Varias grandes empresas farmacéuticas se han unido a organizaciones globales de salud para mejorar el acceso a los medicamentos esenciales contra el cáncer en los países de menores ingresos.
La coalición Acceso a los Medicamentos Oncológicos (Access to Oncology Medicines o ATOM) tiene ese objetivo y varios fabricantes de medicamentos contra el cáncer forman parte de ella [1]. Hasta el miércoles, AstraZeneca, BeiGene, Bristol Myers Squibb, Gilead Sciences, Novartis, Roche, Sanofi y Teva habían confirmado su apoyo [2].
Convocada por la Unión para el Control Internacional del Cáncer (Union for International Cancer Control o UICC), ATOM contribuirá a mejorar el acceso a los medicamentos contra el cáncer incluidos en la lista de medicamentos esenciales de la OMS – o los que probablemente se incluyan en el futuro – en los países de ingresos bajos y medios (PIBM). Esta alianza también trabajará para aumentar la capacidad para diagnosticar el cáncer así como para manipular y controlar el suministro de esos medicamentos.
En 2020, se diagnosticaron más de 3,5 millones de nuevos casos de cáncer en los países menos favorecidos. Pero ATOM afirma que menos del 50% de las terapias contra el cáncer que figuran en la lista de medicamentos esenciales de la OMS están disponibles en esos países.
Para empezar, la coalición ha elaborado una lista de los cánceres prioritarios que incluye los que tienen la mayor tasa de mortalidad en los países objetivo, a saber: cáncer de pulmón, colorrectal, de mama, de cuello uterino, de próstata y los que afectan a población pediátrica.
Una de las primeras medidas para promover el acceso que ha adoptado un miembro de la coalición ha sido la concesión por parte de Novartis de la licencia sobre Tasigna, su exitoso tratamiento contra la leucemia mieloide crónica, al Banco de Patentes de Medicamentos (Medicines Patent Pool, MPP, en inglés).
Al igual que ocurrió con los productos covid-19, la licencia de Tasigna al MPP permitirá a los fabricantes de genéricos hacer y vender versiones genéricas en los mercados locales [3]. Un portavoz de Novartis dijó a Fierce Pharma que las regalías procedentes de la venta y distribución de los genéricos de Tasigna en estos países se entregarán a ATOM para “establecer un fondo inversión que permita estar contribuyendo al fortalecimiento de los sistemas de salud locales”.
Las ventas globales de Tasigna, como sucesor de Glivec (también de Novartis), alcanzaron los US$2.060 millones el año pasado. Está previsto que el fármaco pierda la protección de la patente en 2023.
El portavoz añadió que Novartis evaluará el modelo ATOM y considerará la posibilidad de, en el futuro, añadir nuevos activos.
Hay muchos proyectos de salud global para mejorar el acceso a medicamentos clave. ATOM dice que pretende “abordar la falta de conectividad” entre esas iniciativas y “apoyar su crecimiento mediante el desarrollo de sinergias y la resolución de retos comunes”.
ATOM empezará por crear capacidad en hasta 10 países. Su objetivo es llegar a cubrir más de la mitad de los países clasificados por el Banco Mundial como economías de renta baja o media.
Otras organizaciones también figuran como miembros de ATOM, además de los socios farmacéuticos, son la Sociedad Americana de Oncología Clínica, la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas, y la Fundación Max.
Referencias