Cada día Internet se ve invadida por anuncios de medicamentos, publicados en medios sociales y otros sitios web. Sin embargo, detrás de esta estrategia de mercadotecnia a menudo se esconden productos fraudulentos que, en lugar de curar a los consumidores, ponen su salud en peligro.
El comercio mundial de productos farmacéuticos ilícitos es una actividad delictiva extendida y lucrativa – se valora en unos US$4.400 millones– que atrae a grupos de delincuencia organizada de todo el mundo.
En una semana (del 23 al 30 de junio), 94 países miembros de INTERPOL de todos los continentes lanzaron una ofensiva coordinada contra las farmacias ilícitas en línea, a través de la operación Pangea XV.
Los organismos encargados de la aplicación de la ley efectuaron en todo el mundo más de 7.800 decomisos, en los que se incautaron de más de 3 millones de medicamentos y productos sanitarios ilícitos y etiquetados de forma engañosa.
Durante esta sola semana, los organismos encargados de la aplicación de la ley:
Aunque los países todavía siguen informando de los resultados obtenidos, se sabe que las actuaciones llevadas a cabo por las fuerzas del orden ya han permitido desbaratar las actividades de al menos 36 grupos de delincuencia organizada.
“La venta por Internet de medicamentos falsos o ilegales puede parecer un delito menor, pero las consecuencias para las víctimas pueden ser mortales”, declaró el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock.
“Las cadenas de suministro ilícitas y los modelos de negocio irregulares que mueven el comercio de medicamentos falsos son internacionales de por sí, lo que significa que las fuerzas del orden han de colaborar entre ellas a través de las fronteras para poder proteger a los consumidores.”
Delincuencia transfronteriza
Casi la mitad (el 48%) de los paquetes inspeccionados por las fuerzas del orden durante la operación contenían medicamentos ilícitos o falsificados.
Los medicamentos para la disfunción eréctil falsificados o no autorizados representaron aproximadamente el 40 % de todos los productos decomisados. Las fuerzas del orden de Australia, Argentina, Malasia y Estados Unidos también se incautaron de más de 317.000 kits de pruebas de COVID-19 ilegales. Se calcula que solo las incautaciones realizadas en Estados Unidos alcanzan un valor de casi US$3 millones.
El comercio de medicamentos ilegales se extiende mucho más allá de las fronteras de un país, y constituye una importante amenaza de alcance mundial. A menudo los productos se fabrican en un país y se envían a otro, y los anuncios de los medicamentos se alojan en sitios web de una gran diversidad de países.
Solo en Malasia, las fuerzas del orden identificaron más de 2.000 sitios web que vendían o anunciaban productos farmacéuticos falsos o adquiridos ilegalmente.
Los medios sociales y las aplicaciones de mensajería también se emplean para anunciar medicamentos falsos e ilícitos, y en el marco de la operación Pangea XV se hallaron más de 1.200 anuncios de este tipo en las plataformas más conocidas.
“La experiencia de dos décadas ha demostrado que los delincuentes no se detienen ante nada para obtener beneficios, incluida la venta de productos farmacéuticos y dispositivos médicos falsificados, a pesar de los peligros que entrañan”, declaró Jim Mancuso, Director del Centro Nacional de Coordinación de los Derechos de Propiedad Intelectual de Estados Unidos.
“Estados Unidos colabora estrechamente con sus socios internacionales encargados de la aplicación de la ley y con el sector privado para mantener los productos farmacéuticos y los dispositivos médicos falsificados fuera de la cadena de suministro mundial, así como para descubrir a las organizaciones delictivas transnacionales que se benefician de estos engaños. Los resultados de la operación Pangea XV constituyen una advertencia para las organizaciones delictivas transnacionales: los organismos encargados de la aplicación de la ley de todo el mundo harán lo que sea necesario para proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos”, añadió Mancuso.
En la ejecución de la operación Pangea XV INTERPOL contó con el apoyo de Europol, del programa de control de contenedores de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Organización Mundial de Aduanas (OMA), de organismos reguladores en materia de salud y de la organización Pharmaceutical Security Institute.
A través de su Programa sobre Productos Ilícitos y Salud Mundial, INTERPOL colabora con entidades asociadas para desmantelar redes delictivas y reducir el riesgo que los productos farmacéuticos falsos e ilícitos entrañan para la salud pública. En los siguientes enlaces se puede obtener más información sobre nuestra importante labor para garantizar la seguridad de los ciudadanos.