Es urgente que los farmacéuticos se integren en la atención de las personas de tercera edad que viven en residencias, dicen los farmacéuticos hospitalarios.

La Sociedad de Farmacéuticos Hospitalarios de Australia dice que se necesitan urgentemente servicios clínicos de alta calidad para los ancianos que viven en residencias, y que se deben codificar la administración de medicamentos por farmacéuticos en los estándares nacionales para reducir las altas tasas de problemas relacionados con los medicamentos que experimentan los australianos de mayor edad.

Como parte de su presentación a la Comisión Real sobre Calidad y Seguridad de la Atención de Ancianos, SHPA también pidió que los registros de medicamentos sean más parecidos a los registros estándar que se utilizan en los hospitales, incluyendo los cuadros de medicación provisionales para facilitar las transiciones del hospital a la atención en las residencias de ancianos, y que se incrementen las oportunidades para que los residentes mayores puedan autoadministrarse los medicamentos y mejorar el acceso a medicamentos de cuidados paliativos.

El presidente de SHPA de Medicina Geriátrica, Dr. Rohan Elliott, dijo que el acceso temprano de los residentes en centros de ancianos a los farmacéuticos clínicos, además de una revisión clínica periódica y continua por parte del farmacéutico, es casi inexistente en Australia, lo que pone a muchos en grave riesgo de experimentar problemas relacionados con los medicamentos.

“En esta cohorte vulnerable, el manejo deficiente y que no se adhiere a los estándares de seguridad puede ocasionar problemas relacionados con los medicamentos que a menudo pasan desapercibidos hasta que se desarrolla una enfermedad grave y se hospitaliza al paciente, lo que requiere atención compleja y costosa por parte de equipos multidisciplinarios, incluyendo farmacéuticos clínicos hospitalarios”, dijo.

“En muchos casos, esto es altamente prevenible.

“La evidencia australiana reciente ha resaltado que la incorporación de los servicios farmacéuticos clínicos en la atención a personas mayores puede reducir los problemas relacionados con los medicamentos, la polifarmacia y los eventos adversos a los medicamentos, al mismo tiempo que resulta rentable.

“Los farmacéuticos tienen una habilidad única para identificar los medicamentos que deben ser desprescritos, e implementar y monitorear los planes de desprescripción para garantizar que los medicamentos se van retirando de manera segura y se minimiza el riesgo de efectos adversos por abstinencia de medicamentos.

“También se ha demostrado que los farmacéuticos que trabajan en centros residenciales para el cuidado de personas mayores pueden ayudar a reducir el uso de antipsicóticos, un tema que ha sido destacado en los testimonios a la Comisión Real.

“La evidencia preliminar de un modelo de farmacia clínica en un servicio de enfermería domiciliaria resultó un retorno de la inversión de $1,54 por cada $1 gastado en la incorporación de farmacéuticos para mejorar el manejo de medicamentos”.

La directora ejecutiva de SHPA, Kristin Michaels, dijo que es bien sabido que los australianos de mayor edad representan una cantidad desproporcionada de las 250.000 admisiones hospitalarias anuales relacionadas con medicamentos, lo que cuesta al sistema de salud US$1.400 millones al año.

“Investigaciones recientes indican que el 91% de los residentes en centros de ancianos toman al menos cinco medicinas regularmente y el 65% toma más de diez, todos los días”, dijo Michaels.

“Otra investigación ha demostrado que el 96% de los residentes tiene al menos un problema relacionado con la medicación, con un promedio de tres problemas relacionados con la medicación por residente.

“Con una inversión adecuada en servicios de farmacia clínica para la atención a personas mayores, aplicando el aprendizaje de más de 40 años de prestación de servicios de farmacia clínica en hospitales, se puede mejorar la calidad y la seguridad del uso de medicamentos y se pueden evitar muchas admisiones hospitalarias”.

En la presentación, SHPA hizo seis recomendaciones que detallan cómo los farmacéuticos pueden impulsar servicios centrados en el paciente que minimizan los riesgos asociados con el uso de medicamentos para optimizar los resultados en la salud de los australianos de mayor edad: