Este año ha sido agitado en lo que respecta al desarrollo de terapias para enfermedades raras. La FDA suspendió parcialmente un ensayo clínico de alto perfil para la enfermedad de células falciformes de bluebird bio, y los paneles de asesores deliberaron sobre las decisiones relativas a las terapias genéticas para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la adrenoleucodistrofia cerebral (CALD) y la beta-talasemia. Además, el precio y el acceso a las terapias para enfermedades raras siguen siendo objeto de un minucioso examen [1-4].
La mayoría de estas terapias, si no todas, utilizaron la Designación de Medicamento Huérfano de la FDA como ayuda para sus planes de desarrollo. En lo que va del año, 176 medicamentos han recibido esta designación.
Casi 40 años después de su instauración, algunos describen al programa de medicamentos huérfanos de la FDA, cuyo objetivo es fomentar la innovación, como “una de las acciones legislativas estadounidenses más exitosas de la historia reciente” [5]. Otros juzgan su éxito en base al hecho de que el 95% de las enfermedades raras todavía no tienen terapias disponibles y las necesidades de los pacientes siguen sin estar cubiertas.
¿Han aumentado las designaciones de medicamentos huérfanos en los últimos años?
La Ley de Medicamentos Huérfanos se estableció en 1983 para promover el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras con opciones de tratamiento limitadas o inexistentes. Antes del programa, sólo se habían aprobado 10 medicamentos para enfermedades raras.
La designación de medicamento huérfano proporciona incentivos financieros a las empresas y a los desarrolladores, incluyendo “créditos fiscales para algunos ensayos clínicos”, “una Exención de las Tarifas de Usuario para los Medicamentos de venta con receta” que actualmente es de casi US$3 millones para un medicamento nuevo, y “la posibilidad de tener la exclusividad de mercado durante siete años”. Sin embargo, la prolongación de la exclusividad comercial se suele asociar a precios elevados de los medicamentos y a un acceso limitado por parte de los pacientes. Aparte de la incertidumbre financiera, los riesgos científicos inherentes también dificultan la investigación en las enfermedades raras, ya que la falta de comprensión de la fisiopatología que subyace a estas enfermedades y el hecho de que la población de pacientes sea pequeña hace que el diseño de los ensayos clínicos sea complicado [6].
En EE UU, más de 30 millones de pacientes (aproximadamente 1 de cada 10 estadounidenses) padecen más de 7.000 enfermedades raras. La Ley de Medicamentos Huérfanos define una enfermedad rara como una enfermedad o condición que afecta a menos de 200.000 personas en el país. Un medicamento puede recibir la designación de medicamento huérfano si es improbable que una empresa farmacéutica recupere los costos de investigación, desarrollo y aprobación, y obtenga un beneficio razonable durante los siete años posteriores a recibir la aprobación de la FDA.
Desde que se aprobó la Ley de Medicamentos Huérfanos, muchas empresas farmacéuticas motivadas por estos incentivos han invertido en el desarrollo de medicamentos para enfermedades raras, y el número de designaciones de medicamentos huérfanos que se han concedido ha aumentado rápidamente, especialmente en los últimos 20 años.
Según el análisis de Pharmaceutical Technology, entre 1983 y 2000, sólo 568 medicamentos recibieron su primera designación de medicamento huérfano para una indicación terapéutica específica. Durante el período 2001-10, el número de designaciones concedidas casi se triplicó, y 1.527 medicamentos recibieron su primera designación como medicamento huérfano.
Durante el periodo 2010-21, el número total de designaciones se duplicó con creces en comparación con las otorgadas en la década anterior.
Según la trayectoria ascendente del número de designaciones de medicamentos huérfanos otorgadas en los últimos años, el mercado de medicamentos para enfermedades raras está experimentando un crecimiento rápido. Sin embargo, este aumento de interés en las enfermedades raras no se puede atribuir únicamente al impacto de la Ley de Medicamentos Huérfanos y sus incentivos, ya que la comprensión de la fisiopatología subyacente a las enfermedades ha mejorado mucho debido a los avances en genómica que se han materializado durante los últimos 20 años. La identificación de subtipos nuevos de enfermedades y su etiología molecular, el desarrollo de la medicina personalizada, y el uso de la tecnología y herramientas de inteligencia artificial (IA) en la investigación y el tratamiento también han contribuido a acelerar el desarrollo de medicamentos huérfanos [7].
¿Qué ocurre después de que un medicamento recibe la designación de huérfano?
La designación de medicamento huérfano no se traduce automáticamente en su aprobación. Desde el inicio del programa, aproximadamente el 16% de las terapias que recibieron esta designación obtuvieron posteriormente la aprobación de la FDA, pero el 23% están ahora clasificadas como inactivas.
Además, tras recibir el permiso de comercialización, casi el 9% de las costosas terapias con designación de medicamento huérfano fueron posteriormente suspendidas para determinadas indicaciones. Otro 2,67% de las terapias designadas como huérfanas se retiraron completamente de los mercados, como Lartruvo (olaratumab) de Eli Lilly. Lartruvo se aprobó en 2016 para el tratamiento del sarcoma de tejidos blandos raro y se retiró de los mercados globales tres años después debido al fracaso del ensayo de fase III ANNOUNCE, que no confirmó una mejora en la supervivencia de los pacientes [8].
La mayoría de las terapias huérfanas en fase de desarrollo se encuentran actualmente en ensayos clínicos de fase II (18%), el 11% están en fase preclínica, el 9% en fase III y el 8% en fase I.
Dado que un medicamento puede estar en desarrollo o ser comercializado para múltiples indicaciones, nuestro análisis considera todas las indicaciones para las que un medicamento ha recibido usa designación.
Sin embargo, para establecer si la Ley de Medicamentos Huérfanos ha tenido éxito en estimular la investigación en enfermedades raras y fomentar la innovación, hay que revisar a profundidad la distribución de la carga de enfermedades raras, así como las áreas terapéuticas e indicaciones con designaciones de medicamentos huérfanos. Aproximadamente el 10,9% de las enfermedades raras más prevalentes representan el 98,6% de la población total de pacientes que padecen enfermedades raras.
Referencias