La vacuna Jynneos está escasa en todo el mundo. El Reino Unido casi no tiene unidades de vacuna contra la viruela símica [1]. En Bélgica, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres sólo pueden recibir dosis si pueden documentar infecciones de transmisión sexual recientes[2]. El director del CDC de África ha denunciado la desigualdad en materia de vacunas, recientemente afirmado: “Llevemos las vacunas a África”[3]. Estados Unidos ha empezado a administrar vacunas por vía intradérmica para ampliar el suministro, aunque sigue habiendo dudas sobre la eficacia.
Public Citizen revisó los registros públicos para rastrear las existencias de vacunas contra la viruela símica. Nuestro análisis tiene algunas limitaciones importantes, por la falta de transparencia que hay sobre este tema. La información detallada sobre las entregas, los pedidos y las existencias de vacunas se mantiene en secreto, y muchos acuerdos no se hacen públicos. No obstante, basándonos en la información disponible públicamente, estimamos que:
El gobierno de EE UU tiene la mayor reserva de vacunas contra la viruela símica del mundo, que incluye vacunas almacenadas a granel que podrían convertirse en más de 10 millones de dosis. El gobierno debería convertir rápidamente dicho volumen en dosis terminadas para ayudar a aumentar el suministro mundial, utilizando la Ley de Producción de Defensa, y también debería trabajar con socios para transferir tecnología y ayudar a reforzar la producción mundial de vacunas, incluso en África. El mes pasado, el director del CDC de África describió lo que está en juego con la viruela símica: “Las soluciones tienen que ser de naturaleza global… Si no estamos seguros, el resto del mundo no está seguro”.
Referencias