Ética
Según un informe del comité de la Cámara de Representantes publicado el jueves [1] las compañías farmacéuticas más grandes están mucho más interesadas en enriquecerse a sí mismas y a sus inversores que en desarrollar nuevos medicamentos. El informe sostiene que la industria se puede permitir cobrar menos a Medicare por los medicamentos.
El informe del Comité de Reforma y Supervisión de la Cámara de Representantes (House Oversight and Reform Committee) contradice los argumentos de la industria farmacéutica de que sus elevados beneficios financian sus grandes programas de investigación y la innovación, y afirma que las principales compañías farmacéuticas invierten una proporción mayor de sus miles de millones en ganancias en comprar sus propias acciones y dividendos, y en compensar a los ejecutivos.
Y, en gran parte, pueden hacerlo porque el Congreso ha impuesto pocas restricciones a la determinación de precios en EE UU, incluyendo al programa Medicare, que no puede negociar los precios de los medicamentos, dicen los demócratas de la Cámara.
“Lo que hemos encontrado es impactante”, dijo la presidenta del Comité de Supervisión Carolyn Maloney (D-N.Y.). “Las compañías farmacéuticas, para aumentar sus precios se centran activa e intencionalmente en EE UU, a menudo mientras rebajan los precios en el resto del mundo”.
Según los datos analizados por el comité, las 14 empresas farmacéuticas más grandes se pagaron a sí mismas y a los inversores US$578.000 millones entre 2016 y 2020, a través de dividendos y recompras de acciones, mientras que invirtieron US$56.000 millones menos – US$522.000 millones – en investigación y desarrollo.
Además de eso, dice el informe, parte de ese dinero de I + D se gasta en investigar formas de suprimir la competencia, por ejemplo, solicitando cientos de nuevas patentes sin importancia sobre medicamentos más antiguos, lo que dificulta la producción de genéricos.
“A pesar de lo que dicen las grandes farmacéuticas sobre la innovación, en la práctica, muchas compañías farmacéuticas no están invirtiendo una parte significativa de su presupuesto de investigación y desarrollo en descubrir nuevos tratamientos innovadores”, dijo Maloney a los periodistas durante una conferencia telefónica. “En cambio, estas empresas están gastando su dinero en investigación y desarrollo para encontrar formas de manipular el sistema”.
“¿Cómo puede Pharma decir con seriedad… que la reducción de los precios de los medicamentos para los estadounidenses tendrá que producirse a expensas de la investigación y el desarrollo?” Preguntó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, durante la llamada.
La publicación del informe durante un receso del Congreso parecía tener como objetivo, al menos en parte, impulsar el apoyo a la Ley de Reducción de los Costos de los Medicamentos que están discutiendo los demócratas de la Cámara de Representantes, que, entre otras cosas, permitiría que Medicare negociara los precios de los medicamentos y que los estadounidenses con seguros privados pagaran las mismas tarifas, y limitaría los precios estadounidenses al precio promedio que se paga en otros países.
Pelosi dijo que le gustaría incluir el proyecto, numerado H.R.3, en un proyecto de ley más grande que los demócratas están preparando y que se conoce como el proceso de reconciliación presupuestaria. Ese proceso permite que los proyectos de ley que involucran impuestos y gastos se empaqueten juntos y puedan ser aprobados por el Senado con una mayoría simple de votos, y sin que se pueda ejercer el derecho a obstruirlo (filibuster). Se espera que los demócratas utilicen el proceso para lograr la aprobación de una serie de iniciativas clave, incluyendo los posibles cambios a la elegibilidad y a los beneficios de Medicare, que ha descrito el presidente Joe Biden y los líderes del Congreso, y que han sido criticados por los republicanos.
“Con los ahorros por la reducción del precio de los medicamentos, podemos invertir en mejoras transformadoras en la atención médica estadounidense”, dijo Pelosi. “Tenemos la oportunidad histórica de hacerlo mientras elaboramos el proyecto de ley de reconciliación. Veremos cómo avanzamos en eso”.
Algunos demócratas más moderados han expresado su preocupación por la HR 3, en parte haciéndose eco de las afirmaciones de la industria de que frenar los ingresos de las farmacéuticas podría reducir su capacidad para innovar. Pelosi solo puede darse el lujo de perder el apoyo de un puñado de demócratas en la Cámara, y necesita a los 50 demócratas del Senado para aprobar una ley de reconciliación.
