Se ha acusado a Novartis de pagar a médicos e instituciones para que prescribieran un tratamiento costoso, Lucentis, para una enfermedad ocular grave, y de menospreciar a los medicamentos de la competencia. Un artículo de Ed Silverman describe lo sucedido y presentamos un resumen [1].
La compañía pagó a los médicos para que viajaran a conferencias y participaran en estudios con el fin de impulsar las ventas de Lucentis, que se utiliza para tratar la degeneración macular relacionada con la edad. El regulador también indicó que Novartis hizo “donaciones” a los médicos.
La agencia también está analizando acusaciones de que Novartis difundió “noticias y afirmaciones difamatorias” con la esperanza de influir en los médicos y los consumidores para que favorecieran su tratamiento sobre los medicamentos de la competencia. Estas prácticas, que ocurrieron entre 2009 y 2017, perjudicaron al país y a los pacientes.
La medida de las autoridades griegas refleja la preocupación que existe entre los reguladores antimonopolio de varios países europeos por el lucrativo mercado de los medicamentos para tratar la degeneración macular. Hace dos meses, la agencia antimonopolio de Italia comenzó a investigar a varias empresas, incluida Novartis, por haber restringido la competencia de una versión biosimilar de Lucentis.
De hecho, Novartis ha figurado de forma destacada en dichas investigaciones por sus esfuerzos para impulsar las ventas de Lucentis. El medicamento compite con un fármaco contra el cáncer más antiguo y más barato llamado Avastin, que los médicos suelen reenvasar para tratar la enfermedad ocular, aunque no esté aprobado para ese uso. Aunque ambos fármacos son de Roche, Novartis comercializa el tratamiento en la mayor parte de Europa.
Un análisis de 2014 descubrió que el uso de Avastin no parecía aumentar el riesgo de muerte o de efectos secundarios graves en comparación con Lucentis, que funciona de forma muy similar. Y en 2012, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU concluyó que ambos fármacos eran igualmente eficaces.
Tanto las autoridades del Reino Unido como las italianas han autorizado el uso de Avastin para tratar la enfermedad ocular.
El organismo regulador antimonopolio de Italia había multado a Novartis y Roche por conspirar para impedir que los médicos recetaran Lucentis. Y el año pasado, las autoridades belgas multaron a Novartis con unos US$28 millones por hacer declaraciones engañosas sobre Avastin a médicos y hospitales. Por otra parte, en Turquía y en Francia, los jueces consideraron que no se había demostrado que Novartis y Roche hubieran coludido para impedir la competencia.
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