Resumen
La preparación y las respuestas ante una pandemia se han basado principalmente en las dinámicas del mercado para impulsar el desarrollo y la disponibilidad de nuevos productos para la salud. A partir de los llamados a la transformación, hacemos una nueva propuesta que aporta valor. El nuevo sistema debe priorizar la equidad desde la fase de investigación y desarrollo (I+D) y reforzar la capacidad para controlar los brotes cuando y donde se produzcan. Los elementos clave de la propuesta incluyen centros regionales de I+D que puedan adaptar las plataformas tecnológicas bien establecidas, y redes independientes de ensayos clínicos que trabajen con investigadores, reguladores y autoridades sanitarias para analizar mejor los beneficios de los nuevos productos en comparación a otras alternativas y su eficacia en la práctica. Para hacer realidad estos cambios hay que cambiar la orientación: de responder a pandemias al control de los brotes, de las economías de escala de talla única a la I+D y la fabricación en función de las necesidades locales, del desarrollo de novedosos productos hasta el último descubrimiento mediante la adaptación de las tecnologías existentes, y de la I+D patentada y competitiva a la ciencia abierta y la financiación para el bien común, que apoye la gestión colectiva y el intercambio de tecnología y conocimientos.