La cruzada de la comisión de transparencia del Parlamento Europeo fracasó, hubo reuniones secretas y el informe final fue débil.
Todo empezó de forma prometedora.
En marzo de 2022, el Parlamento Europeo creó una comisión especial sobre la covid-19, impulsada por el deseo de restaurar la democracia en la rendición de cuentas por decisiones que, según algunos legisladores, se habían tomado sin su participación.
Era el momento adecuado para impulsar la transparencia. Apenas unas semanas antes, el Defensor del Pueblo Europeo había reñido a la Comisión Europea por no buscar los mensajes de texto que supuestamente intercambiaron la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el CEO de Pfizer, Albert Bourla, en el periodo previo a la firma del mayor contrato de vacunas de la UE [1].
Y el nombramiento de la eurodiputada belga Kathleen Van Brempt para dirigir esta comisión especial, indicaba que iban en serio.
Sin embargo, 16 meses después, no sabemos nada más sobre los misteriosos textos y lo poco que sabemos sobre los contratos de vacunas procede de filtraciones a los medios.
¿Qué ha ocurrido?
Juraron mantener el secreto
El 30 de mayo de 2023, poco más de una semana antes de la reunión final de la comisión del Parlamento Europeo sobre covid-19, un selecto grupo de eurodiputados de dicho comité juraron guardar el secreto y recibieron información en privado sobre el resultado de un nuevo acuerdo de vacunas entre la Comisión Europea y el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer [2].
Los asistentes no pudieron tomar notas ni llevar sus teléfonos móviles al interior de la sala de reuniones. Esta reunión se mantuvo en secreto, ni siquiera se informó a los demás legisladores de la comisión COVI [como se le denomina a la Comisión que analiza la respuesta al covid]. El asistente de un eurodiputado que no fue invitado a la sesión dijo que se enteraron por casualidad, al toparse con un colega que habló de la reunión.
En la reunión, Pierre Delsaux, jefe de la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias en Salud (European Health Emergency Preparedness and Response Authority o HERA) informó a los asistentes, según dos personas que estaban en la sala pero no se las identificó eran las que había dado la información confidencial [3].
Delsaux explicó a los eurodiputados los detalles de la actualización del megacontrato que estableció la UE en 2021 para comprar vacunas de Pfizer/BioNTech, y que comprometió al bloque en la compra de 1.100 millones de dosis. HERA lideró las negociaciones para reducir el número de entregas de vacunas del gigante farmacéutico estadounidense, en respuesta a una solicitud de los países de la UE que lidiaban con un exceso de oferta [4].
Esta fue la segunda reunión secreta. La primera, que versó sobre el mismo tema y contó también con Delsaux, de HERA, se celebró cuando las negociaciones aún estaban en curso, antes de que se cerrara el acuerdo el 26 de mayo [5].
Las reuniones confidenciales representan un retroceso irónico para un comité cuya carta de presentación era la transparencia.
El comité sobre el covid, de duración limitada, se estableció en marzo de 2022 para analizar las lecciones aprendidas de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia de covid-19 y formular recomendaciones para el futuro.
La transparencia fue un tema recurrente. Durante el año pasado, los eurodiputados de la comisión parlamentaria trataron de entender las negociaciones entre la Comisión Europea y Pfizer, en concreto las turbias circunstancias que rodearon las negociaciones preliminares del mayor acuerdo del bloque, que supuestamente implicaron un intercambio de mensajes de texto entre la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el CEO de Pfizer, Albert Bourla [6].
Fue este contrato el que se modificó en mayo.
La comisión invitó tanto a Bourla como a von der Leyen a comparecer públicamente ante los legisladores. En ambos casos, sus esfuerzos se vieron frustrados: Bourla se negó dos veces (la comisión no tiene poder legal para obligar a un invitado a comparecer), y la Conferencia de Presidentes del Parlamento se interpuso en la invitación a von der Leyen, permitiéndole hablar en privado con los líderes del Parlamento [7, 8].
COVI, como se denomina la comisión, también solicitó acceso a los contratos de vacunas sin tachaduras, una solicitud a la que Pfizer se resistió [9].
A medida que avanzaba el trabajo, la transparencia de los contratos de vacunas se convirtió en un punto álgido de la negociación del informe sobre las lecciones aprendidas. El grupo del Partido Popular Europeo (PPE), al que pertenece von der Leyen, trató de restar importancia al asunto. Pero todos los demás grupos intentaron incluir un lenguaje contundente.
El grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) presentó enmiendas que “denunciaban… la falta de transparencia en las negociaciones”. También pedían a la Comisión que publicara la versión completa y sin tachaduras de los contratos, y que aclarara las circunstancias que rodearon las negociaciones.
En la oscuridad
Al final, todo quedó en silencio. El selecto grupo de eurodiputados que recibió información sobre la actualización de las condiciones contractuales aceptó firmar “declaraciones solemnes”, en las que se comprometían a no divulgar la información de las reuniones. Esto no es habitual, pero tres funcionarios del Parlamento con conocimiento de la comisión de comercio internacional, a los que se concedió el anonimato para que hablaran de procedimientos confidenciales, dijeron que habían firmado documentos similares en el pasado.
En las reuniones de COVI, los asistentes -entre los que se encontraban la presidenta del comité Van Brempt, los coordinadores de los grupos políticos del Parlamento y los asistentes de los grupos- no tuvieron acceso al contrato escrito con las enmiendas. En su lugar, según explicó uno de los participantes en la reunión a quien se concedió el anonimato, se les informó verbalmente de los detalles, incluidos los que no se habían compartido con el público.
Entre estos detalles figuran la cantidad de vacunas que figuran en el acuerdo actualizado, que, según el participante en la reunión, se habían reducido de 450 millones de dosis de vacunas a entregarse este año a 260 millones de dosis repartidas a lo largo de cuatro años. POLÍTICO no ha podido confirmar esta cifra.
Van Brempt, del grupo S&D, dijo que el hecho de que HERA estuviera dispuesta a actualizar a los eurodiputados sobre el estado de las negociaciones era positivo. Sin embargo, añadió que “esto no resuelve la cuestión más amplia de la falta de transparencia con el público, en el caso de los contratos entre la UE y los productores de vacunas”. Estas declaraciones fueron transmitidas por su oficina en respuesta a una petición de comentarios de POLITICO.
Las referencias a la transparencia en el informe final de la comisión parlamentaria se suavizaron, quizá por la necesidad de no dar más munición a los grupos de extrema derecha que estaban presionando con fuerza en el tema de las negociaciones sobre las vacunas.
En su lugar, el informe, que fue aprobado por votación en la comisión, “lamenta la falta de transparencia” durante las negociaciones, pero dice que estuvo “en parte justificada por el respeto al derecho a la confidencialidad”.
La petición de que se hagan públicos los contratos completos y sin tachaduras desapareció.
El informe dice que los eurodiputados deben recibir versiones sin tachaduras de los contratos “sin más demora”. Pero para el público en general, se pide que se haga “cuando sea legalmente posible”.
Ahora, al pleno del Parlamento Europeo tendrá que votar sobre el informe de la COVI, probablemente en julio, sellando un final algo decepcionante para la comisión.
Referencias