Geron, que tuvo un valor de mercado cercano a los US$1.000 millones de dólares, fue demandado por los accionistas por haber promocionado erróneamente los primeros datos de un candidato a fármaco oncológico que desarrolla con Janssen, y no revelar sus decepcionantes resultados, informa Endpoints [1].
En 2018, la empresa anunció que imetelstat tenía una tasa de supervivencia favorable y ayudaría a los pacientes con un problema de médula ósea a vivir más tiempo. Según los inversores, la empresa dijo que había comparado los resultados con otros ensayos clínicos, y afirmó “que múltiples medidas de resultado sugerían un beneficio clínico del uso de imetelstat” [1].
Los inversores citaron lo que Adam Feuerstein había escrito para Stat News en 2018. Feuerstein instó a Geron a “revelar las características de la enfermedad de los 100 pacientes con mielofibrosis inscritos en su estudio de fase 2” y a “explicar por qué habían retrasado casi un año la divulgación de su impacto en el criterio de valoración primario del estudio de fase 2, ya que mostrarían, definitivamente, si los pacientes con mielofibrosis responden al tratamiento con imetelstat”. La empresa no quiso responder [1].
Varios meses después, se comprobó que IMbark no había alcanzado los principales criterios de valoración de su eficacia. Las acciones de Geron se desplomaron más de un 25%, y Janssen rescindió el contrato de colaboración.
Según los documentos judiciales, Geron y Janssen hicieron lo posible para ralentizar el juicio.
Fuente original