Mientras el costo de los productos básicos aumenta al mayor ritmo de las últimas décadas, la riqueza de los milmillonarios de los sectores de la alimentación y la energía aumenta en mil millones cada dos días.
Casi un millón de personas podría caer en la pobreza extrema en 2022, al mismo ritmo al que la pandemia ha ido creando un nuevo milmillonario (uno cada 30 horas), según una nota informativa que Oxfam publica hoy. Beneficiarse del sufrimiento (https://www.oxfam.org/es/informes/beneficiarse-del-sufrimiento) [1] se publica con motivo de la reunión del Foro Económico Mundial, el exclusivo encuentro de la élite mundial en Davos. Se trata del primero que se celebra de manera presencial desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, durante la cual las fortunas de los milmillonarios se han incrementado de forma excepcional.
“Los milmillonarios se reúnen en Davos para celebrar el extraordinario aumento de sus fortunas. Para ellos, la pandemia, y ahora el astronómico aumento de los precios de los alimentos y de la energía, han supuesto, sencillamente, un periodo de bonanza. Mientras, se ha producido un retroceso en los progresos logrados en las últimas décadas en la lucha contra la pobreza extrema. Millones de personas se enfrentan a un aumento abrumador del costo de vida”, apunta Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
La nota informativa muestra que 573 personas se convirtieron en milmillonarias durante la pandemia, a razón de un nuevo milmillonario cada 30 horas. En el lado opuesto, este año se espera que 263 millones de personas más se vean sumidas en la pobreza extrema, a un ritmo de un millón de personas cada 33 horas.
La riqueza de los milmillonarios aumentó más durante los 24 primeros meses de la pandemia que durante los 23 años que transcurrieron entre 1987 y 2010. La riqueza total que actualmente acumulan los milmillonarios de todo el mundo equivale al 13,9 % del PIB mundial, habiéndose triplicado desde el año 2000, cuando suponía el 4,4 %.
“Las fortunas de los milmillonarios no han aumentado porque ahora sean más inteligentes o trabajen más duro. Las trabajadoras y trabajadores sí están trabajando más arduamente, pero por un salario más bajo y en peores condiciones. Las personas más ricas han manipulado el sistema con total impunidad durante décadas, y ahora están recogiendo los frutos. Se han embolsado una asombrosa parte de la riqueza mundial gracias a la privatización y los monopolios, aprovechando la desregulación y vulnerando los derechos de las personas trabajadoras mientras ocultan su dinero en paraísos fiscales, todo ello con la complicidad de los Gobiernos”, subraya Bucher.
“Mientras, millones de personas se ven obligadas a saltarse comidas, a apagar la calefacción, a retrasarse en el pago de las facturas y a preguntarse qué más pueden hacer para poder salir adelante. En África Oriental, el hambre podría estar cobrándose una vida cada minuto. Estas obscenas desigualdades están quebrando los vínculos que unen a la humanidad. Son divisivas, corrosivas y peligrosas. Son desigualdades que literalmente matan”.
El nuevo estudio de Oxfam también revela que las empresas de los sectores energético, alimentario y farmacéutico (donde los monopolios son especialmente comunes) están logrando beneficios sin precedentes, a pesar de que los salarios de las personas trabajadoras apenas han aumentado y tienen que hacer frente al mayor repunte de precios en décadas, en plena pandemia de la COVID-19. Las fortunas de los milmillonarios de los sectores de la alimentación y la energía se han incrementado en US$453.000 millones en los últimos dos años, lo que equivale a mil millones cada dos días. Cinco de las principales empresas energéticas (BP, Shell, Total Energies, Exxon y Chevron) se embolsan en conjunto US$2.600 en beneficios cada segundo. Por su parte, hay 62 nuevos milmillonarios en el sector de la alimentación.
Junto a tan solo otras tres empresas, la familia Cargill controla el 70% del mercado agrícola mundial. El año pasado, Cargill logró los mayores beneficios de su historia (US$5.000 millones en ingresos netos) y se prevé que la empresa supere de nuevo en 2022 este récord. Solo en la familia Cargill hay 12 milmillonarios, cuatro más que antes de la pandemia.
