En 2009, un estudio que ahora se cita ampliamente encontró que un promedio de alrededor del 2% de los científicos admiten haber falsificado, fabricado o modificado datos al menos una vez en su carrera.
Quince años después, un nuevo análisis intentó cuantificar cuánta ciencia es falsa, pero el número real puede seguir siendo difícil de alcanzar, dijeron algunos observadores.
El análisis, publicado el 24 de septiembre en el Open Science Framework [1], antes de ser revisado por pares, encontró que uno de cada siete artículos científicos puede ser al menos parcialmente falso. El autor, James Heathers, un detective científico de larga trayectoria, llegó a esa cifra promediando los datos de 12 estudios que estiman el volumen de producción científica problemática, que en conjunto contienen una muestra de alrededor de 75.000 estudios.
He estado leyendo durante años y todavía sigo leyendo esta cifra del 2% que es omnipresente”, dijo Heathers, un investigador en psicología afiliado a la Universidad Linnaeus en Vaxjo, Suecia. “El único pequeño problema es que ya está desactualizado, pues son datos de hace 20 años”, añadió, señalando que los últimos datos que se incluyeron en el estudio de 2009 eran de 2005 [2].
Por eso, Heathers intentó actualizar la estimación de la literatura académica que contiene indicios de irregularidades y dijo: “Han cambiado muchas cosas en 20 años. Para mí no ha sido nada fácil seguir viendo durante tantos años que estos datos se citaban una y otra vez”.
Heathers explicó que los estudios anteriores predominantemente se basaron en preguntar directamente a los investigadores si habían participado en prácticas de investigación deshonestas, y añadió: “… lo que creo que no es una estrategia correcta para responder a la pregunta del estudio. Creo que es bastante ingenuo preguntar a las personas que están falsificando investigaciones si responderán honestamente o no a la pregunta de si en el pasado han sido deshonestos”. Añadió que probablemente era el único método disponible cuando se realizó la investigación.
El estudio de Heathers extrae datos de 12 análisis diferentes de ciencias sociales, medicina, biología y otros campos. Todos esos estudios tienen algo en común: sus autores utilizaron varias herramientas en línea para estimar la cantidad de falsificaciones que se producen en un conjunto de artículos.
“Hay un punto en común que persiste en todos ellos”, dijo Heathers. “Llegamos a estimar que aproximadamente uno de cada siete artículos de investigación es falso”. Heathers dijo que decidió realizar el estudio como si se tratara de un metaanálisis porque sus datos son “muy dispersos. Son un poco de todas partes; como trabajo es tremendamente asistemático “.
Daniele Fanelli, un metacientífico de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo (Escocia) el autor del estudio de 2009, no tiene mucha confianza en este nuevo análisis y afirma: “La investigación metacientífica a veces no es metacientífica ya que el estudio etiqueta erróneamente los estudios con algún problema como definitivamente falsos y agrupa incorrectamente diferentes estudios que miden fenómenos diferentes.
“Los artículos son todos diferentes, están por todas partes resaltando todo tipo de problemas diferentes en todo tipo de contextos diferentes utilizando todo tipo de métodos diferentes”, dice Fanelli. “Esa no es una forma rigurosa de obtener una estimación de nada”.
Fanelli añadió que el estudio atraerá una atención mediática negativa innecesaria: “No es el tipo de atención que la ciencia merece o de la que se beneficiará”.
“No creo que sea del todo erróneo, pero creo que puede ser un poco engañoso”, dijo Gowri Gopalakrishna, epidemióloga de la Universidad de Maastricht en los Países Bajos, coautora de un estudio de 2021 que encontró que el 8% de los investigadores en una encuesta de casi 7.000 científicos en los Países Bajos confesaron haber falsificado o inventado datos al menos una vez entre 2017 y 2020 [3].
Gopalakrishna dijo que la invención y la falsificación pueden ser más frecuentes en unos campos que en otros, por lo que agruparlos puede no ser útil. Y añadió: “Si quieres llamar la atención del gobierno y tratar de cambiar las cosas, juntarlos todos y decir mira qué grande es el problema probablemente sea útil, pero realmente creo que es importante profundizar”.
Heathers reconoció esas limitaciones, pero argumentó que tenía que realizar el análisis con los datos que existen: “Si esperáramos a tener los recursos necesarios para poder hacer estudios sistemáticos realmente grandes de un problema como este dentro de un área específica, creo que estaríamos esperando demasiado tiempo. Esto está tremendamente sub-financiado”.
Heathers explicó que decidió intentar encontrar una cifra para el porcentaje promedio de falsificación en la ciencia porque hay pocas estimaciones. “Incluso si haces una revisión increíblemente sistemática en un sentido muy formal, sospecho firmemente que obtendrás la misma estimación que yo”.
Referencias