Adam Feuerstein publicó un artículo en Statnews [1] en el que afirma que el especialista en enfermedades de retina (Peter Kaiser) que está a cargo del comité que denunció un efecto secundario raro pero grave relacionado con un producto de Apellis Pharmaceuticals tiene vínculos financieros con un fabricante de medicamentos de la competencia, Iveric Bio. Kaiser no había declarado dichos conflictos en el formulario de declaración de conflictos de interés que mantiene la Sociedad Estadounidense de Especialistas en Retina, o ASRS.

Iveric Bio está desarrollando un tratamiento para la atrofia geográfica, una causa frecuente de pérdida de visión relacionada con la edad, que es la misma indicación para la que se acaba de aprobar Syfovre, el medicamento Apellis. Este conflicto de interés fue revelado cuando Statnews se puso en contacto con Kaiser, y es importante porque Kaiser preside el comité de la ASRS responsable de monitorear la seguridad de los medicamentos y dispositivos para la retina.

El 15 de julio, el comité de Kaiser envió una carta a los médicos que pertenecen a la ASRS, alertándolos sobre informes de inflamación ocular en personas que recibieron inyecciones de Syfovre. Entre los informes hubo seis casos sospechosos de vasculitis retiniana oclusiva, una inflamación ocular grave que bloquea el flujo sanguíneo a la retina y puede provocar ceguera.

El sitio web de ASRS tiene una sección donde los miembros informan sobre sus relaciones financieras con la industria, pero Iveric no apareció en las divulgaciones de Kaiser hasta después de que STAT indagara.

El momento en que se publica la alerta (15 de julio de 2023) también plantea dudas, pues se hizo tres días después de que Astellas, la empresa farmacéutica japonesa, cerrara la adquisición de Iveric por US$6.000 millones. Sin embargo, al menos algunos de los casos de vasculitis retiniana mencionados en la carta de julio ocurrieron en mayo y junio, y Apellis ya los había informado a la ASRS y a los reguladores, según dos personas familiarizadas con la situación.

Si los casos se hubieran hecho públicos antes, podrían haber puesto en peligro el acuerdo Astellas-Iveric, por miedo a que el medicamento de Iveric para la atrofia geográfica que actúa de la misma manera que el Syfovre de Apellis pudiera generar problemas de vasculitis retiniana.

Cuando Astellas cerró la adquisición de Iveric el 12 de julio, todas las acciones propiedad de Kaiser se convirtieron en efectivo.