Investigaciones
Una perspectiva sobre los medicamentos esenciales en Estados Unidos: razones por las que disminuye el acceso (A perspective piece essential medicines in the United States: Why access is diminishing)
Alpern JD, Song J, Stauffer WM
New England Journal of Medicine 2016; 374:1904-1907 DOI: 10.1056/NEJMp1601559
http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMp1601559#.
El 10 de agosto de 2015, Turing Pharmaceuticals compró los derechos de comercialización de la pirimetamina (Daraprim), un tratamiento de primera línea para tratar la toxoplasmosis de décadas de antigüedad. El precio de pirimetamina aumentó inmediatamente en un 5.433%. Tras un escrutinio detallado, y aunque Turing acordó reducir el precio, el precio del medicamento sigue siendo prohibitivo para muchos pacientes. Recientemente, en nuestro hospital, un paciente inmigrante recién diagnósticado con VIH-SIDA y toxoplasmosis podría no recibir terapia de primera línea debido a su coste: el precio de 100 pastillas es de US$75.000. El paciente está recibiendo terapia de segunda línea.
Por desgracia, la adquisición ampliamente publicitada de pirimetamina no es única. Los precios han estado aumentando discreta y dramáticamente para muchos medicamentos antiguos que ya están fuera de patente. Algunos de estos medicamentos son considerados esenciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (ver Cuadro 1)
En algunos casos, los aumentos de precios has afectado de forma desproporcionada a las poblaciones vulnerables, por lo que las terapias que pueden salvar vidas han estado fuera del alcance de los pacientes desfavorecidos. Parece que ha surgido un nuevo modelo de negocio: para maximizar sus beneficios las empresas están adquiriendo medicamentos para nichos de mercado que cuenta con pocas o ninguna alternativa terapéutica. A diferencia de los nuevos medicamentos de marca, las patentes de los medicamentos que son de interés para las empresas que han adoptado este modelo hace años que han expirado. Estas empresas parecen no tener ningún interés en aportar valor al sistema de salud mediante el desarrollo de fármacos nuevos.
El aumento del costo de albendazol, un antiparasitario, es un buen ejemplo [1]. CorePharma adquirió la licencia de comercialización del albendazol en EE UU de GlaxoSmithKline en 2010 y posteriormente la vendió a un grupo de capital privado, Amedra Pharmaceuticals. Amedra luego compró al único competidor potencial disponible en el mercado de EE UU, mebendazol, de Teva Pharmaceuticals. Desde la adquisición de Amedra, el precio medio al por mayor de albendazol ha aumentado en un 3.299%, de US$5,92 por dosis diaria típica en 2010 a US$201,27 en 2015 [2].
Otras compañías farmacéuticas también han utilizado esta estrategia para manipular el mercado. Valeant Pharmaceuticals, una compañía que se cotiza en bolsa y que en 2014 ingresó US$8.250 millones ha adoptado un enfoque similar con varios medicamentos. Valeant ha dicho claramente que su objetivo es maximizar los beneficios para los accionistas y reducir al mínimo los costes de la investigación y el desarrollo (I + D); actualmente, la compañía gasta un 3% de sus ingresos totales en I + D. Rodelis Therapeutics, una compañía privada que revela poca información al público, también se hizo famosa por la compra de los derechos de la cicloserina – un medicamento utilizado en el nicho de la tuberculosis mutidorgo resistente – e inmediatamente aumentó su precio en más de un 2.000%. En respuesta a una reacción negativa del público, Rodelis ha vendido de nuevo la droga a su anterior propietario.
Cuadro 1. Aumento de precios de los medicamentos que figuran en la lista de medicamentos esenciales de la OMS y que están fuera de patente
Medicamento |
Número de productores |
Indicación principal |
Año en que fue aprobado por FDA |
Aumento de precio (%) |
Año en que aumenta el precio |
Pirimetamina (Daraprim) |
1 |
Toxoplasmosis |
Antes 1982 |
5433 |
2015 |
Dactinomicina (Cosmegen) |
1 |
Multiples cánceres |
Antes 1982 |
3437 |
2006 |
Cicloserina (Seromycin) |
1 |
Tuberculosis multidrogo resistente |
Antes 1982 |
2248 |
2015 |
Albendazole (Albenza) |
1 |
Equinocus, neurocisticercosis |
1996 |
1920 |
2010-2013 |
Flucitosina (Ancobon) |
2 |
Meningitis criptococica |
Antes 1982 |
1864 |
2005-2014 |
Procarbacina (Matulane) |
1 |
Linfoma de Hodkins, cánceres cerebrales |
Antes 1982 |
1537 |
2004 |
Praziquantel (Biltricide) |
1 |
Esquistosomiasis y otras infecciones parasitarias |
1982 |
356 |
2015 |
Clorambucil (Leukeran) |
1 |
Leucemia linfocítica crónica |
Antes 1982 |
334 |
2012-2015 |
Penicilamina (Cuprimine) |
1 |
Enfermedad de Wilson, cistinuria |
Antes 1982 |
300 |
2015 |
Nitropruside de Sodio (Nitropress) |
1 |
Hipertensión severa |
Antes 1982 |
212 |
2015 |
La fecha de aprobación de la FDA es la que figura en el libro naranja; la información sobre el aumento de precio es la reportada por Micromedex. Cuando se informa sobre un rango de años quiere decir que el precio aumentó cada año.
