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El Parlamento Europeo ha dado visto bueno a dos importantes novedades en el marco sanitario europeo en su sesión plenaria. Concretamente, la cámara de Estrasburgo ha acordado con el Consejo de la Unión Europea la ampliación de competencias del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), así como una serie de medidas que permitirán a la Unión anticipar y responder mejor a las amenazas transfronterizas graves para la salud. La primera de las votaciones ha recibido respaldo de 542 europarlamentarios, por 43 en contra y 9 abstenciones; la segunda, por su parte, ha registrado 544 apoyos, por 50 en contra y 10 abstenciones.

La Comisión Europea presentó en noviembre de 2020 un nuevo marco normativo sobre seguridad sanitaria basado en las experiencias de la pandemia. Este incluye tres textos legislativos: más poderes para la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la extensión del mandato del ECDC, y una estrategia ante amenazas sanitarias transfronterizas graves.

Más coordinación y mejor capacidad de respuesta
Con la ampliación de las competencias del Centro europeo para la prevención y control de enfermedades, la UE pretende mejorar la coordinación en caso de nuevas crisis sanitarias entre los organismos nacionales, comunitarios e internacionales. El ECDC se encargará, además, de recabar datos comparables y de vigilar la situación de los sistemas nacionales de salud para determinar si están preparados ante posibles brotes.

La nueva legislación pretende así reforzar la capacidad de la UE para prevenir, estar preparada y gestionar los brotes de enfermedades contagiosas. El ECDC colaborará así con la Comisión Europea, las autoridades nacionales, los órganos de la Unión y las organizaciones internacionales para garantizar la coherencia y complementariedad de sus actividades. Para garantizar la relevancia y comparabilidad de los datos, el Centro coordinará la estandarización de los procedimientos de recogida, validación, análisis y difusión de datos a escala de la Unión.

Además, el ECDC vigilará muy de cerca la capacidad de los sistemas nacionales de salud de detectar, prevenir y dar respuesta a los brotes de enfermedades contagiosas y recuperarse después, además de identificar lagunas y formular recomendaciones de carácter científico.

En cuanto a las nuevas normas frente amenazas en salud se contempla una mejor planificación de la prevención, la preparación y la respuesta a escala europea y nacional. La Comisión tendrá capacidad para confirmar oficialmente una emergencia de salud pública a escala de la Unión, lo que pondrá en marcha una colaboración más estrecha en el seno de la misma y permitirá desarrollar y almacenar con tiempo medicamentos y productos de laboratorio. Del mismo modo, la legislación también detalla los procedimientos necesarios para la adquisición conjunta de medicamentos y dispositivos médicos, e incluso contempla la posibilidad de restringir las compras y negociaciones en paralelo por parte de los países participantes en una compra europea conjunta.