Según Rachel Cohrs [1] los que están estudiando vacunas de nueva generación para luchar contra el covid 19 no pueden obtener las cantidades de vacunas existentes que requieren para hacer su investigación.
Se están desarrollando vacunas covid de administración nasal y vacunas contra todos los coronavirus (pancoronavirus), y los investigadores necesitan acceder a las vacunas de Pfizer y Moderna, que están protegidas por patentes. Hasta ahora Pfizer ha negado el acceso, Moderna no se ha pronunciado. La postura de Pfizer es legal y está en consonancia con los intereses comerciales de la empresa, pero frena los avances para producir vacunas más eficaces [1].
La viróloga e inmunóloga de la Universidad de Yale, Akiko Iwasaki, ha diseñado vacunas nasales contra el covid-19, que según ella, podrían proporcionar mejor protección contra la infección y la transmisión que las otras vacunas, pero “Para poder desarrollar una mejor vacuna, necesitamos un comparador. Por eso, todos los que investigan en este campo están en el mismo barco, no tenemos acceso a [las vacunas] para hacer una comparación”, dijo Iwasaki [1].
La profesora del Instituto Tecnológico de California, Pamela Bjorkman, dijo que su laboratorio ha tenido problemas similares “Cualquier política que impida el uso de estos viales hace un gran daño a los esfuerzos globales para desarrollar nuevas y mejores vacunas”, dijo Bjorkman.
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