Hay muchos factores que contribuyen a los altos precios de los medicamentos, incluyendo la escasez de medicamentos, interrupciones en el suministro, consolidaciones de fabricantes, y los costes de I + D. Aunque algunas empresas que han adquirido y aumentado el precio de los medicamentos para mercados nichos citan a la I + D para justificar sus altos precios, es difícil encontrar evidencia creíble de su participación en proyectos importantes de desarrollo de medicamentos. Turing y Amedra dicen en sus sitios web que están involucrados en investigación, sin embargo, ninguna de las empresas enumeran gran actividad de I + D o publicaciones. Ventas de licencias de comercialización frecuentes, fusiones y adquisiciones, oscurecen el panorama financiero. Esta complejidad y falta de transparencia en el mercado farmacéutico permiten a las empresas seguir siendo vagas sobre las razones por las que los precios siguen aumentando.
Lo que hace que este modelo de negocio sea especialmente preocupante es que los pacientes vulnerables – como los inmigrantes, los refugiados y las personas de nivel socioeconómico bajo – a menudo se ven afectados de manera desproporcionada, ya que muchos de los medicamentos son para infecciones oportunistas o tropicales. Estos pacientes a menudo tienen poco o ningún acceso a seguros, o sólo tienen acceso a través de programas públicos, por lo que empeoran la gran disparidad existente. Además de la pirimetamina, el albendazol y la cicloserina, hay otros medicamentos antiinfecciosos que se utilizan a menudo en el tratamiento de pacientes vulnerables que también han sufrido aumentos dramáticos de precios. Entre estos se incluyen dos fármacos que son los agentes de primera línea en sus respectivas clases: praziquantel (biltricide), utilizado para la esquistosomiasis y otras infecciones parasitarias, y flucitosina (Ancobon), que se utilizan para la meningitis criptocócica.
Creemos que otros medicamentos antiguos que figuran en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS podrían ser objetivos potenciales para las empresas oportunistas que utilizan este modelo de negocio. Muchos de estos fármacos carecen de alternativas terapéuticas, sirven para tratar problemas con alta morbilidad e incluso mortalidad, son producidas por uno o pocos fabricantes, y existen en un mercado que ofrece pocos incentivos para ser de interés para otras compañías. La OMS recomienda que los items incluidos en su Lista Modelo “estén disponibles en los sistemas de salud en todo momento en cantidades adecuadas. . . y a un precio que el individuo y la comunidad puedan afrontar” [3]. A pesar de que muchos de estos medicamentos pueden estar en riesgo de experimentar un aumento de precio, los antiinfecciosos parecen ser los más vulnerables.
Se identificaron 17 antiinfecciosos en la lista de la OMS que producen como máximo tres fabricantes y tienen poco o ningún equivalente terapéutico (ver Cuadro2). Siete de ellos sirven para tratar la tuberculosis; otros son tratamientos de primera línea para la lepra, estrongiloidiasis, la malaria o la enfermedad de Chagas. Especulamos que estos medicamentos pueden experimentar aumentos dramáticos de precios en el futuro, lo que afectaría de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables en los Estados Unidos. Irónicamente, muchos de estos productos se encuentran entre los medicamentos más económicos disponibles en otros lugares; mecanismos de control de precios que no están disponibles en los Estados Unidos, como la capacidad gubernamental para negociar los precios de los medicamentos, son la principal razón de esta discrepancia.
