El informe evalúa y proporciona información detallada sobre la disponibilidad y asequibilidad de las vacunas covid-19 de Oxford/AstraZeneca, Johnson and Johnson (J & J), Moderna y Pfizer/BioNTech, en 17 países de renta media en los que trabajan nuestros socios de la campaña Make Medicines Affordable: Argentina, Armenia, Bielorrusia, Brasil, El Salvador, Georgia, Guatemala, Honduras, India, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Marruecos, Rusia, Tailandia, Ucrania y Vietnam. La información que recopilaron abarca el suministro de vacunas, la entrega, las donaciones, la fijación de precios y la transferencia de tecnología durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2021 y el 19 de enero de 2022.
El informe muestra claramente que el sistema existente de protección de la propiedad intelectual (PI) sobre las vacunas contribuyó significativamente a la desigualdad mundial, aumentando los precios, retrasando su registro y suministro – sin que las donaciones llenaran estos vacíos. De los 2.800 millones de vacunas entregadas a los 17 países de ingresos medios hasta enero de 2022, solo el 4% de las dosis procedían de entregas de COVAX, una cifra significativamente inferior a lo que se esperaba.
“Los esfuerzos globales para abordar el nacionalismo de las vacunas fueron ineficaces, especialmente para los países de ingresos medios, donde el impacto de COVAX fue bajo,” señaló Othoman Mellouk, Líder de Acceso a Pruebas Diagnósticas y Medicamentos de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento (Access to Diagnostics and Medicines Lead at the International Treatment Preparedness Coalition). “Las donaciones son una estrategia impredecible y poco fiable”.
Los países de ingresos medios pagaron demasiado por sus vacunas. Los precios de las vacunas en seis de estos países fueron 9,4 veces superiores a sus precios estimados/de referencia. Además, algunos países no recibieron todas las vacunas que se les habían prometido o vendido, lo que les impidió cubrir a su población. En conjunto, los países de ingresos medios tuvieron una tasa de vacunación del 52%, mientras que Canadá, Alemania, Israel, Japón y EE UU alcanzaron una tasa media de vacunación del 69%, casi alcanzando el objetivo mundial de la Organización Mundial de la Salud del 70% para mediados de 2022.
Los países de ingresos medios también tuvieron que esperar demasiado para que las vacunas fueran registradas y suministradas (hasta marzo de 2021 para la vacuna de Oxford/AstraZeneca, hasta mayo para la de Pfizer/BioNTech y hasta julio para las de J&J y Moderna).
“Todo esto contribuyó a las altas tasas de hospitalización y mortalidad, y a los efectos a largo plazo de covid-19 sobre la salud en estos 17 países”, añadió Othoman, “y refuerza la importancia de las transferencias de tecnología para permitir que la producción local de vacunas sea sostenible”. Las tasas de cobertura vacunal fueron mayores en los países de ingresos medios que contaron con producción local (61% frente a 40%)”.