La división de medicamentos genéricos alcanzó una facturación de US$9.600 millones a cierre de 2021.
Los trabajadores de Novartis y (sobre todo) de Sandoz despertaron este jueves con una noticia inesperada. El gigante farmacéutico anunciaba la decisión de que el ala de genéricos fuera una compañía independiente, que cotice por su cuenta. Un movimiento que la multinacional ha ejecutado antes de lo esperado y tiene varias causas, tanto estratégicas como para captar inversiones.
La operación estaba prevista para octubre, pero los trabajadores recibieron el comunicado corporativo que les anunció la operación a primera hora de este jueves. Si bien se ignoran las causas para el adelanto, no el por qué del movimiento empresarial.
Pese a que Sandoz supone el 18% de la facturación del Grupo Novartis, en realidad eran dos mundos diferentes que poco tienen que ver. Novartis ha emprendido el camino de especializarse cada vez más en tratamientos innovadores, mientras que Sandoz sostienen su apuesta en los genéricos y los biosimilares.
“No había tantas sinergias y sí mucho corsé” en los movimientos de las compañías, según explican fuentes del sector del medicamento. De hecho, tal es la falta de relación entre ambos negocios, que operativamente ya funcionaban de manera independiente.
De hecho, la relación entre Novartis y Sandoz en los países en los que ambas coincidían es prácticamente inexistente, según indican estas fuentes. Es más: el único miembro de Sandoz que debe rendir cuentas a algún representante de Novartis es su CEO global.
Precisamente, por esta razón, no se espera que el movimiento tenga consecuencias significativas sobre la actividad de ambas compañías. Además, Novartis mantendrá el control de Sandoz, puesto que seguirá siendo su accionista mayoritaria.
Tras la operación también hay causas económicas. Novartis quiere captar nuevos inversores, y para ello tiene que ganar rentabilidad, según indican las fuentes consultadas. A día de hoy, en el negocio farmacéutico, esto se logra con la especialización en áreas innovadoras. Una razón más que explica que la compañía helvética haya decidido forzar la independencia de su área de genéricos y biosimilares, negocios más estables y con más seguridad, pero menos atractivos para los inversores.
Propuestas de compra
Antes de anunciar la escisión, Novartis había intentado vender Sandoz en partes a Aurobindo Pharma, una compañía de India. Pero las dos firmas abandonaron las conversaciones después de encontrar resistencia antimonopolio, tal y como publica Fierce Pharma.
Además, durante los últimos meses Sandoz ha atraído el interés de compra, incluso de un consorcio de inversores de Blackstone y Carlyle por hasta 25.000 millones. Pero Novartis no ha recibido ninguna oferta vinculante formal por Sandoz, dijo Narasimhan en una conferencia este jueves que ha recogido Reuters.
Las cifras de Sandoz
La facturación de Sandoz alcanzó a cierre de 2021 los US$9.631 millones (€9.676 millones). Una cifra que muestra la recuperación de esta división de Novartis tras el impacto de la pandemia de covid-19, aunque todavía no ha recuperado las ventas registradas en 2019: US$9.731 millones (€9.775 millones).
Una recuperación que continúa afianzándose este año. Hasta junio de 2022, Sandoz ha logrado una facturación de US$4.700 millones (€4.718 millones), lo que significa un 6% más que en el mismo periodo del año anterior.
Por regiones, Europa es el principal mercado de Sandoz. De acuerdo con los resultados financieros de 2021, las ventas en esta región alcanzaron los US$5.278 millones (€5.300 millones. Por detrás, EE UU, con US$1.819 millones (€1.826 millones).
También por encima de los 1.000 millones está el mercado que comprende Asia, África y Australia. Ahí, las ventas de Sandoz registraron US$1.662 millones (€1.668 millones) en 2021. Por último, Canadá y Latinoamérica, donde su facturación fue de US$872 millones (€875 millones) el pasado ejercicio.
Actualmente, Sandoz distribuye sus medicamentos en más de 100 mercados a nivel mundial y cuenta con 20.000 empleados.