RESPUESTA DE MÉDICOS SIN FRONTERAS AL INFORME DE LA COMISIÓN DE LOS DERECHOS DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Las Leyes de Patentes deben poner las necesidades de las personas de los países en vías de desarrollo en primer lugar, señala el informe internacional de la Comisión de los Derechos de la Propiedad Intelectual (CIPR) El acceso a los medicamentos representa una problemática sin resolver en los países en vías de desarrollo. Diariamente millones de personas sufren y mueren en estos países debido a una falta de acceso a medicamentos seguros, efectivos y asequibles. Las patentes constituyen una parte esencial de este problema debido a distintas razones: por un lado, las patentes influyen significativamente en los precios y por otro, estimulan la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. Este tema ha sido analizado en detalle por la CIPR, establecido por el Gobierno del Reino Unido en Mayo de 2001 (www. iprcommission.org). Médicos Sin Fronteras (MSF) acoge con satisfacción las recomendaciones de la CIPR en los temas de patentes y salud. El informe CIPR sostiene que las patentes son herramientas de política pública y deben utilizarse de modo que sirvan para el mayor bien público; hace un llamamiento en favor de un sistema de patentes que apoye las políticas de salud pública de los países en vías de desarrollo, dependiendo de las necesidades y del nivel de desarrollo de cada país. La CIPR da recomendaciones prácticas y orientadas a la acción y sugiere a los países en vías de desarrollo que ajusten al mínimo el tipo y alcance de las patentes farmacéuticas; por otro lado, recomienda a los países menos desarrollados que retrasen lo más posible la concesión de patentes farmacéuticas. MSF considera muy adecuado el llamamiento que la comisión hace para asegurar la competencia con genéricos como medida para bajar los precios en países en desarrollo. Deben definirse e implementarse mecanismos rápidos y fáciles de poner en práctica para la concesión de licencias obligatorias que permitan la producción de genéricos. Dicho informe de la CIPR apoya lo que MSF y otras organizaciones han estado reclamando: el hecho de que las licencias obligatorias no deberían ser una excepción sino deberían de transformarse en la regla para asegurar que el sistema de patentes no limite el desarrollo de un mercado farmacéutico competitivo. Un asunto importante que necesita también ser resuelto es como asegurar la producción para exportar a un país que ha concedido una licencia obligatoria, pero no tiene capacidad de producción. El CIPR insiste en que la solución sea rápida y fácil de implementar, sostenible a largo plazo y económicamente viable. Estos principios respaldan "una excepción del Artículo 30" que seguiría permitiendo a los países como la India o Brasil fabricar medicamentos para exportar a aquellos que los necesitan. Estas cuestiones serán discutidas en la próxima reunión del consejo de los ADPIC de la Organización Mundial de Comercio en Génova durante esta semana. El consejo de los ADPIC no puede ignorar las propuestas de este informe. Como MSF ha apuntado y las recomendaciones de la CIPR sugieren, la mejor solución es la aplicación de la excepción del Articulo 30 [http://www.accessmed-msf.org/prod/publications.asp?scntid=12220021732142&contenttype=PARA&]. La industria farmacéutica argumenta que el futuro de la investigación y el desarrollo de los medicamentos depende de la protección que ofrece el derecho de la propiedad intelectual. La CIPR ha puesto de manifiesto que el sistema de patentes no está siendo eficaz a la hora de estimular la innovación que pueda cubrir las necesidades medicas existentes. Los análisis e informes de MSF apuntan a que la investigación esta motivada por intereses económicos y no por motivos de salud publica. Tenemos cada vez más y más medicamentos pero para un numero menor de indicaciones mientras que enfermedades mortales como la tuberculosis, la malaria o la enfermedad del sueño son sistemáticamente ignoradas por afectar mayoritariamente a los países más pobres. El 68% de los nuevos medicamentos suponen un avance terapéutico reducido o prácticamente nulo; menos del 1% están diseñados para combatir las enfermedades tropicales, que representan más del 10% de las enfermedades mundiales. Por eso desde MSF apoyamos el llamamiento del informe de la CIPR para que exista una mayor responsabilidad pública y conseguir así que la agenda internacional se centre en las necesidades sanitarias reales y asegure que la investigación y desarrollo se ocupa de las enfermedades olvidadas. La Declaración de Doha sobre ADPIC y Salud Pública- reconocida por la Organización Mundial de Comercio el pasado noviembre-, fue el principio de un proceso para cambiar la manera de abordar la propiedad intelectual en el mundo. Este proceso debe continuar. Los gobiernos, tanto a nivel nacional como a través de los organismos internacionales, deben responsabilizarse de que sean el interés público y las necesidades sanitarias las que determinan las políticas de las patentes. Las políticas sanitarias y farmacéuticas no pueden verse obstaculizadas por el sistema de patentes. Esto requerirá cambios institucionales. En concreto, el informe pide un cambio en la actitud de organizaciones como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la cual ha prestado atención a los países en desarrollo únicamente en lo referente a los beneficios económicos que pueden derivarse de un sistema de patentes y no en los peligros que causa. Este informe es un claro reconocimiento de la necesidad de aumentar las acciones y apoyo a los países en vías de desarrollo para que pongan la salud pública como cuestión primordial. Ningún gobierno puede ignorar sus recomendaciones. Para mas información: Ellen ‘t Hoen, MSF, Paris: 0033 1 40 21 28 36 y Nathan Ford, MSF, London: 00 (44) 207 404 4466. Enviado por Emilia Herranz Montes |