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Ética y Derecho
Europa

España: Se crea la plataforma “No Gracias”
Editado por Boletín Fármacos de: Defensa de la Sanidad crea la plataforma ‘no gracias’ contra la “influencia” de la industria farmacéutica, El Economista (España), 26 de marzo de 2008.

Francia: Juicio por una hormona de crecimiento contaminada
Editado por Boletín Fármacos de: El país enjuicia, 25 años después, a los médicos cuyo error mató a 110 niños, La Voz de Galicia (España), 7 de febrero de 2008.

Unión Europea: La Comisión Europea investiga el desempeño del sector farmacéutico
Editado por Boletín Fármacos.

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España: Se crea la plataforma “No Gracias”
Editado por Boletín Fármacos de: Defensa de la Sanidad crea la plataforma ‘no gracias’ contra la “influencia” de la industria farmacéutica, El Economista (España), 26 de marzo de 2008.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha presentado la plataforma “No Gracias”, constituida por profesionales de la salud y del sistema sanitario con el objetivo de acabar con la “influencia” y “poder” que la industria farmacéutica ejercer sobre la Administración, los médicos e incluso las asociaciones de pacientes.

En este sentido, el coordinador de la plataforma, Carlos Ponte, señaló que estas compañías han creado “un complejo entramado de intereses y una cultura de patrocinio en todo el sector de la salud que interfiere con los valores y los fines propios del Sistema Nacional de Salud (SNS)”. Por este motivo, abogó por “defender” estos valores a través de la “independencia” y “transparencia” de todos los implicados, y en la base de un nuevo tipo de relaciones con el sector.

Actualmente, la industria dedica entre un 30 y un 35% de su volumen de ventas a la promoción y publicidad de medicamentos, lo que supone unos €3.500 o 4.000 millones al año en España. Esta actividad, que “es de hecho financiada por el SNS y, naturalmente, es desagradable para las compañías farmacéuticas”, para el catedrático en Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Institut Catalá de farmacología, Joan Ramón Laporte, es reprochable ya que “se trata como si fuera una actividad científica”.

Por otra parte, denunció que las compañías pretenden “moldear los hábitos y patrones de prescripción y dispensación”, de médicos y farmacéuticos a través de una promoción directa con regalos, viajes, actividades educativas, inscripciones a congresos, etc., e indirectas a través del control de la investigación de los nuevos medicamentos, de los sistemas de patentes, de un marketing agresivo sobre los centros académicos, etc.

“Las compañías farmacéuticas están preferentemente interesadas en vender sus nuevos productos, protegidos por patente y de precio más elevado”, agregó. En el caso de España, se trata del primer país de la UE y el segundo en el mundo en utilización de medicamentos con menos de 5 años de experiencia.

El aumento de estos fármacos tiene, en opinión de Laporte, una gran “repercusión negativa”. En primer lugar, aumenta los costes del SNS; en términos de yatrogenia, “se han puesto de manifiesto graves problemas de seguridad de medicamentos nuevos”; la falta de un código “real” de buenas prácticas para la promoción de los medicamentos; y, finalmente, la inexistencia de una estrategia por parte de las autoridades reguladoras y gestores del SNS de formación continuada para los médicos y especialistas relacionados con la salud.

“Llama la atención asimismo que no se exijan declaraciones de conflictos de intereses a los profesionales que forman parte de comités, subcomités y grupos de expertos que hacen recomendaciones sobre cuestiones relativas al uso de medicamentos en el propio sistema de salud”, advirtió Laporte.

Ante los abusos industriales a través de los médicos, el médico general de Canencia de la Sierra (Madrid), Juan Gervas, abogó por realizar un nuevo compromiso basado en la transparencia, la autonomía-independencia y proporcionalidad, que permita entre otras cosas elaborar una nueva conducta de relación de las diferentes industrias.

Asimismo, mostró su confianza en los estudiantes de ahora y, pese a que reconoció que “ya les empieza a parecer normal recibir regalos de las farmacéuticas”, afirmó que hay que buscar herramientas para que los médicos del futuro no dejen que la industria se entrometa en la atención de la salud.

La presidenta de la FADSP, Carmen Ortiz, explicó que entre otras actividades pretende “promover un marco ético que permita poner en valor el ejercicio profesional, el uso racional de los medicamentos y el buen gobierno de las instituciones públicas”. Asimismo, aclaró que su intención no es enfrentarse a la industria, ni a los profesionales, sino conseguir apoyos “dentro y fuera” de la Administración, para que ésta pueda promover medidas que eviten el cohecho o la coacción de la industria.

