Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.

Noruega encuentra la solución para microorganismos matones
(Solution to killer superbug found in Norway)
Mendoza M, Mason M
Associated Press, 31 de diciembre 2009
http://www.physorg.com/news181461239.html

El hospital de la universidad de Aker no es un lugar elegante donde recibir tratamiento. Los suelos están rayados y son desiguales, y una fina capa de polvo cubre los monitores de presión arterial. En un rincón hay una pila de sábanas sucias que emiten olor a orina y lejía.

En cambio, al observar más de cerca, a nivel microscópico, este lugar esta limpísimo. No hay ni rastro de la contagiosa y peligrosa infección por estafilococo que este año ha matado a decenas de miles de pacientes en los hospitales más sofisticados de Europa, América del Norte y Asia; y que sigue proliferando casi sin que se haga nada por evitarlo. La razón: los noruegos dejaron de tomar tantos medicamentos.

Hace 25 años esta bacteria también mataba a los noruegos, pero el sistema público de ese país implementó un programa muy agresivo que lo convirtió en el país con menos infecciones. Una estrategia importante consistió en reducir el consumo de antibióticos.

Ahora, una serie de estudios de diferentes partes del mundo dicen que el modelo noruego puede replicarse en cualquier parte con un éxito extraordinario, y los expertos dicen que estas muertes, más de 19.000 anuales solo en EE.UU. (superior al número de muertes por Sida), son innecesarias.

Jan Hendrick-Binder, el asesor médico de Oslo en estafilococo dorado resistente a la meticilina (MRSA) dijo “es muy triste que muera tanta gente por MRSA porque en Noruega hemos demostrado que el MRSA puede controlarse sin mucho esfuerzo”. “Pero hay que tomárselo en serio, prestarle atención y no desanimarse”.

La OMS dice que la resistencia a los antibióticos es una de las amenazas a la salud pública más importantes que enfrenta el planeta. Una investigación realizada por Associated Press, de seis meses de duración, encontró que la sobre utilización y la mala utilización de medicamentos ha provocado mutaciones en enfermedades que antes eran curables, como la tuberculosis y la malaria, y que ahora son muy difíciles y en algunos casos imposibles de tratar. La solución de Noruega abre un camino de esperanza.

El Dr John Birger Haug, especialista en enfermedades infecciosas, se pasea por los corredores maltratados del hospital Aker dando palmaditas en el bolsillo de su pijama blanco. “Mi biblia” dice sacando una guía de antibióticos roja que explica en detalle la gran solución que el país ha dado al MRSA. “Lo que hace que este libro sea tan importante” es lo que no se incluye, una gran cantidad de antibióticos. “A veces tengo que mostrar estas reglas de oro a nuestros médicos y decirles que no pueden prescribir ciertos productos, y esto no ocasiona ningún sufrimiento adicional para nuestros pacientes y como resultado nuestro país esta prácticamente libre de infección” dijo.

El modelo de Noruega es simple:

  • los médicos noruegos recetan menos antibióticos que los de cualquier otro país, y así la gente no tiene oportunidad de desarrollar resistencia
  • aislamos a los pacientes con MRSA
  • los trabajadores que son positivos se quedan en casa
  • los médicos dan seguimiento a las diferentes cepas de MRSA y entrevistan a los pacientes para saber donde han estado y con quién, y dan seguimiento a los contactos haciéndoles pruebas de laboratorio.

Haug abre el dispensario, una pequeña habitación llena de cajas de pastillas, botellas de jarabe y tubos de pomada. ¿Qué hay aquí? Medicamentos que otros países desarrollados consideran obsoletos. ¿Qué es lo que no hay? Algunos de los antibióticos nuevos, más casos, que ni siquiera se han registrado en Noruega, porque “si los tuviéramos, los utilizaríamos”, dijo.

“Si en España tratase a un paciente con esta penicilina probablemente me meterían en la cárcel” dice “y harían bien porque allá no sirve de nada”.

Los noruegos no se preocupan por su tos y sus resfríos, los superan como si fuesen infecciones de poca importancia. “No damos antibióticos a todo el que presenta fiebre. Les decimos que esperen, observamos la evolución y les damos acetaminofén para que se sientan mejor”, dice Haug.

