Los pacientes con síndrome de Down tienen un riesgo elevado (90% a lo largo de la vida) de sufrir la enfermedad de Alzheimer, pero no participaron en los ensayos clínicos de lecanemab ni de donanemab, por lo que no hay datos sobre la seguridad de estos medicamentos en este grupo poblacional.
Statnews [1] informa que cuando investigadores trataron el tejido cerebral post mortem de 15 personas con síndrome de Down y enfermedad de Alzheimer con lecanemab, determinaron que su vasculatura cerebral podría ponerlos en mayor riesgo de hemorragias cerebrales y edema cerebral [2].
Lei Liu, autor principal dijo que era importante proceder con cautela: “Hay una correlación entre los vasos sanguíneos cerebrales, los depósitos de amiloide y los efectos secundarios de este tipo de fármacos. Empezamos a preocuparnos de que, si le dábamos a los pacientes con síndrome de Down este tipo de medicamento, tendrían efectos secundarios más fuertes”.
Cuando los investigadores inyectaron lecanemab en el tejido, el anticuerpo se unió fácilmente a los depósitos de amiloide. Para eso está diseñado el medicamento: impedir que se formen estos depósitos de placa amiloide. Sin embargo, las personas con síndrome de Down tienen niveles más altos de angiopatía amiloide cerebral (AAC), lo que significa que los vasos sanguíneos de su cerebro se hinchan naturalmente con esta proteína. Estos depósitos de proteína debilitan las paredes de los vasos, haciendo que sean propensos a fugas, es decir, hemorragias. Las hemorragias cerebrales son poco comunes en la enfermedad de Alzheimer, pero los estudios de lecanemab en la población general encontraron asociaciones más altas entre la presencia de AAC y las hemorragias.
Las complicaciones graves ocurren en menos del 1% de los pacientes, pero ha habido algunas muertes potencialmente relacionadas. Liu espera que los investigadores procedan con cautela al tratar y dosificar a las personas con síndrome de Down.
El primer ensayo de donanemab en personas con síndrome de Down está previsto que comience en 2025, según uno de sus investigadores principales, Michael Rafii, neurólogo de la Universidad del Sur de California, dijo que son conscientes de los elevados factores de riesgo observados en el estudio de Liu y planean proceder con cautela.
“Este es un estudio de importancia crítica y confirma además que los ensayos de seguridad de los anticuerpos reductores de amiloide deben realizarse en personas con [síndrome de Down] antes de que se receten en la clínica”, dijo Rafii.
Referencias