigue en aumento.
El estudio de JAMA también excluyó los medicamentos que se utilizan de forma intermitente e incluyó un ajuste por el hecho de que los medicamentos para enfermedades muy raras tienen precios más altos, lo que no hizo Reuters.
La industria farmacéutica afirma que los precios de los nuevos medicamentos, muchos de los cuales tratan enfermedades raras para las que no había terapias, reflejan el valor que tienen para los pacientes, incluyendo la capacidad de evitar costosas visitas a urgencias y estancias hospitalarias.
Las empresas farmacéuticas también subrayan que ellas no determinan lo que los pacientes estadounidenses acaban pagando por los medicamentos.
En respuesta a una pregunta sobre el precio anual de US$12.700 de Mounjaro, un medicamento nuevo para la diabetes, Eli Lilly expresó: “La aseguradora (de salud) y el plan de cada persona determinarán los costos de bolsillo”, y añadió que la empresa ofrece tarjetas de ahorro para reducir esos costes a tan sólo US$25 al mes.
Un intento para distraer
Al mismo tiempo, la información sobre los precios de los medicamentos se ha vuelto más difícil de confirmar. Reuters solicitó datos sobre precios a las 15 empresas que lanzaron medicamentos nuevos este año.
Seis de los fabricantes no respondieron a la solicitud de detalles sobre los precios o inicialmente sólo proporcionaron información parcial, como el costo “por vial”, en lugar de un costo anual basado en el uso promedio de los pacientes, como habían hecho en el pasado.
Sanofi dijo que su nuevo medicamento Enjaymo, utilizado para tratar un tipo raro de anemia, tenía un precio de US$1.800 por vial. Cuando se la presionó más, la empresa francesa aclaró que el precio anual típico es de US$280.800.
Immunocore reveló inicialmente sólo el precio “por vial” de Kimmtrak, para tratar el melanoma, y Dermavant Sciences sólo dio un precio “por tubo” para su nueva crema contra la psoriasis. Bristol Myers Squibb indicó el precio “por infusión” de Opdualag, tratamiento oncológico. Las tres empresas acabaron proporcionando precios anuales.
CTI BioPharma remitió a Reuters a una base de datos de terceros, pero más tarde dio un precio mensual para Vonjo, un tratamiento contra un tipo raro de anemia. Mycovia Pharmaceuticals dijo que “como empresa privada” no proporcionaría información sobre el precio de su antimicótico Vivjoa.
El Dr. Ameet Sarpatwari, profesor de la Universidad de Harvard especializado en derecho sanitario, dijo que esa divulgación incompleta podría ser “un intento de distraer” [la atención] de los elevados precios anuales.
En respuesta, algunos fabricantes de medicamentos dicen que los precios del tratamiento pueden variar en función del peso del paciente y otros factores, lo que complica la estimación del costo para un paciente medio.
El Congreso aprobó la semana pasada la histórica Ley de Reducción de la Inflación, por valor de US$430.000 millones, que incluye un límite a los aumentos anuales de los precios de los medicamentos y permite que Medicare negocie los precios de hasta 20 de los medicamentos en los que más gasta.
Sin embargo, el proyecto de ley no limita lo que los fabricantes de medicamentos pueden cobrar por los productos nuevos. Algunos expertos de la industria dicen que eso podría lograr que los fabricantes confiaran aún más en precios de lanzamiento más altos.
Daniel Ollendorf, del Centro para la Evaluación del Valor y el Riesgo en Salud (Center for the Evaluation of Value and Risk in Health) del Centro Médico Tufts, dijo: “La industria se centrará en los nuevos fármacos y utilizará las estrategias que no están controladas”.
El estudio publicado por JAMA sobre los precios de los medicamentos mostró que, entre 2008 y 2021, los precios de lanzamiento de los medicamentos en EE UU crecieron anualmente un 20%.
Según el estudio dirigido por investigadores del Programa de Regulación, Terapéutica y Derecho, con sede en Boston, y del Brigham and Women’s Hospital, en términos netos, que tienen en cuenta los reembolsos por volumen y otros descuentos que las aseguradoras de salud negocian con los fabricantes de medicamentos, los precios de los nuevos fármacos aumentaron anualmente un 11%.
Reuters no calculó un aumento comparable para 2022, ya que los montos de estos descuentos no se hacen públicos.
Los pagadores suelen exigir descuentos y rebajas para los nuevos medicamentos cuando los tratamientos de la competencia están disponibles. A medida que expiran las patentes, los genéricos de menor costo también mitigan la inflación de los precios de los medicamentos de venta con receta, que, según la Oficina de Estadísticas Laborales, en los 12 meses hasta julio han crecido un 2,8%.
Rena Conti, profesora asociada de la escuela de negocios de la Universidad de Boston, afirma: “La gran mayoría de los medicamentos que utilizan los estadounidenses son genéricos”, y continúa expresando que los medicamentos para enfermedades con pocas opciones de tratamiento son los más caros.
Referencias