Las tienditas del centro de Oslo están repletas de un tremendo y colorido número de productos – 42 marcas diferentes en un 7-eleven- de pastillas para la garganta, sprays y tabletas que no contienen sustancias activas. Todos los trabajadores tienen días pagados en caso de que ellos o alguien de su familia se enferme y se tengan que quedar en casa. Los fabricantes de medicamentos no pueden anunciar sus productos, con lo que se reduce la demanda de medicamentos que precisan receta.

En realidad, la mayoría de la propaganda dice lo contrario: “la penicilina no es un medicamento para la tos”, se lee en las cajas de pañuelos del director del programa de control de MRSA, el Dr. Petter Elstrom. Menos del 1% de los profesionales de la salud son portadores de estafilococos MRSA.

A Elstrom le preocupan las bacterias que lleguen a través de otros países. El año pasado casi todos los casos que se diagnosticaron eran en personas que habían estado en el extranjero.

“Hasta hora hemos podido controlarlo, pero si lo perdemos, se convertiría en un problema importante” dijo. “Un escenario deprimente es que en unos pocos años nos encontremos con una situación en que el MRSA es tan endémico que tenemos que dejar de hacer cirugías importantes, como trasplantes de órganos por no poder prevenir las infecciones. En el peor de los casos podemos encontrarnos como en 1913, cuando todavía no teníamos antibióticos”.

Hace 40 años, el espectro de antibióticos maravilló a los especialistas en salud pública, y fácilmente se trataba una infección detrás de otra. En países más ricos, los pacientes y los profesionales de la salud empezaron a depender de los antibióticos. El problema es que cuantos más antibióticos se consumen, más resistentes se vuelven las bacterias.

Cuando aparecieron los primeros brotes de MRSA en los 1980s Noruega respondió rápidamente disminuyendo el uso de antibióticos. Es decir que mientras los noruegos se adelantaron a de la infección el resto de los países se quedaron detrás.

En Noruega, durante años, MRSA ha sido responsable de menos del 1% de las infecciones por estafilococo. Mientras que en Japón, Israel y Grecia representa el 80%, 44% y 38% de las mismas.

En EE.UU. en el 2008, las infecciones por MRSA ocasionaron un gasto de 6.000 millones de dólares; y las tasas de infección han aumentado del 2% en 1974 a 63% en el 2004. En el Reino Unido, a principios de los 1990s eran el 2% y ahora representan el 45%, pero se ha implementado un programa muy agresivo para controlar estas infecciones que está empezando a dar resultados.

Aproximadamente el 1% de los residentes en países industrializados tienen MRSA en la piel. Estas bacterias no suelen presentar problemas pero si penetran el cuerpo, frecuentemente a través del rascado, pueden provocar la muerte. MRSA se contagia rápidamente en los hospitales donde hay pacientes vulnerables pero ha habido brotes en cárceles, gimnasios e incluso en playas. Cuando la bacteria está inactiva se puede detectar fácilmente haciendo un frotis nasal y se puede destruir con antibióticos.

El Dr. John Jernigan del CDC de los EE,UU. dijo que se están incorporando algunos componentes de la estrategia noruega, y que su agencia “exige que los hospitales mejoren y si no lo hacen se les pide que se esfuercen más”.

¿Y si no lo hacen? “Nadie tiene obligación de seguir nuestras recomendaciones” dijo “pero yo asumo que los hospitales y las instituciones tienen interés en hacer las cosas bien”.

El Dr Barry Farr, un epidemiólogo jubilado que fue testigo de un exitoso programa que se lanzó hace 30 años para controlar el MRSA en los hospitales de Virginia culpó al CDC de quedarse en creencias antiguas y pensar que el lavado de manos es la mejor forma de impedir la propagación de MRSA. Dice que hay que añadir sistemas de detección y aislamiento para poder controlar la infección.

El CDC tiene que aceptar la derrota y decir “sí, funciona” dijo. “Hay ejemplo, tras ejemplo. No se necesitan más estudios. Solo se necesita que alguien cumpla las recomendaciones”.

El programa noruego ¿puede funcionar en otras partes?