Cuadro 2. Medicamentos esenciales en riesgo de sufrir aumentos de precios
Medicmentos |
Número de productores |
Indicación |
Tratamiento primera línea |
Año en que fue aprobado por la FDA |
Gluconato de quinidina, endoveoso |
1 |
Malaria severa |
Sí |
1989 |
Rifapentina (Priftin) |
1 |
Tuberculosis y tuberculosis latente |
Sí |
1998 |
Rifabutin (Mycobutin) |
3 |
Tuberculosis en pacientes VIH-Sida |
Sí |
1992 |
Piracinamida |
2 |
Tuberculosis |
Sí |
Antes de 1982 |
Capreomicina (Capastat) |
1 |
Tuberculosis |
No |
Antes de 1982 |
Estreptomicina |
1 |
Tuberculosis |
No |
1998 |
Ácido aminosalicilico (Paser) |
1 |
Tuberculosis |
No |
1994 |
Etionamida (Trecator) |
1 |
Tuberculosis |
No |
Antes de 1982 |
Pentamidina inhalada (NebuPent) |
1 |
Porfilaxis de neumocistis |
No |
1989 |
Pentamidina, endovenosa (Pentam) |
1 |
Tratamiento de neumocistis |
No |
1984 |
Sulfadiacina |
1 |
Toxoplasmosis |
Sí |
1994 |
Ivermentina (Stromectol) |
2 |
Oncocercosis, estrongiloidiasis |
Sí |
1998 |
Clofazimina (Lamprene) |
1 |
Lepra |
Sí |
1986 |
Dapsona |
2 |
Lepra, tratamiento de neumocistis, profilaxis de toxoplasmosis |
Sí |
Antes de 1982 |
Paromomicina |
2 |
Leishmaniasis, criptosporidosis, amebiasis intestinal |
Sí |
1997 |
Benznidazole |
1 |
Enfermedad de Chagas |
Sí |
No aprobada |
Crema 5% permetrina |
3 |
Escabiosis, piojos |
Sí |
1989 |
La información sobre el número de productores proviene de Micromedex, la fecha de aprobación por la FDA se obtuvo del libro naranja. La clofazimina solo esta disponible para utilizar en investigación
Por cuestionables que las acciones de empresas como Turing y Valeant puedan parecer, no violan las leyes antimonopolio. Incluso en los casos en los que se sospecha un comportamiento contrario a la competencia, la Comisión Federal de Comercio (FTC) ha sido lenta en responder o no ha demostrado que el comportamiento de la empresa fuese anticompetitivo [4]. Recientemente, la FTC comenzó a investigar un “esquema de distribución de medicamentos restringidos” de Turing que puede limitar el acceso a posibles nuevos medicamentos genéricos. Una comisión del Congreso está investigando las acciones de Valeant, Rodelis, y Retrophin.
Se necesitan soluciones de mercado oportunas que promuevan la competencia cuando los precios altos son resultado de los monopolios. En la actualidad, hay pocos incentivos para que una empresa de medicamentos genéricos entre en un nicho del mercado, especialmente teniendo en cuenta el largo y costoso proceso de obtener el permiso de comercialización de la FDA. La FDA ha anunciado que acelerará la revisión de las solicitudes de aprobación de medicamentos genéricos nuevos para los que sólo existe un solo fabricante. Esto puede animar la entrada de nuevos genéricos para los que de otra manera habría pocos incentivos para entrar en un mercado de drogas nicho con ventas limitadas. Además, la FDA podría considerar la eliminación de las tarifas a los usuarios con el fin de fomentar la competencia en los mercados de medicamentos amenazados por ventas limitadas y pequeños márgenes de beneficio.
Una respuesta del sector privado ha sido protagonizado por las farmacias galénicas, que recientemente han comenzado a producir versiones más baratas de muchos fármacos cuyo precio se había vuelto prohibitivo. Los medicamentos galénicos no están sujetos a la aprobación de la FDA, y algunos observadores han sugerido que la agencia considere la aprobación temporal para garantizar el acceso a medicamentos esenciales [5]. Aunque esta estrategia puede ayudar a los pacientes individuales, es poco probable que represente una solución de mercado, ya que las farmacias galénicas no proporcionarán acceso a todos los medicamentos esenciales, tienen una capacidad limitada, y no están universalmente disponibles. Además, dado que la mayoría de los planes de seguro no cubren los medicamentos galénicos, los gastos de bolsillo para los pacientes pueden ser altos, lo que agrava aún más las desigualdades.
Creemos que el empoderamiento de Medicare para negociar los precios de los medicamentos y la apertura de los mercados de Estados Unidos a los medicamentos importados sería una buena respuesta de los organismos reguladores [5]. La calidad y seguridad podría segurarse confiando en las agencias reguladoras de renombre como la Agencia Europea de Medicamentos y Salud de Canadá (Health Canada). También se podrían usar otros mecanismos de regulación aceptados a nivel mundial, tales como las directrices de la OMS diseñadas para garantizar que los medicamentos se produzcan utilizando prácticas aceptables de fabricación y de laboratorio.
Hasta que los estadounidenses líderes en regulación y los legisladores consideren propuestas creativas para hacer frente a los incentivos socialmente perjudiciales en la fabricación y fijación de precios de los medicamentos, las empresas farmacéuticas continuarán enriqueciéndose a expensas de los contribuyentes y pacientes vulnerables. Mientras tanto, los proveedores de servicios de salud tienen que prescribir medicamentos sabiendo que son inasequibles, apoyándose en otras opciones en lugar de las terapias de primera línea, o ayudando a los pacientes a adquirir los medicamentos a través de fuentes alternativas y no reguladas.
Referencias