Nota de Salud y Fármacos: El Foro consistió en solicitar comentarios de expertos de diferentes países a este artículo, traducimos su resumen y los comentarios de una experta de Uruguay. Los otros los puede leer en inglés en los enlaces correspondientes.
Resumen
Desde 2012, la venta de cannabis para uso recreativo de los adultos se ha legalizado en nueve estados de EE UU, y a nivel nacional en Uruguay en 2013 y Canadá en 2018. Revisamos la investigación realizada en EE UU sobre los efectos de la legalización del consumo de cannabis entre adultos y adolescentes, y sobre los daños relacionados con el cannabis; el impacto de legalizar el uso recreativo del cannabis por la población adulta en su precio, disponibilidad, potencia y uso; y las políticas regulatorias que pueden aumentar o limitar los efectos adversos de la legalización.
La legalización del consumo recreativo de cannabis en EE UU ha reducido sustancialmente su precio, ha aumentado su potencia y ha hecho que el cannabis esté más disponible para los usuarios adultos. La frecuencia del consumo de cannabis entre los adultos parece haber aumentado, pero no tanto entre los jóvenes. También han aumentado las visitas a los servicios de urgencias y las hospitalizaciones por daños relacionados con el cannabis. Su efecto, hasta la fecha relativamente moderado sobre el consumo de cannabis probablemente refleja las restricciones en el número y ubicación de los puntos de venta de los minoristas de cannabis, y las restricciones en su comercialización por la persistencia de la prohibición del cannabis a nivel federal.
Las futuras evaluaciones de la legalización deberían monitorear: los volúmenes de ventas de cannabis, los precios y el contenido de tetrahidrocannabinol; la prevalencia y la frecuencia del consumo de cannabis entre adolescentes y adultos, a través de encuestas en hogares y escuelas secundarias; las muertes por accidentes automovilísticos y las lesiones que involucran a conductores con problemas por uso de cannabis; consultas a los servicios de urgencias relacionadas con el cannabis; la demanda de tratamientos para los trastornos por consumo de cannabis; y la prevalencia del consumo regular de cannabis entre los jóvenes vulnerables que reciben servicios de salud mental, incluyendo en las escuelas y el sistema de justicia penal.
Los gobiernos que proponen legalizar y regular el consumo de cannabis deben financiar investigaciones para monitorear los impactos de estos cambios de políticas en la salud pública, y aprovechar esta investigación para desarrollar formas de regular el uso de cannabis que minimicen sus efectos adversos en la salud pública.
Los comentarios que sigen se pedieron a expertos y son breves escritos sobre el tema del Foro; solamente se ha traducido el comentario sobre la legalización del cannabis en Uruguay
Considering the health and social welfare impacts of non-medical cannabis legalization
Benedikt Fischer, Chris Bullen, Hinemoa Elder, Thiago M. Fidalgo
World Psychiatry 2020;19:187-188
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20736
To legalize or not to legalize cannabis, that is the question!
Marta Di Forti
World Psychiatry 2020;19:188-189
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20737
Mapping and mitigating the health risks of legalizing recreational cannabis use: a call for synergy between research and policy
Eva Hoch, Valentina Lorenzett
World Psychiatry 2020;19:189-191
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20738
Recreational cannabis legalization presents an opportunity to reduce the harms of the US medical cannabis industry
Keith Humphreys, Chelsea L. Shover
World Psychiatry 2020;19:191-192
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20739
Cannabis and public health: a global experiment without control
Jürgen Rehm, Jakob Manthey
World Psychiatry 2020;19:192-194
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20740
Being thoughtful about cannabis legalization and social equity
Beau Kilmer, Erin Kilmer Neel
World Psychiatry 2020;19:194-195
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20741
El efecto de la legalización del cannabis recreacional podría depender del modelo de política (The effects of recreational cannabis legalization might depend upon the policy model)
Rosario Queirolo, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, Uruguay
World Psychiatry 2020;19:195-196
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/wps.20742?af=R
Traducido por Salud y Fármacos
Legalizing recreational cannabis use: a promising journey into the unknown
Jan C. van Ours
World Psychiatry 2020;19:196-197
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20743
Assessing the public health effects of cannabis use: can legalization improve the evidence base?
Matthew Hickman, Lindsey A. Hines, Suzie H. Gage
World Psychiatry 2020;19:197-198
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wps.20744
Desde 2012, cuando Colorado y el estado de Washington empezaron el proceso de legalizar el cannabis con fines recreativos, la tendencia ha ido creciendo. En 2013, Uruguay se convirtió en el primer país en legalizar todo el proceso: desde su producción hasta la distribución, comercialización y consumo. Canadá hizo lo mismo en 2018. En enero de 2020, once estados de EE UU, Uruguay y Canadá tenían acceso legal al cannabis recreativo para adultos, y otros países han comenzado el proceso de legalización o a discutir el tema, como Luxemburgo y Nueva Zelanda.