La respuesta está en el laboratorio de un deteriorado y pequeño hospital público a las afueras de Londres. Es aquí donde la Dra Lynne Liebowitz, microbióloga, se cansó de ver las sorprendentemente bajas tasas de infección de MRSA en los países nórdicos y el aumento de casos en su propio hospital. Convirtió el Queen Elizabeth Hospital de Kings Lynn en su propio experimento solicitando a los médicos que dejasen de recetar dos antibióticos que provocan infecciones por MRSA. Un mes más tarde, la tasa de infecciones por MRSA se había reducido significativamente, y ha seguido disminuyendo. Hace cinco años el hospital tuvo 47 casos de septicemia por MRSA. Este año solo tuvieron una.

“Me sorprendió mucho, muchísimo” dijo Liebowitz mientras saltaba y sonreía a sus compañeros de laboratorio.

A medida que se difundió el éxito, el teléfono de Liebowitz empezó a sonar. Hasta ahora ha replicado su experimento en otros cuatro hospitales, y en todos ha obtenido resultados espectaculares. “Está muy mal que pacientes mueran a consecuencia de infecciones que pueden prevenirse” dijo.

Otros profesionales de la salud han adoptado el programa noruego con buenos resultados. El centro médico de Billings, Mont., redujo las infecciones por MRSA en un 89% al aumentar la detección de los portadores, aislando a los pacientes y haciendo que todo el personal, no solamente los médicos, mejorasen sus medidas de higiene.

Unas 17.000 personas mueren anualmente en Japón a consecuencia de una infección por MRSA, a pesar de tener hospitales modernos y tecnología de punta. El Dr Satoshi Hori, jefe de control de infecciones en el hospital universitario Juntendo, en Tokio, dice que los médicos prescriben más antibióticos de los necesarios porque tienen incentivos financieros para recetar.

Hori solo receta antibióticos a los pacientes que realmente los necesitan, y hace pruebas de despistaje y aísla a los pacientes de alto riesgo. Hasta ahora su hospital ha disminuido las infecciones por MRSA en dos terceras partes.

En el 2001, el CDC convenció a un hospital de veteranos de guerra de Pittsburgh de hacer una pequeña prueba. Se empezó con una unidad, y en cuatro años, el hospital estaba haciendo pruebas de MRSA a todos los ingresados. El resultado fue una disminución de las infecciones por MRSA del 80%. Este programa se ha ampliado a los 153 hospitales de veteranos de guerra que hay en Ee.UU. y se han reducido las septicemias por MRSA en un 50%, dijo Robert Muder, jefe de enfermedades infecciosas del sistema de salud de veteranos de guerra de Pittsburgh.

“No hay mucho que pensar” dijo “se ahorra sufrimiento para los pacientes, no se requiere personal para cuidarlos, se ahorra dinero, se salvan vidas, y ahora se puede utilizar lo que uno ha aprendido para controlar otras infecciones nosocomiales”.

El programa de Pittsburg ha hecho que también diminuyan otras infecciones adquiridas en el hospital, con lo que se ahorran aproximadamente un millón de dólares anuales.

“¿Cómo lo pagan?” preguntó Muder. “No pagamos por infecciones por MRSA, eso es todo”.

Beth Reimer, de Batavia, Ill., se convirtió en defensora de prevenir las infecciones por MRSA cuando su hija de cinco semanas Madeline se resfrió y tuvo complicaciones fatales. Un día su hija tenía resuello, al día siguiente no respiraba. “Estaba flácida” recuerda su madre. “Algo iba muy mal”.

MRSA había invadido sus pulmones. Los antibióticos no servían de nada. Maddie tuvo dificultades para respirar, tragar y sobrevivir durante dos semanas. Reimer dijo “para mi ver a Madeline morirse por una forma agresiva de algo, ver como luchó por su vida, fue demasiado.

Desde la muerte de Madeline, Reimer habla abiertamente de la necesidad de prevenir mejor, promueve que se utilicen los métodos que se practican en Noruega. No entiende como alguien puede oponerse. ¿Por qué evitan que eso suceda? preguntó.

modificado el 28 de noviembre de 2013