Cuenca: Llamado a la acción frente a la resistencia bacteriana (RB) a los antibióticos
El 9 y 10 de junio del 2008, representantes de ReAct Latinoamérica, ReAct Global, la Organización Panamericana de la Salud, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca; así como representantes de universidades internacionales y latinoamericanas (Profesores e Investigadores), Ministerios de Salud Pública, organizaciones de la sociedad civil, agencias de cooperación técnica, sociedades científicas, redes regionales y globales que luchan por la garantía del derecho a la salud asistimos al taller internacional “Conteniendo la Resistencia Bacteriana: Reflexionar, compartir y armonizar para una acción coordinada”.
El taller se realizó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca, Ecuador; reuniéndonos 65 participantes de 22 países para:
1. Analizar el problema de la Resistencia Bacteriana a los Antibióticos en América Latina desde una visión holística de ecosistemas, en el contexto del derecho a la salud y de las condiciones políticas y económicas de nuestros pueblos
2. Establecer guías de acción y definir estrategias para integrar las instituciones científicas y académicas, organismos gubernamentales y las organizaciones sociales y comunitarias para contener la Resistencia a los antibióticos.
La resistencia bacteriana, un problema
Pensamos que la resistencia de las bacterias a los antibióticos es una amenaza a la salud pública que ha sido seriamente subestimada. Generada al utilizar un bien valioso en forma poco responsable, ignorando las recomendaciones de los pioneros que descubrieron el valor de los antibióticos.
El uso no apropiado de los antibióticos en muchas partes del mundo por la humanidad, deriva de un proceso de medicalización de la salud en el campo humano y agropecuario, en la producción de carne (ganado, aves de corral, cerdos), agricultura y acuicultura. Adicionalmente, la imperiosa publicidad no controlada, de los antibióticos por parte de la industria farmacéutica lleva a un sobre estimulo en la formulación médica y al autoconsumo, lo que profundiza el problema; si se considera además el no cumplimiento de políticas públicas relacionadas y las condiciones de pobreza en la que viven muchos pueblos latinoamericanos, sin acceso al agua segura y saneamiento, a la buena alimentación; condiciones que predisponen a los pobladores al padecimiento de enfermedades infecciosas. Los antibióticos además son encontrados en la tierra, agua, mares y de forma invisible están generando resistencia en el ambiente microbiológico.
Actualmente existen infecciones bacterianas intratables y con el proceso de globalización en pocos años podríamos estar enfrentándonos a un problema inconmensurable. La respuesta global ha sido demasiado débil y no se ha prestado suficiente atención a la prevención de las infecciones bacterianas, a la necesidad de detener el abuso de antibióticos, la necesidad de desarrollar nuevas opciones terapéuticas desde la perspectiva de salud pública, la necesidad de promover ambientes sanos. El problema de la resistencia bacteriana amenaza nuestro futuro. Tenemos la obligación ética de revertir el proceso.
Desde la visión de nuestros pueblos originarios, las bacterias no constituyen el problema para la salud humana, la raíz del problema es el deterioro sistemático de la madre tierra y el cosmos, que ha sido provocado por el ser humano acaparador de riquezas, que ha invadido y destruido los espacios sagrados de las diferentes formas de vida, entre ellas las bacterias.
En tal virtud, las acciones no pueden limitarse a intervenir en apenas algunos de los campos mencionados; requerirá cambios en el comportamiento de la sociedad y de los individuos, compromisos de los Estados, de las actuales generaciones, es necesaria la acción coordinada en todas las áreas buscando restablecer el equilibrio del ecosistema, alterado por las acciones humanas.
Un llamado a la acción
Dada la magnitud del problema, llamamos a los gobiernos, agentes internacionales, profesionales de la salud, sociedad civil, universidades y otros centros educacionales, compañías multinacionales incluyendo la industria de la alimentación y la agricultura, la industria farmacéutica y otros grupos organizados a dar respuestas integradas y a realizar actividades para prevenir y limitar la transmisión de infecciones, asegurar el uso apropiado de antibióticos y facilitar el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades infecciosas, emergentes y reemergentes.