De Sri Lanka a Sudán, los precios récord de los alimentos a nivel mundial están provocando agitación social y política. El 60% de los países de renta baja está al borde de la quiebra. Mientras la inflación aumenta en todas partes, el aumento desorbitado de los precios está resultando especialmente devastador para las trabajadoras y trabajadores con salarios bajos, cuya salud y medios de vida ya eran más vulnerables ante los impactos de la pandemia, especialmente en el caso de las mujeres y las personas racializadas y en situación de exclusión. La población de los países pobres destina más del doble de sus ingresos a comprar alimentos que la de los países ricos.
La pandemia ha creado 40 nuevos milmillonarios en el sector farmacéutico. Las empresas farmacéuticas como Moderna y Pfizer se embolsan mil dólares en beneficios cada segundo gracias exclusivamente a su monopolio sobre la vacuna contra la COVID-19, a pesar de que para su desarrollo recibieron miles de millones de dólares de inversión pública. Estas empresas cobran a los Gobiernos por las vacunas hasta 24 veces más del costo potencial de producción de vacunas genéricas contra la COVID-19. El 87% de las personas en países de renta baja sigue sin haber recibido la pauta completa de la vacuna.
“Estas personas extremadamente ricas y poderosas se benefician del dolor y el sufrimiento. Es algo inconcebible. Algunas se han hecho ricas negando el acceso a las vacunas a miles de millones de personas. Otras, al aprovecharse del aumento de los precios de los alimentos y de la energía. Reparten enormes primas y dividendos mientras reducen su factura fiscal todo lo posible. Este aumento de la riqueza y de la pobreza son dos caras de una misma moneda, y la prueba más evidente de que nuestro sistema económico funciona exactamente como los ricos y poderosos quieren que lo haga”, afirma Bucher.
“Durante los últimos dos años desde que comenzara la pandemia, tras los más de 20 millones de muertes estimadas que se ha cobrado el virus y la destrucción económica generalizada, las y los líderes gubernamentales presentes en Davos se enfrentan a un dilema: actuar como representantes de la clase milmillonaria que saquea sus economías o adoptar medidas valientes y actuar en el interés de la gran mayoría. La prueba de fuego será si los Gobiernos aplicarán el sentido común y se decidirán por fin a gravar más la riqueza de los milmillonarios”.
Oxfam recomienda a los Gobiernos que adopten inmediatamente las siguientes medidas:
Referencia
Oxfam. Beneficiarse del Sufrimiento. https://lac.oxfam.org/latest/press-release/cada-30-horas-la-pandemia-genera-un-nuevo-milmillonario-mientras-que-al-mismo
Notas para editores
Descargue el informe Beneficiarse del sufrimiento y su nota metodológica, que explica cómo Oxfam ha calculado las estadísticas del informe.
Los cálculos de Oxfam se basan en las fuentes de datos más actualizadas y completas disponibles. Las cifras sobre las personas más ricas del mundo se han extraído de la lista de milmillonarios de Forbes.
Todas las cantidades se expresan en dólares estadounidenses y, cuando resulta pertinente, se han ajustado conforme a la inflación utilizando el Índice de precios de consumo de Estados Unidos.
El Banco Mundial define la pobreza extrema como la situación de quienes viven con menos de 1,90 dólares al día.
Oxfam y Save the Children calculan que el hambre podría estar cobrándose una vida cada 48 segundos en Etiopía, Kenia y Somalia, países devastados por la sequía.
La mitad de las mujeres trabajadoras racializadas en EE UU gana menos de US$15 a la hora. Esta cantidad es insuficiente para cubrir el costo de vida para la mayoría de los hogares, y deja a millones de familias en EE UU por debajo del umbral de pobreza.
Según Gabriel Zucman, autor de The Hidden Wealth of Nations, las personas más ricas del planeta ocultaron casi US$8 billones en paraísos fiscales