Europa
Alemania: Merck KgaA deja de promover fármacos sin patente
Editado por Boletín Fármacos de: PM Farma (España), 22 de julio de 2008.
España: El mal uso de los medicamentos costaría €1.600 millones
Editado por Boletín Fármacos de: El gasto por el mal uso de los fármacos es de 1.600 millones, El Global (España), 13 de julio de 2008.
Suiza: Roche suspende sus investigaciones sobre VIH
Editado por Boletín Fármacos
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Alemania: Merck KgaA deja de promover fármacos sin patente
Editado por Boletín Fármacos de: PM Farma (España), 22 de julio de 2008.
La firma alemana Merck KgaA ha comunicado que no promoverá más fármacos sin patente a los médicos debido a lo que ella llama “condiciones de marketing drásticamente alteradas”.
De hecho, el equipo comercial del sector está siendo disuelto, pasando 130 personas a trabajar con la subsidiaria local de Daiichi Sankyo, mientras que el resto trabajará en la nueva área de promoción directa de reumatología.
Según la reforma de salud del gobierno alemán, los farmacéuticos solamente pueden abastecer fármacos de prescripción que estén sujetos a acuerdos de descuento entre las compañías farmacéuticas y los fondos de salud. Merck afirma que no ha sido capaz de negociar tales acuerdos con fondos mayores en lo que llama “condiciones económicamente aceptables”.
España: El mal uso de los medicamentos costaría €1.600 millones
Editado por Boletín Fármacos de: El gasto por el mal uso de los fármacos es de 1.600 millones, El Global (España), 13 de julio de 2008.
Un reciente estudio elaborado por la Universidad de Granada, evalúa que el Estado invierte al año €1.600 millones en la atención de ingresos hospitalarios por un mal uso de los medicamentos.
En este sentido, según los resultados de la investigación, uno de cada tres pacientes que acude a un servicio de urgencias lo hace por culpa del uso incorrecto de productos farmacéuticos, siendo las personas ancianas el sector más afectado. La mayoría de estos ingresos hospitalarios responden al abandono de la medicación por parte del paciente, el fracaso terapéutico, el incumplimiento de las prescripciones y la mala utilización de los sin receta.
Respecto al tipo de medicamento más consumido sin contar previamente con el beneplácito del profesional médico, el informe indica que son los antibióticos y los analgésicos los que más problemas posteriores acarrean.
Si bien existen casos en los que la aparición de problemas relacionados con la medicación es imprevisible e inesperada, según el propio estudio de la universidad de Granada, “el 70% de las visitas a urgencias por el mal uso de medicamentos se podría evitar”.
Los investigadores participantes en este informe señalan en sus conclusiones que “el abuso, exista o no recomendación médica del consumo de un fármaco, siempre es malo”. Por ello, insisten en “seguir siempre las recomendaciones médicas”, y en el caso de que su tratamiento no esté dando los resultados esperados, afirman que “lo mejor es avisar al profesional y cambiar la regularidad o la dosis del medicamento, pero nunca un cambio del tratamiento puede dejarse al propio criterio del paciente”.
Suiza: Roche suspende sus investigaciones sobre VIH
Editado por Boletín Fármacos
La empresa farmacéutica Roche suspenderá su investigación sobre el VIH debido a que ninguno de sus fármacos en evaluación representa mejoras significativas frente a los medicamentos existentes, informó una portavoz de la compañía.
La portavoz Linda Dyson confirmó, mediante un correo electrónico enviado al Comité Europeo de Asesoramiento Comunitario del Grupo Europeo de Tratamientos del Sida (ECAB y EATG, respectivamente, en sus siglas en inglés) la intención de “reenfocar nuestros recursos para virología en enfermedades en las que se puedan aportar mejoras sustanciales frente a los medicamentos existentes”, dijo la compañía en ese informe.
“Actualmente, científicos investigadores que trabajan en el VIH están siendo reasignados a otras actividades”, afirmó en un correo electrónico Dyson, portavoz de la oficina de Roche en Nueva Jersey, EE.UU.
La compañía indicó que inicialmente estaba entusiasmada con el potencial de algunos fármacos mostrado en exámenes preclínicos, pero que ha “concluido que ninguno provee un beneficio mayor para pacientes en comparación a las medicinas que actualmente están en el mercado”.
El lanzamiento de nuevos fármacos y un aumento en los casos de VIH se aprestan a convertir al tratamiento para el sida en un mercado de US$10.600 millones para el año 2015, de acuerdo a un estudio publicado el año pasado por la empresa de investigación financiera independiente Datamonitor [1].
Roche sostuvo que si identificaba avances científicos sobre el VIH fuera de sus laboratorios, reevaluaría su implicación en el área.
Roche seguirá comercializando Invitase (saquinavir), Fuzeon (enfuvirtida) y Viracept (nelfinavir). Se da la circunstancia que Viracept estuvo hace poco retirado del mercado unos meses por haberse encontrado una sustancia potencialmente tóxica en su composición. Por otra parte, esta compañía también ha patentado distintos tests diagnósticos para el VIH y la hepatitis C [2].