Específicamente es necesario:
1. Evaluar el impacto en la salud pública y el medio ambiente, del uso inapropiado de antibióticos en todos los sectores, ya sea en medicina humana y agropecuaria (acuicultura, agricultura, ganadería, aves de corral y otros).
2. Informar ampliamente con claridad para su entendimiento, a diferentes grupos sociales, mujeres, campesinos, indígenas, iletrados, sobre la magnitud de la resistencia a los antibióticos en los niveles local, regional e internacional, con perspectiva de genero; así como los procesos y contribuciones de los diferentes actores (comunidades, profesionales de la salud, productores de alimentos y otros) en la generación de esta resistencia.
3. Educar y actualizar a todos los involucrados en el manejo y uso adecuado de antibióticos, incluyendo su distribución, almacenaje y desecho. A través de medios de comunicación masivos, formación de pregrado y postgrado de los trabajadores de salud y actividades de educación continua que involucren a las comunidades, utilizando códigos de comunicación adecuados a las diferencias de territorio, género, etnia.
4. Asegurar el acceso oportuno a los servicios de salud y el acceso a los antibióticos prescritos por el personal de salud con conocimientos apropiados del uso racional de antibióticos, para el control efectivo de las enfermedades infecciosas en humanos y animales, como un elemento sustancial de la garantía del derecho a la salud
5. Optimizar actividades para el control de las infecciones, extra e intrahospitalarias, para disminuir la diseminación de bacterias resistentes, especialmente en centros de atención de salud, e incluir principios diseñados para el control de las infecciones.
6. Regular por parte de los gobiernos el uso, promoción y venta de antibióticos, así como establecer una acción sólida de inspección, vigilancia y control al actuar de la industria farmacéutica. Los gobiernos deberían proveer información independiente (sin conflictos de interés) sobre el uso apropiado de antibióticos.
7. Fortalecer la acción de los organismos internacionales que tiene responsabilidad con la salud humana como es la Organización Mundial de la Salud OMS, la Organización Panamericana de la Salud OPS, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación FAO, el Organismo Andino de Salud ORAS, entre otros, que permita la regulación adecuada del uso y la publicidad de los antibióticos por parte de la industria farmacéutica.
8. Renovar compromisos éticos en la regulación del uso de antimicrobianos entre los gobiernos y los productores, distribuidores y comercializadores de medicamentos, tomando como base los códigos de ética de la Organización Mundial de la Salud.
9. Proteger y promocionar la salud para evitar la aparición de infecciones que requieran el uso de antibióticos.
10. Un abordaje de la RB multisectorial, interdisciplinario, equitativo y ampliamente participativo, incluyendo la sociedad civil organizada como el Estado y transcultural, considerando la Sabiduría ancestral de los pueblos originarios de América Latina.
11. Implementar un acercamiento holístico y nuevas perspectivas para enfrentar el problema de la resistencia bacteriana frente a los antibióticos, guiados por la búsqueda de la equidad y la armonía entre los seres humanos y el ecosistema, con respeto a todas las formas de vida; evitando por todas las formas posibles el consumismo que deteriora el ambiente interno de la persona, el ambiente de los microorganismos y el cosmos.
“No es difícil que los microbios desarrollen resistencia a la penicilina… llegará un día que cualquiera podrá comprar penicilina en las tiendas entonces surge el riesgo de que el ignorante consuma dosis insuficientes y al exponer a los microbios a cantidades no letales de medicamento los vuelva resistentes”
Alexander Fleming, Discurso de aceptación del Premio Nobel, 1945.
Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Chile, Brasil, Australia, Paraguay, Argentina, El Salvador, Venezuela, Guatemala, Nicaragua, México, Filipinas, Suecia, Canadá, España, Estados Unidos, India, Suiza, y Tanzania.
(regresa a prescripción, farmacia y utilización)