Entre los ejemplos más claros que destaca el informe, la empresa Novo Nordisk, durante los cinco años del estudio, gastó el doble en los sueldos de los ejecutivos y en la recompra de sus propias acciones que en I + D.
La farmacéutica Amgen se benefició especialmente de la reducción de la tasa impositiva que aprobó el Congreso republicano en 2017, y según el informe gastó cinco veces más en recompras que en investigación.
Según el informe, si las 14 grandes empresas siguen comportándose como hasta ahora, durante la próxima década se pagarán a sí mismas y a los inversores US$1,15 billones, que según el comité es el doble del costo estimado de H.R.3.
El informe también destaca documentos internos del gigante farmacéutico AbbVie, como ejemplo de que la “investigación y el desarrollo” tienen como objetivo suprimir la competencia de los productos más baratos, en este caso obteniendo nuevas patentes tras hacer cambios mínimos a su medicamento para la artritis reumatoide Humira, que cuesta US$77.000 al año.
“Una presentación interna (de AbbVie) enfatizó que uno de los objetivos de la estrategia de ‘mejora’ era ‘poner barreras para que los competidores no pudieran producir versiones más baratas’”, dice el informe, probablemente retrasando la comercialización de medicamentos biosimilares de menor precio al menos hasta 2023. También señala que la compañía identificó una inversión de alrededor de US$5.190 millones en I + D de Humira, aproximadamente el 7,4% de los ingresos netos por las ventas de este medicamento en EE UU.
En otro caso, el informe destaca una presentación interna de Celgene, productor de Revlimid, un medicamento contra el cáncer que tiene un costo mensual de US$16.744, y que desde entonces ha sido comprado por Bristol Myers Squibb.
El informe dice que Celgene focalizó sus rentables alzas de precios en EE UU y admitió en una presentación que lo hacía porque el país ofrece un “entorno muy favorable para establecer precios de libre mercado”.
En otros casos, los US$3.200 millones que ganaron conjuntamente los ejecutivos de más alto nivel de las 14 empresas durante cinco años estuvieron condicionados a los aumentos de precio en EE UU.
Un portavoz de Novo Nordisk dijo que sus recompras estaban totalmente justificadas, y las incluyó en lo que describió como las inversiones generales de la compañía a largo plazo.
“Estas inversiones han facilitado el descubrimiento de tratamientos innovadores que han tenido un impacto sustancial en la vida de las personas”, dijo Michael Bachner, director de comunicaciones de Novo Nordisk.
“Dados los complejos desafíos del sistema de atención médica, seguimos comprometidos con el desarrollo de soluciones en cooperación con los formuladores de políticas y otras partes interesadas”, dijo. “Continuaremos trabajando para mantener la sostenibilidad, fomentar la innovación y proporcionar acceso a las nuevas terapias que necesitan los pacientes”.
Frank Benenati, portavoz de AbbVie, se mostró en desacuerdo con el énfasis del informe en los costos de I + D de Humira. Dijo que el informe “es engañoso porque se centra en el gasto en I + D de un medicamento, no en el gasto total en I + D, que desde 2013 fue de aproximadamente US$50.000 millones”.
Otras compañías no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios, pero un portavoz del grupo de cabildeo de la industria, Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, dijo que la publicación del informe era política y tenía como objetivo respaldar una legislación que, según PhRMA, dañaría a Medicare.
“Si bien no podemos hablar de los ejemplos específicos que se citan en el informe, este ejercicio partidista está claramente diseñado para obtener el apoyo para un proyecto de ley que erosionará las protecciones de Medicare y el acceso de las personas mayores a los tratamientos”, dijo el portavoz de PhRMA Brian Newell. “Cada año, las empresas de investigación biofarmacéutica invierten decenas de miles de millones de dólares en la investigación y el desarrollo de nuevas curas y tratamientos, y hacen importantes inversiones de tiempo y recursos para generar tratamientos y vacunas para combatir la pandemia mundial”.
A pesar del informe, dijo, los precios netos de los medicamentos están bajando, cuando se incluyen los reembolsos a los clientes. Agregó que los mayores problemas son los altos deducibles que cobran las aseguradoras y las ganancias de los intermediarios como los administradores de beneficios de farmacia.
“Estamos comprometidos a trabajar con los legisladores para encontrar soluciones bipartidistas de sentido común, que aborden los desafíos reales que enfrentan los pacientes”, dijo Newell. “Trabajando juntos podemos asegurarnos de que los medicamentos sean asequibles y accesibles para todos”.
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