Kulfas defendió el proyecto de cannabis medicinal y cáñamo industrial. El objetivo del proyecto es “establecer un marco legal que autorice, las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción.”
Un plenario de comisiones del Senado comenzó ayer a debatir el proyecto de ley para regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal. En el Frente de Todos (FdT), tienen la intención de firmar dictamen el próximo lunes.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, fue el encargado de abrir el debate ayer, en un plenario que aglutinó a las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, Presupuesto y de Seguridad Interior.
Kulfas remarcó que la exportación de esa producción podría significar un ingreso anual de US$ 50 millones por vía exportadora, US$ 500 millones de ventas en el mercado local y 10.000 empleos hacia 2025 (con alto porcentaje en I+D+i), “siendo conservadores y cautelosos”.
El marco normativo enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso busca “desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad”.
El primer objetivo del proyecto consiste en “establecer un marco legal que autorice, (a través de un fuerte esquema regulatorio), las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica”. El segundo, “consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos”.
“Este proyecto de ley para la producción, industrialización y comercialización del cannabis fue presentado en Consejo Económico y Social y, efectivamente, allí estuvieron gobernadores y distintos sectores para compatibilizar algunas ideas en él”, sostuvo Kulfas al exponer en el plenario.
“Nos gustaría que esta ley nos pueda posicionar como marca país. Porque esta industria puede tener gran desarrollo exportador y mucha presencia internacional”, remarcó el integrante del Gabinete.
En el 2000, dijo, la producción de cannabis en el mundo era de una tonelada por año y actualmente ronda las 500 toneladas. Para dentro de tres años se observa una producción global de US$ 42.000 millones, es decir, 14 veces más alto que hace 10 años.
“Nuestro planteo, ya en el espíritu de la ley, es que haya prioridad para pymes, cooperativas y microemprendimientos, que la del cannabis sea una industria que nazca desconcentrada”, señaló el ministro poniendo en eje el debate productivo más allá de las cuestiones de salud.
Varias provincias ya han avanzado en legislaciones que permitan el desarrollo de la industria. Uno de los puntos que destacó la oposición fue justamente la necesidad de compatibilizar las legislaciones con la que podría aprobarse en el Senado.
En ese sentido la senadora jujeña Silvia Giacoppo sostuvo que “no queda claro qué va a pasar con los proyectos que ya están funcionando y ya poseen todas las autorizaciones del ministerio de Seguridad y de la Anmat”.
Por su parte, su coterráneo, Mario Fiad, agregó: “Coincido plenamente con la posibilidad de poder federalizar la producción y la participación de las provincias en el directorio o consejo consultivo, para que no se vulnere la potencialidad y la posibilidad que tiene cada provincia”.