Cada experiencia de legalización del cannabis es diferente de las otras [1]. La legalización en EE UU y Canadá ha seguido un modelo profundamente comercial, mientras que la legalización en Uruguay está fuertemente regulada y controlada por el gobierno [2]. Incluso en Canadá, existen diferencias significativas en el conjunto de reglas que ha implementado cada provincia mientras se legaliza. Por ejemplo, en algunos territorios canadienses, la edad mínima de uso es de 18 años, mientras que en otros es de 21 años.
Las características de los diferentes modelos de políticas de legalización podrían tener un impacto diferente en los resultados esperados. Algunas políticas regulatorias pueden agravar ciertos efectos adversos de la legalización, y disminuir otros impactos negativos. Por ejemplo, la legislación uruguaya sobre el cannabis prohíbe la venta de comestibles de cannabis, lo que podría reducir las intoxicaciones entre los menores, pero aumenta el porcentaje de usuarios que fuman cannabis.
Por lo tanto, es importante comparar los efectos de los diferentes modelos de legalización del cannabis y no asumir que todas las experiencias producirán los mismos resultados. En otras palabras, es importante aprovechar la variabilidad existente en el diseño de las políticas. La forma en que usted regula puede tener diferentes efectos sobre la salud pública y sobre los otros objetivos para los que se diseñó la política [3].
El documento de Hall y Lynskey [4] menciona varias formas de evaluar el impacto en la salud pública de la legalización del consumo de cannabis recreativo, en base a la experiencia de EE UU. Los autores hacen una contribución muy significativa al debate emergente sobre la importancia de llegar a un acuerdo en el grupo de indicadores a monitorear, posiblemente agregándolos en un índice para medir su impacto general en la salud pública [5].
También recomiendan que la evaluación analice los resultados a corto plazo, y también a largo plazo. Por ejemplo, señalan que la legalización podría “permitir que más adultos usen cannabis durante un período más largo de sus vidas”. Será necesario realizar un seguimiento del impacto de este uso prolongado en las muertes y lesiones en accidentes automovilísticos, así como en las visitas a los servicios de urgencia relacionadas con el consumo de cannabis. Los autores también llaman la atención sobre la posibilidad de que la legalización del cannabis se convierta en una política nacional federal en EE UU, lo que reducirá los precios del cannabis, porque la industria del cannabis tratará de aumentar las ganancias aumentando el tamaño del mercado.
Para evaluar el impacto de las experiencias de legalización que existen, es crucial medir sus efectos tanto en la salud pública como en la criminalización de los usuarios y en su relación con las actividades ilegales. El modelo uruguayo de regulación del cannabis es una opción intermedia entre la prohibición y la comercialización, ya que el gobierno impone regulaciones estrictas para los usuarios: registro obligatorio, cantidad máxima de cannabis por usuario (40 g por mes y 480 g por año), sin publicidad, prohibiendo la venta a turistas y la venta de comestibles. Estas restricciones se planificaron para controlar el consumo y lograr el objetivo de salud pública de la regulación.
El modelo del gobierno uruguayo, con una regulación estrictas, ha tenido un impacto positivo en el control de calidad de las sustancias, así como en la reducción del contacto de los usuarios con actividades ilegales. Los datos disponibles sobre los consumidores frecuentes de cannabis sugieren que los uruguayos abandonaron el prensado, un cannabis de baja calidad que se vende ilegalmente, y se pasaron a usar flores. Además, redujeron sus contactos con comerciantes y puntos de venta ilegales. En ese sentido, en Uruguay, la regulación hizo que el consumo de cannabis fuera más seguro que antes [5]. Sin embargo, las mismas restricciones podrían haber mantenido vivo el mercado negro, porque muchos usuarios rechazan el registro.
Entre los objetivos que persiguen las legalizaciones del cannabis, se menciona con frecuencia la minimización del consumo juvenil (véase, por ejemplo, la Ley Canadiense del Cannabis [6]). En Uruguay, en este momento, no hay investigaciones que hayan utilizado un grupo control para evaluar el impacto de la legalización en el consumo juvenil, pero el consumo de cannabis entre los jóvenes había aumentado antes de 2013, y la tendencia aparentemente se ha mantenido casi igual después de la legalización [7]. Independientemente de la evidencia, ¿por qué deberíamos esperar que con la legalización hubiera una reducción en el consumo entre los adolescentes? Se podría argumentar que, aunque los menores no tienen acceso legal, es probable que el aumento de la accesibilidad al cannabis promueva el consumo juvenil.
Hall y Lynskey enfatizan la importancia de evaluar los efectos de la legalización del cannabis en la salud pública. Agregaría que es esencial evaluar los efectos de las diferentes políticas de legalización en todos los resultados para los que se diseñaron, teniendo en cuenta que cada modelo de legalización podría mejorar algunos resultados y empeorar otros.
Para hacer eso, es esencial tener financiamiento para recopilar datos de buena calidad y realizar investigaciones que incluyan grupos control. Sería extremadamente útil llegar a acuerdos sobre qué indicadores deberían ser monitoreados, para recopilar datos comparables en los diferentes territorios donde se está legalizando. Al hacerlo, podremos evaluar el impacto de los diferentes diseños de políticas y contribuir a una discusión más basada en la evidencia sobre los pros y los contras de cada modelo.
Referencias