Un estudio francés de casos y controles que incluyó a casi 50.000 pacientes con diabetes tipo 2 ha sugerido que el riesgo de padecer cáncer de tiroides es aproximadamente 1,5 veces mayor si se administra un agonista del receptor GLP-1 (como dulaglutida, exenatida o liraglutida) durante al menos un año. Estos resultados coinciden con los datos obtenidos en animales y con los casos de cáncer que surgieron durante los ensayos clínicos. Este riesgo de cáncer de tiroides se debería tomar en cuenta cuando se usa un agonista del receptor GLP-1 para tratar la diabetes o para perder peso.
La dulaglutida, la exenatida,la liraglutida,la lixisenatida y la semaglutida son hipoglucemiantes miméticos de la incretina y agonistas del receptor GLP-1. Algunos se usan para inducir la pérdida de peso en pacientes obesos [1].
Los estudios en animales han mostrado un aumento de la incidencia de adenoma y carcinoma de tiroides en los ratones expuestos. En 2022, un equipo de investigación francés publicó un estudio de casos y controles, basado en el Sistema Nacional de Datos de Salud francés (SNDS, por sus siglas en francés), en el que investigó la asociación entre la exposición a un agonista del receptor GLP-1 y el riesgo de padecer cáncer de tiroides [2].
Datos epidemiológicos: más casos de cáncer de tiroides. Entre 2014 y 2018, 2.562 pacientes con diabetes tipo 2 —identificados en esta base de datos— recibieron tratamiento para el cáncer de tiroides en un hospital (o recibieron un reembolso del sistema de seguros nacional obligatorio para esta enfermedad). Se los comparó con los 45.184 controles, pacientes diabéticos que no tenían cáncer de tiroides, quienes fueron apareados según la edad, el género y la duración de la diabetes. La mediana de la edad de los pacientes fue de 64 años, y dos tercios eran mujeres. Los autores estudiaron la exposición a agonistas de GLP-1 durante un período de seis años antes de la aparición del cáncer. La proporción de pacientes con cáncer de tiroides que fueron expuestos a un agonista de GLP-1 fue aproximadamente 1,5 veces mayor que en el grupo control, formado por pacientes sin cáncer. El aumento del riesgo de cáncer de tiroides se observó con una exposición de uno a tres años (razón de riesgos ajustada [HR]) 1,6; intervalo de confianza 95% [IC95]: 1,3-2,0), o una exposición de más de tres años (HR 1,4; IC95: 1,1-1,7) [1]. El aumento del riesgo que se observó cuando el análisis se concentró en el cáncer medular de tiroides pareció ser similar al riesgo general de cáncer de tiroides [2].
A modo de comparación, el riesgo de cáncer de tiroides después de la exposición a las gliptinas (otra clase de miméticos de la incretina) pareció no modificarse después de uno a tres años, pero aumentó después de tres años de exposición (HR ajustada 1,2; IC95: 1,04-1,4). La evidencia del aumento del riesgo de cáncer en pacientes diabéticos que toman gliptinas refuerza la calidad de la evidencia que aportan los resultados con los agonistas de GLP-1.
Farmacovigilancia: en general, los datos son consistentes. El equipo francés hizo un análisis suplementario usando la base de datos global de farmacovigilancia de la OMS. Comparó los informes de cáncer de tiroides en pacientes tratados con agonistas del receptor GLP-1 con los de los pacientes tratados con otros medicamentos para controlar la diabetes tipo 2 (excluyendo las insulinas) hasta el 1 de marzo de 2021. Los resultados son consistentes con un aumento del riesgo con los agonistas de GLP-1 [2].
El descubrimiento de cáncer de tiroides en roedores ocasionó la evaluación de este riesgo en humanos [2]. El riesgo de cáncer de tiroides se menciona en la información para la prescripción disponible en EE UU para los medicamentos que contienen liraglutida: se indica que se han informado casos de cáncer de tiroides con liraglutida y que su uso está contraindicado en pacientes con antecedentes familiares o personales de cáncer de tiroides [3]. Sin embargo, el 7 de marzo de 2023, los resúmenes de las características del producto europeos (RCP) de los medicamentos que contienen liraglutida solo mencionan que este fármaco se debería usar con precaución en los pacientes que tienen enfermedades preexistentes de la tiroides, pero no contraindican su uso en pacientes con antecedentes familiares o personales de cáncer de tiroides [4].
En los ensayos clínicos controlados con placebo, el cáncer de tiroides fue más frecuente en los pacientes tratados con dulaglutida o exenatida [5,6]. Durante su desarrollo clínico, se diagnosticaron cuatro casos de cáncer papilar de tiroides en pacientes tratados con liraglutida (1,8 casos por cada 1000 pacientes – año) [7].
En la práctica, este efecto adverso se debería tener en cuenta para todos los agonistas del receptor GLP-1, sea que se usen para la diabetes o para la pérdida de peso. Cuando se considera usar un agonista del receptor GLP-1, es prudente controlar la función de la tiroides y comprobar que no existan antecedentes de cáncer de tiroides. Una opción es monitorear con ecografías, a pesar de sus limitaciones, sobre todo para los tumores pequeños (de menos de 10 mm) [3,8].
Referencias seleccionadas de la revisión bibliográfica de Prescrire