Reacciones Adversas

Puntos clave
Pregunta: ¿Cuáles son algunas características y resultados de la inflamación intraocular estéril después de la inyección de faricimab?

Hallazgos: Un estudio de una serie de casos ocurridos en una institución durante 22 meses, 12 ojos de 7 pacientes presentaron inflamación intraocular asociada con inyecciones intravítreas de faricimab. Entre estos, dos ojos desarrollaron vasculitis retiniana; uno de dos ojos con vasculitis estuvo afectado por una forma oclusiva de vasculitis que involucraba tanto a arterias como a venas, con posterior falta de perfusión capilar macular y pérdida de visión irreversible clínicamente relevante.

Significado: Estos resultados sugieren la importancia de mantener una vigilancia constante para detectar una posible inflamación intraocular que amenace la visión después de la administración intravítrea de faricimab.

Resumen
Importancia: Se realizan ensayos clínicos aleatorizados para establecer tanto la seguridad como la eficacia de los medicamentos. Sin embargo, la evidencia de eventos adversos asociados con estos medicamentos en el ámbito de la práctica clínica puede ser valiosa para generar hipótesis sobre problemas de seguridad menos comunes, incluso si no se puede determinar la causalidad.

Objetivo: Presentar y analizar casos de inflamación intraocular asociada con la terapia con faricimab en pacientes remitidos a una institución europea.

Diseño, entorno y participantes: Esta revisión de una serie de casos observacionales comenzó en abril de 2024. Los pacientes habían acudido a un único centro académico de referencia de tercer nivel ubicado en Suiza. Se incluyó en el análisis a los pacientes remitidos por inflamación intraocular poco después de recibir una inyección intravítrea de faricimab entre el 1 de junio de 2022 y el 5 de marzo de 2024.

Exposición: Faricimab, 6 mg (0,05 ml de una solución de 120 mg/ml), administrado para la degeneración macular neovascular relacionada con la edad o el edema macular diabético.

Resultados y mediciones principales: Se revisaron las historias sistémicas y oculares y los datos de imágenes disponibles. Se evaluaron los siguientes parámetros: agudeza visual medida con corrección habitual utilizando los gráficos del Estudio de Tratamiento Temprano de la Retinopatía Diabética antes y después del evento; presión intraocular; síntomas del paciente; localización anterior, intermedia o posterior de la inflamación intraocular y presencia de vasculitis retiniana. Se revisaron imágenes multimodales que incluían fotografías de fondo de ojo en color, angiografías con fluoresceína, angiografías con verde de indocianina y tomografía de coherencia óptica.

Hallazgos: Se identificaron un total de 12 ojos de 7 pacientes (edad media [DE], 73,3 [16,7] años; 4 mujeres [57,1%]) durante 22 meses que presetaron inflamación intraocular no infecciosa después de haber recibido inyecciones intravítreas de faricimab. Entre estos casos, en 2 ojos, había vasculitis retiniana e inflamación anterior y posterior. Uno de los 2 ojos tenía una forma oclusiva de vasculitis de las arterias y venas, lo que provocó que no hubiera perfusión capilar en la macula posterior y un deterioro irreversible de la visión clínicamente relevante de 20/80 a 20/2000. Los ojos restantes se caracterizaron por una inflamación moderada del segmento anterior sin cambios sustanciales en la visión. El evento de inflamación intraocular ocurrió después de una mediana (rango intercuartílico) de 3,5 (2,0-4,3) inyecciones de faricimab. La mediana del intervalo (rango intercuartilico) entre la última inyección de faricimab y el diagnóstico de inflamación fue de 28 (24-38) días. Se detectó un aumento de la presión intraocular de 30 mm Hg o más en 3 ojos.

Conclusiones y relevancia: Esta serie de casos destaca la aparición de una inflamación intraocular rara, pero potencialmente grave, asociada con la terapia con faricimab. Aunque estos hallazgos no prueban causalidad y solo pueden generar hipótesis para futuras investigaciones, estos resultados sugieren la importancia de la vigilancia y el monitoreo continuos de los pacientes sometidos a terapia con faricimab para identificar y manejar rápidamente los posibles eventos adversos.