Antecedentes. Es frecuente que haya una relación financiera entre los médicos y la industria farmacéutica, pero los factores que pueden determinar que dichas relaciones provoquen cambios en la práctica médica se desconocen.

Materiales y métodos. Evaluamos el uso médico de fármacos oncológicos administrados por vía oral para cuatro cánceres: próstata (abiraterona, enzalutamida), células renales (axitinib, everolimus, pazopanib, sorafenib, sunitinib), pulmón (afatinib, erlotinib) y leucemia mieloide crónica (CML; dasatinib, imatinib, nilotinib). Se definieron cohortes de médicos para cada tipo de cáncer utilizando su historial de prescripción. La exposición primaria fue el número de años calendario durante 2013-2015 en que el médico recibió pagos del fabricante de uno de los medicamentos estudiados; la medida de resultado fue la prescripción relativa de ese medicamento en 2015, en comparación con la prescripción de los otros medicamentos para ese cáncer. Evaluamos la solidez con que el hecho de que: el centro médico estuviera designado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) como Centro Integral del Cáncer, se hubieran recibido pagos para fines distintos a los educativos o de investigación (pagos de compensación), el valor máximo anual de los dólares recibidos y las políticas institucionales de conflicto de intereses se asociaron a la relación entre prescripción y pagos. Utilizamos la regresión de Poisson modificada para controlar otras variables confusión referentes a las características del médico.

Resultados. Los médicos que recibieron pagos por un medicamento durante los tres años aumentaron la prescripción de ese medicamento (en comparación con 0 años), para células renales (riesgo relativo [RR] 1,81, intervalo de confianza del 95% [IC] 1,58–2,07), CML (RR 1,22; IC del 95%: 1,08 a 1,39), y pulmón (RR 1,69; IC del 95%: 1,58 a 1,82), pero no para la próstata (RR 0,97; IC del 95%: 0,93 a 1,02). Los médicos que recibieron pagos de compensación o más de US$100 por año aumentaron la prescripción en comparación con los que no los recibieron, pero las políticas de conflicto de intereses institucionales y del NCI no se asociaron de manera consistente con la dirección del cambio en la prescripción.

Conclusión. La asociación entre los pagos de la industria y la prescripción de medicamentos contra el cáncer fue mayor entre los médicos que recibieron pagos consistentemente (durante cada año calendario). Recibir pagos con fines de compensación, como consultoría o viajes, y por mayor valor en dólares también se asoció con un aumento de la prescripción.

Implicaciones para la práctica. Es frecuente que los oncólogos reciban pagos de las compañías farmacéuticas. Se sabe, por trabajos anteriores, que los oncólogos tienden a prescribir más medicamentos fabricados por compañías que les han dado dinero. Al combinar los registros de regalos de la industria con los registros de prescripción, este estudio identifica la consistencia de los pagos a lo largo del tiempo, el valor en dólares de los pagos y los pagos por compensación como factores que pueden fortalecer la asociación entre recibir pagos y aumentar la prescripción de los medicamentos de esa compañía.