Así, su trabajo se integra con organizaciones de diferentes países del mundo para defender la práctica de la medicina basada en la evidencia científica y no en la promoción farmacéutica, como la norteamericana “No free lunch” o la italiana “Nograziepagoio”.

Para todo el que quiera adherirse o buscar información al respecto, la plataforma ha puesto en marcha la web www.nogracias.eu, donde además se puede encontrar el manifiesto, los objetivos y los fines de la plataforma, así como los próximos actos que se pondrán en marcha, entre los que pretenden incluir: cursos, talleres, charlas, etc.

 

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Francia: Juicio por una hormona de crecimiento contaminada
Editado por Boletín Fármacos de: El país enjuicia, 25 años después, a los médicos cuyo error mató a 110 niños, La Voz de Galicia (España), 7 de febrero de 2008.

Francia inició un juicio contra siete médicos y especialistas a los que se les atribuye la muerte de más de un centenar de niños a los que se trató con una hormona de crecimiento contaminada que provocó su enfermedad mortal. El juicio se inicia casi veinticinco años después de que se produjeran las primeras muertes entre 1982 y 1985, y dieciséis años después de que se iniciase un lento y engorroso proceso judicial. Las hormonas estaban contaminadas por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la variante humana de las vacas locas.

Este escándalo sanitario, que removió los cimientos de la sociedad francesa en los años noventa, afecta a 1.698 niños tratados en la década precedente con hormonas de crecimiento obtenidas de glándulas de cadáveres. Por el momento, han muerto más de un centenar de víctimas, 110 oficialmente, pero expertos y asociaciones de afectados no descartan que la cifra pueda aumentar considerablemente en los próximos años, pues el tiempo de incubación de la enfermedad es de entre cinco y cuarenta años y sus síntomas similares a los de las vacas locas.

Los imputados, en su mayoría ya jubilados, se enfrentan a cargos de homicidio involuntario, imprudencia, negligencia y “engaño agravado”, a penas de tres a cuatro años de prisión y a multas de €150.000. Excepto uno de ellos, procesado además por corrupción, que podría ser condenado a diez años de cárcel. Según la Asociación de Víctimas de la Hormona del Crecimiento, el número de fallecidos asciende a 111, aunque la justicia solo reconoce 110.

Esta cifra hace que Francia cuente con más de la mitad de los casos de esta enfermedad incurable registrados en todo el mundo. “Nuestros hijos no estaban enfermos en absoluto, solo eran un poco pequeños”, se lamenta la madre de una de las víctimas, a cuya hija le empezaron a inyectar la hormona contaminada cuando tenía 12 años para intentar hacerla crecer unos centímetros suplementarios.

La instrucción del caso comenzó en 1991, después de que el padre de otra joven, Yliassyl, de quince años, se constituyese como parte civil por “daños involuntarios” una semana antes de que su hija falleciese.
Tras 16 años de investigación judicial, más de 250 partes civiles y 70 toneladas de archivos, el Tribunal Correccional de París empieza a celebrar un juicio que concluirá el próximo 31 de mayo.

Francia produjo hormonas contaminadas, obtenidas con glándulas cerebrales recogidas en todo tipo de tanatorios, entre ellos los de ciertas cárceles y hospitales de enfermedades neurológicas y contagiosas, hasta 1988, año en que fueron reemplazadas por hormonas sintéticas.

Sin embargo, ya en 1980, uno de los descubridores del virus del sida, el francés Luc Montaigner, alertó sobre los riesgos de contaminación infecciosa relacionados con la hormona de crecimiento de origen humano.

Dos años después, varias investigaciones detectaron anomalías, y, en 1983, un informe de la Inspección General francesa de Asuntos Sociales denunció los procesos de recolección de las hipófisis, cuya procedencia ni siquiera tenía identificación alguna.

La estrategia de la defensa es negar todos los delitos y argumentar que los conocimientos científicos que se tenían hasta 1988 no permitían percibir los riesgos incurridos, causantes de uno de los mayores escándalos sanitarios que han sacudido Francia en los últimos años. Los acusados alegaron que los delitos por los que eran perseguidos habían prescrito, pero el Tribunal Supremo francés sentenció en 2005 que se podía llevar a cabo este juicio.

En el banquillo se sientan, entre otros, el ex presidente de France-Hypophyse, Jean-Claude Job, de 85 años; el ex director de Farmacia y Medicamento del Ministerio de Sanidad Jacques Dangoumau, de 72 años; y el antiguo responsable de la fabricación de la hormona en el Instituto Pasteur, Fernand Dray, de 85 años.

