La gran idea
Muchos suplementos dietéticos de venta libre -en particular los que se utilizan para mejorar la experiencia sexual y para la pérdida de peso- están contaminados con ingredientes farmacéuticos no revelados. Esta es la principal conclusión del estudio que he publicado recientemente en el Journal of Clinical Pharmacology [1].
Mi evaluación de la base de datos de productos para la salud fraudulentos de la FDA [2] identificó 1.068 suplementos dietéticos diferentes que se comercializaron entre 2007 y 2021, que contenían ingredientes activos que se encuentran en los medicamentos de venta con receta o que se consideran demasiado peligrosos para el consumo humano. Entre los suplementos dietéticos contaminados que mi estudio identificó, el 54% eran para la disfunción sexual y el 35% para la pérdida de peso. Aunque cuando la FDA detecta estos productos fraudulentes muchos de ellos son retirados del mercado, algunos son reemplazados por otros suplementos dietéticos contaminados.
Por qué es importante
El 58% de los adultos de EE UU consumen suplementos dietéticos [3], y según encuestas recientes del Consejo para la Nutrición Responsable, los consumidores estadounidenses tienen un nivel moderado de confianza en la calidad y seguridad de los suplementos dietéticos [4]. Sin embargo, mi estudio sugiere que esta confianza es errónea, ya que muchos suplementos dietéticos contienen ingredientes activos sintéticos que no figuran en la etiqueta.
¿Qué son estas sustancias ocultas y por qué son importantes?
Muchos de los suplementos dietéticos que se venden como productos para adelgazar están contaminados con el ingrediente activo sibutramina, que la FDA recomendó retirar del mercado estadounidense en 2010 [5] cuando se demostró que aumentaba el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares [6]. Según la base de datos de la FDA, la fenolftaleína también se encuentra frecuentemente en los suplementos dietéticos para perder peso. Este producto fue retirado de los laxantes de venta libre en 1999 cuando la FDA lo reclasificó como “no reconocido generalmente como seguro y eficaz” [7]. La advertencia de la FDA se produjo después de que varios estudios demostraran que este ingrediente puede dañar el ADN de las personas y aumentar el riesgo de cáncer [8].
Mi estudio identificó la presencia de ingredientes aprobados sólo para su uso en medicamentos de venta con prescripción. Entre ellos se encuentran el sildenafilo y el tadalafilo, que se utilizan en medicamentos para la disfunción eréctil aprobados por la FDA, como Viagra y Cialis. Estos usos inadvertidos pueden ser peligrosos, ya que los principios activos de estos fármacos conllevan riesgos como la pérdida de visión o el priapismo, o la erección prolongada del pene. Mi estudio también documentó casos frecuentes en los que se había combinado más de un principio activo de los fármacos para la disfunción eréctil en formas cuya seguridad nunca se ha estudiado.
Otra razón por la que los principios activos ocultos son problemáticos es que acarrean el riesgo de producir interacciones farmacológicas graves. Cuando los principios activos de los fármacos para la disfunción eréctil se utilizan con medicamentos para la hipertensión o la próstata, como los nitratos y los alfabloqueantes, se pueden producir descensos de la tensión arterial que pongan en peligro la vida.
Del mismo modo, dos de los suplementos dietéticos identificados en mi estudio contenían flibanserina, el ingrediente activo del medicamento de venta con receta Addyi, que se utiliza para tratar la disfunción sexual femenina. La flibanserina es generalmente segura, pero puede reducir gravemente la presión arterial si se consume con alcohol.
Los farmacéuticos comprueban la existencia de este tipo de interacciones entre medicamentos antes de dispensarlos. Sin embargo, si los suplementos dietéticos ocultan o no revelan sus ingredientes, es imposible evitar interacciones farmacológicas no deseadas.
Lo que aún no se sabe
Los fabricantes de suplementos dietéticos no tienen que demonstrar a la FDA que utilizan buenas prácticas de fabricación antes de venderlos en EE UU, y estos fabricantes pueden alterar sus productos sin previo aviso. La FDA debe demostrar que un suplemento dietético no es seguro antes de tomar medidas, pero esto es difícil de hacer cuando en EE UU se venden más de 29.000 suplementos dietéticos.
Las evaluaciones de la FDA son laboriosas y costosas, porque también tienen como objetivo detectar otros problemas en los suplementos dietéticos, como la presencia de metales pesados o la contaminación por bacterias o moho. Además, la agencia carece de recursos suficientes para evaluar los suplementos. La FDA alerta a los consumidores sobre los suplementos dietéticos contaminados que han detectado recientemente a través de su base de datos de productos fraudulentos para la salud, al tiempo que intenta retirar estos productos del mercado.
Si el producto que está pensando utilizar está en esa lista, evítelo. Sin embargo, si su producto no está incluido en la base de datos, se puede deber simplemente a que aún no ha sido evaluado.
Referencias