Peter Staley, fundador de AIDSmeds.com, una firma que publica noticias relacionadas con el VIH, sostuvo que Roche nunca ha dado con un medicamento para tratar el sida que haya tenido éxito en el mercado.
“Roche es una gran compañía y ellos han estado tratando de salir adelante (en el área) por muchos, muchos años”, aseveró Staley. “Es decepcionante que haya una gran compañía farmacéutica menos en este campo”, indicó, pero agregó: “No creo que sea una señal de un grave problema en el compromiso de las farmacéuticas” [1].
La trayectoria de la compañía
Roche lanzó su primer antirretroviral (ARV) al mercado en EE.UU. el año 1992. La zalcitabina, conocida como ddC (Hivid), seguía a zidovudina (AZT, Retrovir [1987]) y didanosina (ddI, Videx [1989]), en un momento en que los regímenes consistían en la toma de mono o biterapias, a los que el VIH acababa mostrando resistencia con el tiempo. Este análogo de nucleósido no resistió la comparación con otros de su clase y acabó siendo el primer ARV en retirarse del mercado por falta de ventas [2].
Unos años más tarde, en 1995, llegó el primer inhibidor de la proteasa (IP) de la historia, saquinavir, con el nombre de Invirase, que luego fue reformulado como Fortovase. Justo después salía al mercado otro IP, indinavir (Crixivan), que acabó desplazándolo. Fortovase fue finalmente retirado del mercado en 2007, cuando Roche apostó otra vez por Invirase, con una nueva formulación que, potenciada con ritonavir, resulta más fácil de tomar. La pastilla de 500mg de saquinavir sigue estando disponible e incluida entre las pautas recomendadas [2].
En 1998, en los inicios de la era TARGA (sigla de terapia antirretroviral de gran actividad), Roche lanzó otro IP, nelfinavir (Viracept), que había sido desarrollado por Auguron Pharmaceuticals, una pequeña compañía que acabó siendo absorbida por el gigante Pfizer. En su momento, nelfinavir fue uno de los IP que más se tomaba. Pero su efecto secundario más común, la diarrea, y el elevado número de pastillas le restaron popularidad y acabó relegado a favor de nuevas opciones más cómodas [2].
Fue entonces, a finales de la década de los 90, cuando empezó a aparecer la lipodistrofia, la tendencia fue cambiar a los flamantes no análogos de nucleósido efavirenz (Sustiva) y nevirapina (Viramune) [2].
En marzo de 2003, Roche consiguió la aprobación en EE.UU. de T-20 o enfuvirtida (Fuzeon), el primer ARV que inhibía la entrada del virus a la célula CD4 a infectar, de ahí que se le llame inhibidor de la fusión. Fue descubierto por Trimeris, una pequeña compañía de biotecnología que condujo, junto a Roche, su desarrollo [2].
En un momento en que muchas personas tenían VIH resistente y necesitaban tratamientos de rescate, T-20 aparecía como una buena opción. Los resultados de los estudios que llevaron a su aprobación, los TORO I y II, así lo avalaban. Sin embargo, el hecho de que este péptido de cadena larga tenga que inyectarse dos veces al día frenó su uso desde el principio. Recientemente, con la llegada al mercado de fármacos de nuevas clases y administración oral, el empleo de T-20 ha descendido notablemente y es raro ya encontrar a alguien que lo tome [2].
El precio de T-20, el ARV más caro de la historia, fue en su momento fuente de críticas por parte de activistas y grupos de pacientes. Su importe de €52 diarios fue defendido por Roche por los elevados costes de producción. Ningún otro fármaco aprobado para tratar el VIH resistente ha superado posteriormente este precio [2].
Nuevas áreas de investigación
Roche ha asegurado que, a pesar de no seguir investigando en el campo del VIH, sí continuará invirtiendo para innovar en el tratamiento del virus de la hepatitis C (VHC). La combinación de fármacos para tratar la hepatitis C que comercializa -el interferón pegilado (Pegasys) y la ribavirina (Copegus)- ha supuesto una mejora en la eficacia de esta estrategia terapéutica, especialmente entre las personas con sólo hepatitis C [2].
Los resultados en personas coinfectadas por VIH y VHC no son tan buenos, por lo que se espera que la combinación de interferón con los nuevos fármacos en desarrollo pueda aportar mejores resultados. Roche tiene en este momento varios candidatos en investigación para el tratamiento de la hepatitis C: un inhibidor de la proteasa del VHC conocido como R7227 o ITMN-191, que desarrolla conjuntamente con la compañía Intermune y que se encuentra en fase Ib de desarrollo para evaluar la seguridad, farmacocinética y actividad en personas con VHC de genotipo 1; y dos inhibidores de la polimerasa del VHC en fase I y IIb, conocidos, respectivamente, como R7128 y R1626, que también están siendo estudiados en personas con genotipo 1 del VHC. El primero está siendo desarrollado de manera conjunta con la compañía Pharmaset [2].
Referencias:
1. La farmacéutica Roche suspenderá sus investigaciones sobre el VIH, Reuters, 12 de julio de 2008.
2. Xavier Franquet, Roche abandona la investigación en el campo del VIH, Grupo de Trabajo sobre Tratamiento de VIH (España), 15 de julio de 2008.