El Tribunal se ha dado cuatro meses de plazo para determinar si el conocimiento científico de la época permitía o no prever los riesgos de ese tratamiento médico, aplicado en Francia hasta 1988, aunque en EE.UU. se daba por confirmado desde 1984 que era peligroso, como recuerda el diario L’Humanité.

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Unión Europea: La Comisión Europea investiga el desempeño del sector farmacéutico
Editado por Boletín Fármacos.

La Comisión Europea (CE) anunció la puesta en marcha de una investigación a gran escala -redadas y registros incluidos- para averiguar si las grandes empresas farmacéuticas violan el derecho de competencia comunitario aferrándose a sus patentes y retrasando de forma indebida la salida al mercado de medicamentos genéricos.

“Tenemos que averiguar por qué las farmacéuticas no fabrican medicamentos innovadores y por qué no aparecen genéricos en el mercado”, indicó ayer la responsable europea de competencia, Neelie Kroes. La comisaria holandesa está decidida a averiguar si hay algo “viciado” en el sector [1].

Se sospecha que las empresas farmacéuticas firmaron acuerdos con otras compañías y litigaron injustificadamente para prolongar la vida de las patentes y retrasar la salida al mercado de medicamentos genéricos. Para la Comisión Europea, este tipo de prácticas, ilegales según las reglas de competencia, no sólo priva a los consumidores de acceder a medicinas más baratas, sino que además les impide acceder a nuevos medicamentos. Kroes cree que al aferrarse a sus patentes, las compañías pierden incentivos para innovar y sacar al mercado nuevas medicinas [1].

La comisaria explicó que cada europeo gasta unos €400 al año en medicinas, y que la Comisión quiere asegurar que los consumidores puedan acceder a un mayor número de medicamentos con ese dinero. Según las cifras que maneja Kroes, mientras que entre 1995 y 1999 salieron al mercado 40 nuevos fármacos al año, esa cifra cayó a 28 entre 2000 y 2004. El Ejecutivo comunitario tiene previsto publicar un informe provisional con el resultado de estas nuevas investigaciones el próximo otoño [1].

Prácticas abusivas
La investigación de la Comisión estudiará si las compañías han creado barreras artificiales de entrada, si a través de un uso incorrecto de las patentes llegan a litigios y si estas prácticas están infringiendo el tratado de la CE sobre abusos de una posición dominante (artículo 82: “Tales prácticas abusivas podrán consistir, particularmente, en: a) imponer directa o indirectamente precios de compra, de venta u otras condiciones de transacción no equitativas; b) limitar la producción, el mercado o el desarrollo técnico en perjuicio de los consumidores; c) aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que ocasionen a éstos una desventaja competitiva; d) subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no guarden relación alguna con el objeto de dichos contratos”) [2].

Por su parte, GlaxoSmithKline, Sanofi-Aventis y AstraZeneca -tres de los mayores fabricantes europeos de medicinas- dijeron que estaban implicados en la investigación y que estaban cooperando plenamente. Pfizer, la principal farmacéutica mundial, con sede en EE.UU., también confirmó estar siendo investigada. Otras firmas, como Merck, Bayer Schering Pharma y Roche Holding aseguraron que no estaban al tanto de si estaban siendo indagadas [3].

En Europa, la CE ya multó en 2005 a AstraZeneca con €60 millones por inducir a confusión a las autoridades de varios países para que extendieran el periodo de la patente exclusiva de su medicamento antiúlceras Losec (omeprasol) y por retirar en tres países la licencia para las cápsulas de ese medicamento y sustituirla por otra para tabletas, retrasando así la autorización de la versión genérica. El año pasado, la CE también inició una investigación similar contra la farmacéutica Boehringer. En este caso la presunta infracción atañe a un medicamento para enfermedades crónicas pulmonares [4].

Referencias:
1. Ana Carbajosa, Unión Europea: La Comisión Europea abre una investigación a las empresas farmacéuticas, El País (España) 17 de enero de 2008
2. La CE investiga litigios abusivos o mala “praxis”, Correo Farmacéutico (España), 11 de febrero de 2008,
3. Unión Europea: La Comisión Europea lanza investigación contra las grandes farmacéuticas, Diario Financiero (Chile) 18 de enero de 2008
4. Bernardo de Miguel / Noemi Navas, La CE acusa a las farmacéuticas de elevar los precios artificialmente, cincodias.com, 17 de enero de 2008.

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(regresa a Ética y derecho)

 

modificado el 28 de noviembre de 2013