Producción y Negocios

Shionogi se asoció con la Asociación Global de Investigación y Desarrollo de Antibióticos (Global Antibiotic Research and Development Partnership o GARDP) y la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud (Clinton Health Access Initiative o CHAI) en un intento por impulsar el acceso a los antibióticos en todo el mundo.

Los socios expresaron en un comunicado que la troika gira en torno al cefiderocol, antibiótico que se utiliza para tratar infecciones graves por bacterias Gram negativas que pueden ser resistentes a otros antibióticos [1]. Este medicamento, aprobado por la FDA en 2019 y por la EMA en 2020, también se ha incluido recientemente en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de OMS [2].

La OMS señala en su página informativa sobre el cefiderocol que la resistencia a los antimicrobianos es un problema creciente en todo el mundo, y se prevé que contribuya a 700.000 muertes al año a nivel global. La organización advierte: “Si no se toman medidas, se calcula que a partir de 2050 las infecciones resistentes a los medicamentos pondrán en riesgo 10 millones de vidas anualmente”.

Mientras tanto, Shionogi, GARDP y CHAI consideran que el problema podría ser incluso peor a lo esperado, y citan un estudio reciente que encontró que la resistencia a los antibióticos causó casi 1,3 millones de muertes en todo el mundo en 2019, que es casi el doble de las estimaciones previas.

Según dicen los socios, GARDP, organización suiza sin ánimo de lucro, producirá y venderá cefiderocol a través de sublicencias en una “gran variedad de países que están rezagadas en acceder (si es que tienen acceso) a antibióticos más nuevos”, en colaboración con Shionogi. Se espera que la licencia cubra “todos los países de renta baja, la mayoría de los de renta media baja y media alta”, así una “selección” de países de renta alta. Los socios señalaron que en total serían135 países, es decir, alrededor del 75% de los países del mundo.

Las tres organizaciones comentaron que el territorio de la licencia “incluye una proporción significativa de la población mundial que vive en las zonas más afectadas por la resistencia a los antibióticos”.

Además, los socios añadieron que, para hacer llegar el antibiótico a los pacientes, la alianza tendrá que superar varias “barreras técnicas, legales, reglamentarias y económicas”, y ahí es donde entra en juego CHAI, que es experta en trabajar con los sectores público y privado en la “remodelación de los mercados y la introducción de medicamentos en países de todo el mundo”.

Jennifer Cohn, jefa del proyecto de acceso global de GARDP, dijo a Stat News que para concretar estos planes en la práctica hay que establecer la estructura de precios y los marcos de distribución.

En el marco de la colaboración, Shionogi, GARDP y CHAI coordinarán con los ministerios de salud y otros expertos en un intento de reforzar “los programas de gestión hospitalaria que garanticen un uso adecuado”, lo cual es especialmente importante para evitar contribuir a generar resistencia al cefiderocol.

Shionogi comentó que este acuerdo de licencia es el “primero” que involucra a un antibiótico para tratar infecciones bacterianas graves y se establece “entre una empresa farmacéutica y una organización sin ánimo de lucro para responder a las prioridades de la salud pública”. Además, el proyecto tiene un “objetivo más amplio” en la medida en que podría “allanar el camino para el acceso a los antibióticos de forma más general”.

Shionogi y GARDP publicarán su acuerdo de licencia con la esperanza de que pueda servir de “base” para futuros acuerdos similares.

Por otra parte, Pharmaphorum informa que el Reino Unido podría poner pronto en marcha un nuevo modelo de “suscripción”, similar al de Netflix, para el cefiderocol de Shionogi y la ceftazidima/avibactam de Pfizer, también conocida como Zavicefta [3].

El medio de comunicación explica que el Departamento de Salud del país, el NHS de Inglaterra y el NICE han concluido una evaluación de los dos antibióticos, y que el NHS de Inglaterra pagaría el acceso a los mismos por una cuota anual fija de £10 millones, calculada en función del valor que estos medicamentos representan para el sistema de salud, independientemente de la cantidad que se utilice para tratar a los pacientes.

Los contratos propuestos están aún en borrador y tendrían una duración de 10 años. Se espera que se concreten en las próximas semanas. Pharmaphorum agregó que Pfizer y Shionogi propusieron que se considerara a sus medicamentos para utilizar este procedimiento cuando éste se dio a conocer en 2019.